consejo200La elección del Fiscal en Jefe de Palermo, un “golpe”
con la firma del Sistema criminal.

Por Giorgio Bongiovanni - 21 de Diciembre de 2014
Durante el que posteriormente se recordaría como su último discurso, pronunciado el 25 de Junio de 1992, Paolo Borsellino reveló a todos el clima de desconfianza y aislamiento que de hecho condenó a muerte a Giovanni Falcone. El Juez comentaba, estando totalmente de acuerdo, las palabras de Antonino Caponnetto según el cual su amigo Giovanni comenzó a morir en enero de 1988. “De hecho – agregó Borsellino – el país, el Estado, la magistratura que quizás es la más culpable de todos, comenzó a dejarlo morir precisamente el 1 de enero de 1988...

Se abrió la carrera para la sucesión de la oficina de instrucción del Tribunal de Palermo. Falcone participó del concurso, pero inmediatamente algún judas se encargó de tomarle el pelo y en el día de mi cumpleaños el CSM (Consejo Superior de la Magistratura) nos hizo este regalo: prefirió a Antonino Meli”. También en ese entonces el “Sanedrín” del CSM había logrado su objetivo, adoptando criterios insólitos que contribuyeron a aislar a los magistrados símbolo de la lucha en contra de la mafia. Así fue como en el lapso de 57 días, en Capaci y en Via D’Amelio Falcone y Borsellino perdieron su vida.
 A más de veinte años de distancia, una vez más, el “Sistema criminal” logra dar en el corazón de la magistratura, esta vez sin tener que recurrir a la ejecución de un atentado, adoptando un plan mucho más “superfino”. Esta es la lectura que se puede hacer de lo ocurrido en el Consejo Superior de la Magistratura con la elección “fuera de las reglas” de Francesco Lo Voi como Fiscal en jefe de Palermo.
Una elección cuyo significado transcenderá mucho más allá del futuro de las investigaciones que se están llevando a cabo en Palermo sobre la negociación entre el Estado y la mafia. El “golpe” político que ha tenido lugar en el “Palacio de los Mariscales” puede tener el mismo efecto deflagrante que provocaría un atentado. Pero esta vez el mártir no es un individuo sino la independencia misma de la magistratura. Se ha hablado mucho sobre las reformas, sobre la responsabilidad civil de los magistrados. Esta vez la “movida” no pasó por un proyecto de Ley sino por una elección manejada desde arriba, hija de esa nueva negociación, sellada con el “Pacto del Nazareno” firmado por Matteo Renzi (el “Estado”) y Silvio Berlusconi (la “mafia”, ver Marcello Dell'Utri).
Por primera vez los laicos de centro, de derecha y de izquierda (a los que se les agrega Alessio Zaccaria, expresamente apoyado por el “Movimento 5 stelle”), contando además con el consentimiento de una parte de la magistratura (Magistratura independiente y los dos jefes de la Casación), han votado en forma compacta por un candidato que carece de títulos y de la experiencia necesaria para estar al mando de una Fiscalía clave como la palermitana.
En el CSM existe una regla por la cual, para el nombramiento de sus directivos, se establece que las “valoraciones de aptitud” tienen un peso decisivo y tienen que ser medidas sobre todo en base a las “experiencias anteriores en dirección y organización” de despachos judiciales. Deliberadamente esta regla no fue considerada. Así fue que el CSM, que debería ser el custodio de las reglas, fue en contra de si mismo. De esta manera Francesco Lo Voi, quien desde 1997 no realiza una investigación judicial, se convierte en el Fiscal en Jefe del despacho judicial más importante de Italia. No tenemos nada personal en contra de Lo Voi, a pesar de que en su pasado siga habiendo una mancha por no haber tomado una posición junto a los ocho Fiscales que renunciaron por no estar de acuerdo con el Fiscal en Jefe Pietro Giammanco quien había obstaculizado a Paolo Borsellino. La misma podría desaparecer en el momento que el Dr. Lo Voi llegue a Palermo y manifieste, con palabras y con hechos, su apoyo al proceso sobre la negociación Estado-mafia, su apoyo a las investigaciones, al Fiscal Nino Di Matteo y a sus colegas condenados a muerte. Un apoyo que pasa además por otras acciones, como la “salvaguardia" del trabajo del pool, para que Di Matteo y Francesco Del Bene (que no están asignados a la Dirección de Distrito Antimafia) no queden sepultados por los “juicios de poca monta”. Una primera señal sería ver a Lo Voi, vestido con su túnica, representando a la acusación junto a los miembros del pool en el marco del juicio sobre la negociación Estado-mafia, así como hiciera su predecesor, Francesco Messineo, y el sustituto Leonardo Agueci.
Estos son los hechos que esperamos del nuevo Fiscal en Jefe, y que serán la señal de que todavía queda una esperanza y de que la partida en contra del “Sistema criminal” no ha terminado, a pesar de que a éste lo único que le falta dar es un solo “golpe” para celebrar su triunfo.
¿Cómo reaccionará la magistratura para defenderse de esta enésima ofensa? ¿Lograrán los miembros de las diferentes corrientes dejar de lado, de una vez por todas, sus nefastos manejos caracterizados por el oportunismo, por la envidia, por el progreso en la carrera y enceguecidos por la tentación política? ¿Serán cómplices y aceptarán  sumisos esta nueva “bofetada” política, o tendrán un poco de dignidad? Una primera señal importante podría ser la de presentar un recurso ante el Tribunal Administrativo Regional ya que los otros dos candidatos, Sergio Lari y Guido Lo Forte, tienen el deber de presentar no solo en defensa de su historia sino, sobre todo, de las reglas constitucionales.
La partida en contra del “Sistema criminal” no ha terminado a pesar de que el clima sea crítico y al punto tal de que parezca que hemos regresado al tiempo de los atentados. La comparación entre hoy en día y los primeros años de la década de los ’90 surge casi espontánea. Basta con observar el estado de crisis económica, social, cultural e incluso política. La investigación sobre la “Mafia capital” no es más que la última, y la misma demuestra el nivel de corrupción alcanzado a esta altura es transversal y superior al que se vivía en los tiempos de “Mani Pulite*”. En esta especie de “sliding doors” lo único que falta es el “golpe de gracia” representado por un nuevo atentado. El proyecto de muerte existe, el trotil también, así como el “mártir al que sacrificar” (Antonino Di Matteo). Para evitar que la historia se repita hace falta también un despertar de la sociedad civil. Como ocurrió hace más de dos mil años, cuando la misma eligió salvarle la vida a Barrabás y crucificar a Jesús Cristo, es el pueblo el que tiene que elegir. Y es en esta misma mesa que se juega esta partida.
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* Pacto del Nazareno: Acuerdo político entre Matteo Renzi y Silvio Berlusconi del 18 de Enero  2014, después de varios encuentros en la sede del PD (el partido de Renzi), en la calle del Nazareno de Roma. Dicho acuerdo prevé algunas reformas constitucionales, entre otros aspectos, la transformación del Senado y la reforma de  la ley electoral.
* Mani pulite (Manos Limpias): proceso judicial italiano llevado a cabo por el fiscal Antonio Di Pietro en 1992. El proceso descubrió una extensa red de corrupción que implicaba a todos los principales grupos políticos del momento y a diversos grupos empresariales e industriales.