Por Sofia Capretta* - Foto – 18 de mayo 2018Our Voice ha desembarcado en Argentina y en Uruguay a principios del pasado mes de abril y nos hemos reunido varios miembros de cada grupo perteneciente al movimiento para la creación de algunos importantes eventos artísticos, manifestaciones sociales y actividades de solidaridad que han caracterizado todo el viaje de unas tres semanas.
Ha pasado casi una semana desde que he regresado de Sudamérica. Siento la necesidad de exteriorizar mis sensaciones y contaros la experiencia que he vivido, intentando expresar todo lo que he sentido en este viaje. Hay momentos en los que la nostalgia se apodera de mi y pienso en esa tierra tan lejana de Italia, tan diferente con su inmensa sencillez, donde no cuenta lo que eres o la riqueza que posees, sino que prevalecen los valores que superan estas barreras humanas, como la amistad, la unión, el sacrificio y sobre todo el Amor: la única llave capaz de abatir cualquier dificultad. El amor hace posible que estemos en sintonía con nosotros mismos y con quien nos rodea, te hace volar alto y alcanzar metas impensables, extraordinarias, hace que te sientas libre y feliz sin tener nada.
Todo se transforma: tus pensamientos, tu vibración, tu estado de ánimo, la luz de tu mirada, de repente todo cambia estando entre esa gente, respirando el aire de esa tierra. Cada reacción de tu cuerpo genera fórmulas capaces de completar la resolución de cada parte que te falta a ti, logras encontrar esa parte variable, que antes no conocías, pero que necesitas para tu futuro y para tu evolución.
Entre las muchas cosas que he visto, lo que ha suscitado en mí una profunda rabia y un completo desprecio hacia esta sociedad ha sido constatar una gran indiferencia. ¿Cómo es posible que haya niños, mujeres y jovencitos que se ven obligados a hacer cosas inhumanas para poder sobrevivir en condiciones despreciables, en medio de la basura mientras nadie hace nada? Me refiero sobre todo a los jóvenes como yo: no podemos fingir que no pasa nada. Es inconcebible que no nos detengamos ni siquiera un instante a reflexionar ciertas realidades que existen y que se viven en la otra parte del mundo, donde la pobreza, el hambre y la droga tienen el control de todo, pero no sólo en Sudamérica. Es suficiente mirar alrededor nuestro para darnos cuenta de que esta cruel realidad a esta altura ya es la cotidianidad en todas partes del mundo. Tenemos que rebelarnos, tenemos que informarnos y no quedarnos ignorantes, atrapados por este sistema corrupto y materialista, que nos inculca que el dinero y el trabajo cuentan mucho más que nuestra existencia, porque no es así. Yo lo he vivido en mi piel durante este viaje que ha durado casi un mes, liberándome de todo. Quizás al principio no ha sido fácil superar estas diferencias, debido a costumbres y culturas diferentes, pero ver a esos niños que corrían descalzos por las calles pobres y míseras, con una camiseta vieja puesta, ver la carga y la energía que daban vida incluso al rincón más abandonado de la ciudad, me ha hecho sentirme como una de ellos, pero sobre todo viva. He comprendido cual es el sentido de la vida, la profundidad que encierra el universo, todo ello me ha hecho ser consciente de lo que puedo dar, de cuánto valen nuestras acciones; no tenemos que dar nada por descontado.
Yo siento que a través de Our Voice, un movimiento cultural internacional, formado por muchos jóvenes como yo, de verdad podemos hacer la diferencia, quizás no lograremos cambiar el destino del planeta, pero deseamos cambiar nuestra vida a mejor y la de otras personas a través del arte y de la verdadera cultura; gritando hasta quedarnos sin voz, sin pararnos nunca, que detrás de este mal hay mucho más.
Nosotros difundimos la esperanza, para recordar a las nuevas generaciones que hay siempre una solución, un motivo para vivir, porque después de la tempestad vuelve a salir el sol. Vivir esta experiencia con Our Voice me ha cambiado y regenerado. Me ha permitido cambiar dirección, invertir la ruta, abrirme y liberarme lo más posible, como hace un girasol que se mueve siguiendo al sol en el momento en que está en su máximo esplendor, para después dejarse besar y calentar por la luz y mostrar así su absoluta belleza.
No hay nada que no haría de nuevo, desde la presentación de nuestro espectáculo titulado: “Victoria”, en la Ex Esma de Buenos Aires (Argentina), un lugar donde se segaron miles de vidas durante el periodo de la dictadura argentina, pero que Nosotros, movimiento de Our Voice, no olvidamos. En ese lugar, que hoy se llama “Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti”, hemos organizado y presentado “Our Fest”, un festival de la técnica de animación al que han participado numerosos profesionales los cuales han ofrecido talleres y varias lecciones al respecto. Después también un concurso de video “Stop-Motion” que contó con la participación de unos 500 participantes de varias partes del mundo, focalizado sobre el tema de las injusticias sociales.
Sucesivamente hemos estado también en nuestro comedor en el barrio Lubo en Campana (Argentina), “Nuestra Voz”, donde hemos organizado una merienda y un poco de entretenimiento con música, bailes y juegos para los niños que viven en los barrios pobres, con la idea de crear un momento libre de preocupaciones y un momento de unión con ellos.
Siguiendo con otras actividades, todos los jueves, en la sede de nuestro grupo Our Voice de Montevideo (Uruguay) hemos distribuido platos de comida caliente a familias, mujeres, ancianos y jóvenes que no tienen un lugar donde ir y viven continuamente en la incertidumbre sobre su destino.
Hemos sido invitados también por algunos institutos superiores, plazas y centros culturales de Montevideo, donde hemos tenido el honor de entablar debates con los jóvenes y mostrar algunas escenas de nuestro espectáculo “Victoria” (Liceo Zorilla, Parque Rodó, Instituto I. N. C. R. E., Centro Cultural Sebastopol).
También nos hemos presentado en la plaza Cagancha de Montevideo, donde hemos organizado una manifestación que hemos llamado "Todos Somos Responsables" y una vez al mes compartimos pan y chocolate caliente con las personas necesitadas que viven por la calle y al mismo tiempo denunciamos, a través del arte, la indiferencia de la sociedad, la marginación y la discriminación de la que somos responsables. Justo por este motivo, si queremos una sociedad mejor y más justa, el cambio tiene que empezar por nosotros. Todo esto y mucho más lo hacemos porque nos sentimos en deber de continuar la "lucha" de los mártires que han dado su misma vida por nosotros, en nombre de la verdad y de la justicia, para dar testimonio de que juntos podemos revolucionar de verdad el destino desgraciado de este mundo.
Nosotros estamos aquí para dar testimonio de que nunca estaréis solos, que no tengáis miedo de exteriorizar lo que sois, pero sobre todo no os dejéis engañar ni condicionar por quien tiene el poder de manipular la sociedad por medio de la droga, las injusticias sociales, las guerras y demás.
Nosotros valemos mucho más, porque Nosotros existimos y nunca lograrán hacernos callar, cueste lo que cueste, incluso la vida. Por último, quiero agradecer a Giorgio Bongiovanni, periodista y director de la revista ANTIMAFIADuemila, por habernos guiado y seguido de cerca, pero sobre todo por habernos salvado y dado un motivo por el que merece la pena vivir. Quizás todo esto nunca habría existido sin él y es esta la razón por la que quiero agradecérselo con todo mi corazón.
¡Amigos de Sudamérica "hasta pronto”, es una promesa!
*20 años, grupo Our Voice Marche (Italia)
Para ver otras imágenes de la galería fotográfica: ¡Pincha aquí!