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control200El relato de Vito Galatolo presente en las actas que los Fiscales quieren escuchar
durante el proceso judicial sobre la negociación

Por Aaron Pettinari - 8 de Marzo de 2015
Desde los doscientos kilos de trotil que llegaron desde Calabria hasta la inspección realizada incluso dentro del Palacio de Justicia de Palermo. Todo esto se encuentra presente en las actas de las declaraciones de Vito Galatolo, interrogado por los Fiscales de las Fiscalías de Caltanissetta y de Palermo el pasado 14 de noviembre. Un documento de 117 páginas que ha sido presentado como prueba en el proceso judicial sobre la negociación Estado-mafia a la espera que la Corte se pronuncie durante la próxima audiencia sobre la solicitud presentada para poder interrogar al ex jefe mafioso de Acquasanta. Además de interrogarlo a él los Fiscales habían solicitado que se admitiera en la lista de testigos a otro colaborador de justicia, el ex sicario de Barcellona Pozzo di Gotto, Carmelo D'Amico. A este último los Fiscales de Messina lo tienen muy en cuenta, ya lo han interrogado durante el juicio denominado “Gotha 3”.


El atentado en contra de Di Matteo
Para perpetrar el atentado en contra de Nino Di Matteo y para cumplir con la orden que dio el último padrino, Matteo Messina Denaro, Cosa Nostra estaba lista para atacar incluso al corazón de la justicia, es decir: el Tribunal de Palermo. Quien lo cuenta es precisamente Vito Galatolo: “Se había presentado el problema de dónde se tenía que ubicar, el que lo tenía que hacer explotar y se había pensado en alguna casa. Pero nos asustábamos por el hecho de que podía ser demasiado cerca... Nos encontramos dentro del Tribunal de Palermo y si las cámaras de video funcionan entonces nos filmaron: estábamos Vincenzo Graziano y yo. Él me dijo: -‘quisiera ponerlo allá’. Hablaba de la calle en donde estacionar una furgoneta. Yo le respondí: -‘¿pero cómo hacemos para ponerlo allá? sería una catástrofe, pasan coches, bajan niños. Es impensable’.” Pero en la idea de los boss mafiosos no solo estaba el ingreso del Tribunal (“ese por el cual entráis con el coche” dice el arrepentido a los Fiscales) sino también el barrio de Santa Flavia, Campofelice de Roccella, una zona frecuentada por el magistrado durante sus vacaciones. “Decidimos que entonces era mejor hacerlo durante un período de vacaciones” agrega Galatolo. Al responder a las preguntas de los Fiscales el ex boss de Acquasanta habla de las cartas enviadas por Matteo Messina Denaro a Girolamo Biondino, en ellas explica que “este señor, Di Matteo, se está extralimitando y hay que detenerlo. Si queréis algún hombre, os lo puedo dar. Pero no puedo ir personalmente porque no estoy en Sicilia”. Ese mensaje estaba dirigido a un reducido grupo de jefes mafiosos. Girolamo Biondino, Alessandro D'Ambrogio, Graziano y Galatolo.
Desde que fue dada esa orden, transmitida en diciembre de 2012, los jefes mafiosos se pusieron en movimiento para conseguir el explosivo. Desde Calabria llegaron doscientos kilos. Pero la mitad de esa “partida” fue devuelta ya que se había arruinado con el agua. Galatolo dice haber visto ese explosivo con sus propios ojos, el mismo había sido puesto en un lugar seguro por Graziano. En el marco del juicio “Borsellino quater” ya había explicado que lo que le dio un impulso para arrepentirse fue la liberación de Graziano por parte del Tribunal de Reexamen. “Sabía que el proyecto de muerte podía estar vigente. “Graziano – contó a los Fiscales -, para demostrar que es corleonés  y que es todo para Totò (Riina, n.d.r.), lo haría incluso él mismo si encontrara las personas adecuadas”. Ahora Graziano volvió a la cárcel, pero el trotil todavía no ha sido encontrado y los riesgos para Di Matteo permanecen inmutables.
D'Amico, Rotolo y la negociación
En las actas del juicio sobre la negociación Estado-mafia también figura el interrogatorio de Carmelo D’Amico, el ex sicario de Barcellona Pozzo di Gotto, del 10 de febrero pasado. A los Fiscales del pool que investiga sobre la negociación D’Amico les había hablado de las confidencias que le había hecho en la cárcel de Opera el boss mafioso Nino Rotolo. Un relato que contiene elementos inéditos sobre la primera fase de la negociación con el Jefe de Jefes, Totò Riina, que no confía en Vito Ciancimino “porque era un soplón” e inicialmente era reacio a emprender un canal de diálogo con el Estado. ¿Quién lo convenció? El otro padrino corleonés, Bernardo Provenzano. Dice D'Amico: “Lo convenció y le dijo: ‘ya que quieren negociar con nosotros, arreglemos estas cosas: eliminar el 41 bis, y suavizar la ley sobre el secuestro de los bienes’.” Pero no es solo este detalle lo que dijo el ex sicario de Barcellona. Rotolo le habría hablado del papel de Antonino Cinà como “embajador de Riina, Provenzano y Ciancimino”. “El ex alcalde Ciancimino – cuenta el arrepentido a los Fiscales – había sido designado por... algunos políticos muy importantes de aquel entonces... Ciancimino, sabiendo que estaba el Dr. Cinà que tenía contactos con Provenzano y con Totò Riina, le preguntó a Cinà qué era lo que querían, practicamente para que terminaran los atentados”. D’Amico dijo además que “el papelito (el ‘papello’ con las solicitudes de la mafia) escrito por Bernardo Provenzano y dictado por Riina, al final se lo llevaron a Don Vito”. Entre las confidencias que el boss de Pagliarelli hace a D’Amico se encuentra además la sospecha que tiene sobre el papel de Provenzano “en la captura de Salvatore Riina”. Y sobre el tiempo en que Binnu (Provenzano) estuvo prófugo “Me dijo que Provenzano siempre se quedó en Palermo, jamás salió de Palermo, no se fue a ningún lado y que lo único que hizo fue ir a operarse a Francia, pero Provenzano jamás se movió de Palermo, siempre estuvo en Palermo porque estaba cubierto por las... por las instituciones... por... las fuerzas armadas del Estado”.  



 

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