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aula-bunker-agenda-rossa200PROCESO BORSELLINO QUATER, DECLARA ANTIMAFIA DUEMILA
Por Giorgio Bongiovanni - 23 de Abril de 2013
¿Qué fin tuvo la agenda roja de Paolo Borsellino? ¿Quién la hizo desaparecer? ¿Por qué? Estas son algunas de las preguntas que siguen sin tener respuesta después del atentado en el que murió el juez palermitano junto a los agentes de su escolta el 19 de julio de 1992. Y del llamado “filón de la agenda roja” se habló esta tarde en el proceso judicial Borsellino Quater, celebrado en el aula bunker de Caltanissetta. Nosotros los de Antimafia Duemila estábamos presentes. No solo como cronistas, sino también como testigos. El Fiscal Domenico Gozzo llamó a responder a sus preguntas al vice director Lorenzo Baldo, quien relató cómo fue hallada la fotografía en la que quedó inmortalizado el Capitán de carabinieri Giovanni Arcangioli, mientras se alejaba de la escena del atentado con el maletín del juez en sus manos. En medio de las llamas y de los edificios destrozados y aún humeantes de Via D’Amelio alguien decidió que esa agenda no tendría que encontrarse nunca más.
El vice director de nuestra revista hizo un repaso de las etapas que llevaron al descubrimiento de un resto destinado a aportar un aporte fundamental para las investigaciones. Ante la pregunta del Fiscal Gozzo sobre cómo Lorenzo Baldo llegó a saber de la existencia de la imagen en cuestión, el vice director habló de un “soplón” absolutamente atendible que nos señaló la existencia de una foto ‘de propiedad del fotógrafo palermitano Franco Lannino’.” Habló del desinterés por cualquier tipo de “primicia” por parte de Antimafia Duemila, de la absoluta precedencia que quisimos dar a la autoridad judicial para que la misma pudiera dar comienzo a nuevas investigaciones que finalmente nos conduzcan a la verdad, de cómo alertó al funcionario de la DIA (Dirección de Investigación Antimafia) de Caltanissetta Ferdinando Buceti, quien a su vez dispuso que se hiciera un allanamiento del estudio fotográfico de Lannino, donde una de las fotos del archivo testimoniaba efectivamente la presencia del capitán Arcangioli entre las 17:20 hs y las 17:30 hs de aquel 19 de Julio de 1992.
Posteriormente Baldo habló de cómo, incluso antes del aviso de la existencia de la foto de Arcangioli, le hubiera sido dicho (en forma anónima) que la Abogada Rosalba Di Gregorio estaba buscando entre las fotografías palermitanas la foto de un carabiniere alejándose de Via D’Amelio con el maletín de Borsellino en sus manos. En ese entonces el vice director se había anotado la información, pero todo quedó en la nada ya que no se encontró ningún otro dato que lo corroborara. Sólo después del aviso de la existencia de la foto de Arcangioli, Baldo relacionó los dos hechos.
Fue a partir de este acontecimiento que nació la investigación sobre la desaparición de la agenda roja, en la que Paolo Borsellino, asesinado por equilibrios político-mafiosos, anotaba todo lo que iba sabiendo sobre una cada vez más probable y terrible negociación entre el Estado y la mafia.
“Nuestro objetivo era simplemente el de hacer comprender cómo fue que nacieron las investigaciones sobre la agenda roja” confirmó finalmente Nico Gozzo.
Posteriormente el Fiscal Adjunto de Palermo, Vittorio Teresi, prestó declaraciones en las cuales se destacaron nuevos detalles del cuadro general de los primeros años de la década del Noventa.
De hecho Teresi explicó cómo el Juez Falcone recibió de parte del Fiscal Pietro Giammanco un informe sobre ‘mafia y contratas’, que se remontaba a 1990, totalmente minorado, ya que carecía de esos nombres y apellidos de los exponentes políticos conniventes con la mafia, a tal punto “que Giovanni no entendía el porqué de esa tensión que se había creado en la Fiscalía ya que el informe con el que él contaba era inconsistente”. Informe que Giammanco prefirió volver a poner “en su armario después de haber hecho sus anotaciones”.
Teresi volvió a confirmar el hecho que “únicamente en la versión de Giammanco estaba todo, no en el de Falcone, que era el juez instructor”. El magistrado además habló a la Corte sobre las revelaciones que el colaborador de justicia Gaspare Mutolo hizo a Borsellino: “Fue Pablo quien habló con nosotros. Recuerdo que hubo un momento de gran tensión después de que Borsellino nos quiso comunicar, después de un interrogatorio, que Mutolo consideraba infieles y cercanos a Cosa Nostra al Dr. Contrada y al Juez Signorino”.
Posteriormente Sebastiana Cardinale y Giuseppe Lentini, quienes en aquella época eran respectivamente inspector de la “policía científica” de Palermo y vice inspector de la “Criminalpol” de Palermo, declararon en relación a que no fueron retiradas las colillas de cigarrillo encontradas en el techo del inmueble de propiedad de los hermanos Graziano (relacionados con el clan Madonia) en Via D’Amelio, ya que en el marco del atentado se notaron movimientos sospechosos. Cardinale afirmó específicamente que no recordaba la existencia de esas colillas, a pesar de que su presencia haya sido comprobada por varios documentos fotográficos, mostrados por el Fiscal. En cambio según el inspector Lentini esos cigarrillos no tenían ninguna importancia. “-¿Porqué?”, pregunta el Fiscal. “-Porque no solo se encontraban en la terraza donde presumiblemente se encontraba apostado el comando mafioso”.
Una justificación que, según nuestra opinión, es irrelevante. Los análisis que jamás fueron realizados sobre las colillas de cigarrillos son otra pieza faltante que se agrega a las demás del puzzle del colosal despistaje que después de más de veinte años todavía no nos permite conocer los rostros de los ideólogos del atentado.

http://www.antimafiaduemila.com/2013042342456/giorgio-bongiovanni/processo-borsellino-quater-depone-antimafia-duemila.html

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