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CONFISCACIONES POR MILLONES DE EUROS. ¿PERO A DONDE VA EL DINERO?
¿EL ESTADO HA VENCIDO A LA MAFIA?

giorgiobPor Giorgio Bongiovanni – 17 de agosto de 2010 - primera parte

Hoy la noticia de la confiscación de bienes al empresario de la Sanidad siciliana Michele Aiello, según los investigadores, estrechamente ligado al boss Bernardo Provenzano. Ayer, decenas de nuevas confiscaciones por centenares de millones de euros que de las manos de la mafia pasan a las cajas del Estado, gracias al precioso trabajo de los magistrados y quizás de las fuerzas del orden.

Ingentes capitales que por derecho tendrían que ser destinados a las muchísimas víctimas de la criminalidad organizada y que en cambio toman una dirección desconocida.
El fondo 512, como declaró ayer por enésima vez Giovanna Maggiani Chelli, presidente de la Asociación de familiares de las víctimas del atentado en la calle de los Georgofili, “todavía no encuentra su justa dimensión”. Y “nos encontramos con muchas dificultades – ha explicado – para hacer comprender que a menudo quien queda inválido en este País a causa de un atentado, no podrá ir a trabajar nunca más y el derecho a la 'pensión inmediata' tiene que ser sacrosanto sin peros y sin interpretaciones de comodidad, sobre todo si el sujeto padece una invalidez casi del 80 % de la capacidad laboral”.
Es por ello que me dirijo a los organismos competentes y pregunto: ¿a donde fueron a parar en todos estos años los millones y millones de euros secuestrados a Cosa Nostra, a la 'Ndrangheta y a las demás organizaciones criminales, si los familiares de las víctimas de la mafia se ven obligados a mendigar lo que les correspondería por derecho?
¿Porqué el Estado que está siempre listo a enumerar sus “propios éxitos” en la lucha contra el crimen organizado, no hace un poco de justicia con quienes han padecido en su propia piel las atrocidades de la mafia? ¿O a las asociaciones antimafia diseminadas en el territorio italiano?
Y porqué no se nos dice, insisto, que fin tienen en realidad – si se quedan inactivos o si son destinados a otro lugar – aquellos cientos de millones de euros que siguen engordando las cajas de un Estado que demasiadas veces está involucrado en vergonzosos escándalos y en todo tipo de latrocinio.
¿Qué tenemos que pensar?


ALFANO Y MARONI EXULTAN.
¿PERO REALMENTE EL ESTADO HA VENCIDO A LA MAFIA?
Por Giorgio Bongiovanni – 17 de Agosto 2010 – segunda parte

Ojo con los falsos triunfalismos. Hago mías las palabras del fiscal adjunto de Palermo Antonio Ingroia (ver abajo), a raíz de las solemnes declaraciones de los ministros del Interior y de Justicia quienes han decantado los logros obtenidos por el “gobierno de Berlusconi” en relación con la lucha en contra de la mafia. Una hipocresía y una cobardía que no soporto, prerrogativa no solo de este gobierno, sino también de aquellos de centro izquierda, siempre listos a acreditarse méritos que no  tienen.
La captura de prófugos, las incautaciones y las confiscaciones de patrimonios mafiosos, son el resultado de años de arduo trabajo de los magistrados y las fuerzas del orden. A menudo ni siquiera son apoyados, al contrario son obstaculizados por una política que no tiene ningun pudor en recortar los gastos destinados a la justicia, haciendo casi imposible el accionar de las diferentes oficinas judiciales donde llega incluso a faltar el papel de impresión.
Sin embargo las confiscaciones, como he dicho anteriormente, aportan millones de euros a las cajas del estado. Patrimonios que toman caminos misteriosos, mientras a causa de leyes “equivocadas” no es raro que los bienes confiscados hayan vuelto a disponibilidad de los jefes mafiosos.
Se dice que el engaño es peor que la traición. Y el Señor Alfano, ministro de Justicia, quien se jacta de los “logros obtenidos”, ha demostrado en más de una oportunidad que en realidad actúa de obstáculo a la lucha contra la criminalidad organizada, mientras que el Señor Maroni, no parece ser otra cosa que un subalterno.
¿Porqué ninguno de los dos nos dice a donde van a parar los fondos que podrían ser empleados en una seria lucha en contra del crimen organizado?
¿Porqué ninguno de los dos han pronunciado palabra sobre los multi-indagados y sobre los condenados que se sientan en el Parlamento?
¿Porqué el gobierno no pierde oportunidad de atacar a aquellos magistrados que investigan seriamente sobre las connivencias con la mafia de sujetos pertenecientes a las instituciones?
Y sin embargo Paolo Borsellino, de quien se invocan las proezas según la conveniencia, sostenía que la verdadera lucha en contra de la criminalidad organizada se combate a nivel de las relaciones entre mafia y política. Y un ex-mafioso de primer nivel como el arrepentido Salvatore Cancemi, jefe de la así llamada cúpula, sostenía que los verdaderos mafiosos no son los que disparan, sino los políticos de corbata y cuellos blancos.
¿Porqué sobre todo esto los Señores Alfano y Maroni han bajado el telón? ¿Porqué el gobierno habla de una mafia derrotada, mientras la historia nos enseña que si el nivel de la lucha no se eleva al plano de la política y de los poderes fuertes esa mafia resurgirá siempre como el ave fénix?

ANTIMAFIA A DOS VELOCIDADES

El fiscal Antonio Ingroia: “Ojo con los triunfalismos. En lo que se refiere a las contaminaciones con la política, victoria lejana”.
Los Ministros del Interior y de Justicia de Palermo, al finalizar el Comité nacional para el orden y la  seguridad pública, hacen el balance de los dos últimos años de lucha en contra de la criminalidad organizada, concluyendo que el gobierno de Berlusconi ha obtenido resultados que nunca antes habían sido alcanzados. La flor en el ojal, como subraya Maroni, es la confiscación de los patrimonios mafiosos a los cuales se les tienen que agregar los 800 millones confiscados en estos días al ex rey de la sanidad privada en Sicilia, Michele Aiello, condenado a 15 años y 6 meses en apelación, como director de la red de “talpe” en la Dda de Palermo. Obviamente ni una sola palabra sobre quien ocupa un lugar en el Parlamento a pesar de haber sido condenado en segundo grado por concurso externo en asociación mafiosa.
Doctor Ingroia, leer todos estos logros en términos de lucha en contra a la mafia no puede no darle placer.
Premisa obligada: no me corresponde a mí dar las notas a éste o aquel gobierno. Digo que es justo dar al Cesar lo que es del Cesar y reconocer que los méritos de esos logros se le deben reconocer a las fuerzas de policía, a la magistratura, ya que no creo que el mérito de la captura de los prófugos pueda atribuirse al gobierno de turno, sea éste de centro derecha o de centro izquierda.  Además desearía una mayor coherencia. ¿Podría explicarse?
Digo que habría que acordarse siempre de esta magistratura, incluso cuando  esos mismos magistrados se ocupan de investigaciones que no tienen que ver sólo con la mafia militar, sino que tocan los planos superiores, donde la mafia y la política cohabitan. Si nos dejamos llevar por los triunfalismos fáciles cometeremos un error imperdonable, el mismo que ya se ha cometido otras veces. Si pensamos en el triunfalismo por los arrestos del maxi-proceso, la operación más grande de la historia. Pero también de ese duro golpe Cosa Nostra  supo resurgir. Sin embargo fue utilizada por la política para hacer creer que la mafia había sido derrotada. Y no por casualidad esa misma política estuvo lista a criticar a Falcone, en la siguiente estación cuando fueron tocados los santuarios de la política y de la economía siciliana. Noto muchos puntos de contacto entre lo que sucedió entonces y lo que se ve hoy.
¿Cómo decir: No menospreciar los resultados y al mismo tiempo evitar darle a la opinión pública la ilusión de que atacando a la mafia militar está próximo a solucionarse?
Da pena deber registrar la repetición el mismo error: percibir a la mafia como un problema de orden público, sin ver la otra cara de la mafia, su red de relaciones dentro de nuestra sociedad, que involucra y condiciona la política y la economía. Y de frente a la contaminación de la economía y de la política, no creo que se pueda cantar victoria. Estamos muy atrasados. Como decía Borsellino, el centro de la lucha en contra de la mafia es esencialmente político y por lo tanto si se la sigue enfrentando en el frente del régimen carcelario y en la captura de los prófugos, sin tener en cuenta la capacidad de renovación del fenómeno mafioso, evaluando con adecuada preocupación los casos de connivencia con la política, jamás derrotaremos a la mafia.
¿Quiere decir que la mafia será derrotada cuando haya una firme, clara y transversal voluntad de romper su unión con la política?
La habremos derrotado cuando ya no tenga ninguna capacidad de sustituir a los elementos arrestados.
Cuando la hayamos privado de la capacidad de reemplazar a los hombres arrestados y de mantener esa capacidad de condicionamiento de la economía y de la política, descubierta en estos últimos años gracias a la investigación de varias fiscalías.
Pero Alfano ha hablado también de una eficaz legislación antimafia como el código antimafia votado en el Senado, olvidando, pero quizás se ha tratado de un desliz, el decreto de ley sobre las escuchas telefónicas que estaba listo para votarse....
La aprobación del códice antimafia es una buena noticia. Un tema que fue afrontado por primera vez hace 13 años por el Gobierno de Prodi (el Ministro de Justicia Flick), pero que ningún Gobierno fue capaz de llevar hasta el fondo. Y por lo tanto un importante paso adelante, pero también una oportunidad perdida de poder intervenir adecuando el artículo 416 ter, que actualmente castiga sólo al político que a cambio de votos de la mafia ofrece dinero y no al que ofrece contratos u otros favores.
Y quizás incluso afrontar la cuestión moral, introduciendo la responsabilidad política sin esperar las sentencias definitivas. ¿Está de acuerdo con ello?
No hay duda de que si se quieren realizar cambios radicales es necesario que la política empiece a dar un paso adelante en este sentido y no pasos hacia atrás.
Es peligroso dar mensajes contradictorios: por un lado el códice antimafia, por el otro el decreto de ley sobre las escuchas telefónicas y el freno al sistema de protección para el arrepentido mafioso Spatuzza...
El riesgo es real: más allá de lo que se dice, el actual compromiso tiene una única dirección; atacar a la mafia militar y descuidar las relaciones entre mafia y política, olvidar la mafia de los cuellos blancos. Los magistrados son buenos cuando arrestan a los prófugos, pero se está listos para quitarles los instrumentos indispensables, por un lado con el decreto de ley sobre las escuchas telefónicas y por el otro con la reforma del códice de procedimiento penal que le quita al fiscal el poder de iniciativa investigadora.
Esperamos que hayan actos de coraje político, por ejemplo aceptando la invitación de Agnese Borsellino de darle la posibilidad a los hombres de mafia de decir todo lo que saben sobre los atentados. Con un caso como el de Spatuzza, el cual está permitiendo descubrir qué sucedió realmente en Vìa D'Amelio, en cambio se corre el riesgo de ponerle la mordaza a los colaboradores de justicia (mafiosos arrepentidos). Hay algo que no funciona. Llamémoslos inconvenientes, por no decir algo peor. ¿Entonces porqué no cambiar la ley sobre los arrepentidos?


Extraído de: ilfattoquotidiano.it

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