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cop70bigGEMELOS SIAMESES
Por Giorgio Bongiovanni
El privilegio del periodista, bajo su propio riesgo y responsabilidad, es el de poder ir más allá del límite de la estricta y ardua verdad procesal. Persiste, como es obvio, el deber de atenerse a los hechos pero, a partir de ellos y respaldados en la lógica, quienes tienen este oficio pueden permitirse hacer deducciones e incluso sacar conclusiones personales absolutamente legítimas.
Quienes nos siguen desde los primeros números de la revista recordarán que los atentados del ’92 y del ’93 y la ya famosa “negociación” siempre han sido el centro de nuestra línea editorial.

No por casualidad ANTIMAFIADuemila está dedicada a la memoria del General Carlo Alberto dalla Chiesa y a los Jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, que representan a todas las víctimas inocentes del terrorismo mafioso. Si vuelvo atrás con la memoria  inmediatamente me viene a la mente el primer encuentro con el coronel Michele Riccio. En aquella época todavía se encontraba en servicio, cuando estando sentados frente a un plato de nuestra amada cocina siciliana hablamos de esa maraña de hechos, delitos y omisiones que hoy es objeto de tres procesos.

En aquella época los indicios de delitos yacían aún en expedientes cerrados y/o archivados temporalmente con nombres, que hoy en cambio, finalmente, son de dominio público como el de “sistemas criminales”.

Fueron necesarios veinte años para abrir una hendidura de verdad, para ver una parte de los responsables materiales y morales frente a una única barra con la acusación de “amenaza a cuerpo político del Estado”.
Y después de todo este tiempo me convencí sobre un concepto muy simple que argumentaré con la mayor cantidad de datos objetivos posibles, en mi calidad de periodista.

Creo que el Estado y la mafia no convivieron y no conviven como todos, observadores y expertos, han sostenido siempre. No es una cuestión de política de contención en función de la cual el objetivo nunca fue el de destruir a la mafia, sino el de convivir con ella. No, yo creo que la mafia y el estado son dos realidades correspondientes al mismo poder, que el nuestro es literalmente un estado-mafia y quisiera explicar a qué me refiero.

Para evitar de meter a todos en la misma bolsa y para tratar de hacerme comprender mejor recurriré a la distinción que varias veces fue expresada por el Procurador Adjunto de Palermo Vittorio Teresi, y separaré al estado-mafia del Estado-Estado, pero con una nueva aclaración con respecto a la del magistrado.

 Yo no creo que haya un estado que controla el territorio, que lo administra, que mantiene la democracia y nuestro relativo estado de bienestar porque, crisis o no, seguimos siendo el 7° país más rico del mundo.

Yo creo, y lo digo con profundo dolor y tristeza, que el estado-mafia es ni más ni menos la actual clase dirigente que ha hundido a nuestro maravilloso país en el abismo social, económico, moral y cultural, con sus políticas y con su gestión económica, atrapando, hoy, 21 de Junio de 2013, mientras escribo, a la espléndida Italia en el dramático malestar en el que nos encontramos.
 
Y así como dice el Dr. Teresi, ese Estado-Estado no es más que un reducido grupo de ciudadanos, magistrados, intelectuales y personas honestas que se han convertido en partisanas de una resistencia contra este sistema mafia de la misma forma que lo hicieran los partisanos contra el régimen nazi-fascista.

¿Cómo llego a esta conclusión?
A partir de nuestra historia, la reciente.
Los atentados del ’92 y ’93 fueron cometidos por Cosa Nostra con “otros”, “participantes externos” como los define la Fiscalía de Caltanissetta, “ideólogos externos” según mi reconstrucción personal, la cual no necesita claramente la evaluación  de la Corte.

 De hecho según mi opinión hay una diferencia entre el atentado de Capaci, el de Via D’Amelio y las bombas que explotaron en el “continente italiano”. Mientras que para matar a Falcone tuvo lugar una increíble convergencia de intereses, como él mismo llegó a decirnos -porque el más genial de los magistrados no era simplemente el enemigo número uno de Cosa Nostra sino que además había entendido cuál era el proyecto reversivo del poder que en ese momento se estaba desarrollando-, para asesinar a Borsellino hubo un pedido expreso, una intervención preventiva, la así llamada “aceleración”. Y no me refiero solo al obstáculo que él representaba para la negociación entendida como el perverso diálogo entre Riina y el ROS (Reparto Operativo Especial) utilizando de intermediario a Don Vito Ciancimino (que, como han demostrado las investigaciones, el magistrado asesinado conocía), sino que me refiero más bien al obstáculo que suponía para la ejecución del proyecto a largo plazo. Es decir, “hacer la guerra para hacer la paz”, el nuevo pacto de estabilidad para mantener los equilibrios futuros entre el estado y la mafia.

Toto Riina, a pesar de estar cegado por la furia, jamás se habría soñado de tomarse el riesgo (que luego de hecho padeció porque fue traicionado por la espalda) sin tener una garantía superior a la que le negara anteriormente la vieja nomenclatura de la izquierda DC (Democracia Cristiana), a través de Don Vito, porque ya no estaba en condiciones de garantizarla.

La negociación de la “primera república” es en si, por un lado, un intento por parte de algunos de salvarse el pellejo, y quizás por el otro el desesperado intento de algunos de resistir (pero quedándose siempre bien sentados en sus puestos) a la fuerza reversiva que empujaba  desde la sombra para alterar los viejos equilibrios de poder. Aprovechándose sabiamente de la acción penal de los magistrados de Milán y en algunos casos provocándola, recurriendo a chantajes cruzados que son el sustrato vital del Estado-mafia. Pensemos por ejemplo en las declaraciones de Licio Gelli que ponen fin a la carrera de Claudio Martelli con el escándalo de la “cuenta de protección”.

Esto es lo que Falcone había entendido cuando estando preocupado por la muerte de Salvo Lima dijo “ahora puede suceder de todo”, y esto es lo que Borsellino había entendido y quizás había anotado en su agenda roja que luego de su muerte desaparecería en la nada.

Borsellino no estaba muy preocupado por las coartadas del ROS y quizás por ello no se mostró muy sorprendido por la confidencia de Liliana Ferraro, Borsellino corría contra el tiempo porque sabía que habría podido interferir con el gran proyecto, el de un nuevo estado-mafia. ¿Y cómo lo supo? Haciendo lo mismo que hiciera Falcone desde sus primeros pasos como magistrado: siguiendo las huellas del dinero.

Es por ello que siempre tenía los ojos fijos en la página Televideo Rai atento a las noticias de la bolsa, es por ello que Borsellino, más allá de su específica titularidad de las investigaciones tenía en su escritorio el dossier  sobre Vittorio Mangano y los hermanos Dell’Utri, es por ello que habían comprendido que para derrotar realmente a la mafia tenían que encontrar a “la gallina que más huevos de oro ponía”, después de la muerte de Lima.

Veinte años más tarde, ahora miremos nuestro País.
Las mafias autóctonas  facturan 150.000 millones de euros por año, obviamente por debajo de la cifra real por falta de documentos de balance. Es la única “empresa italiana” que en este momento de crisis es capaz de disponer de una cantidad inimaginable de dinero líquido con el cual puede comprar cualquier cosa. La alarma de los Jueces Instructores que se encuentran a cargo  de este aspecto es precisamente por las empresas que se encuentran en dificultades y que a causa de las políticas de austeridad dictadas por el sistema bancario criminal a menudo se ven obligadas a buscar otros sistemas crediticios, incluso a tasas de interés no exageradamente excesivos. Lo suficiente como para lavar dinero y lo justo como para entrar en la economía legal por la puerta principal. Los expertos la llaman shadow banking (sistema bancario en la sombra) que ha contagiado más del 30% de la economía legal y sigue en alza. Luego agregamos los datos de la enorme evasión fiscal y el inmenso costo de la corrupción.

¿Para vosotros es posible pensar que el sistema económico nacional pueda declararle la guerra al sistema económico mafioso? ¿Sobre todo en este momento?
Yo personalmente los veo como dos hermanos siameses que tienen demasiados órganos en común como para poder ser separados, si no quieren correr el riesgo de una vida muy breve.

Ojalá me estuviera equivocando, por el gran respeto que tengo por la gran cantidad de empresarios y trabajadores honestos de este País, al decir que nuestro tejido económico se ha desarrollado también gracias a la facturación de las mafias que con la competencia desleal y los peores tráficos (armas, droga y robos en general) ha alterado todo el equilibrio socio-económico desde sus cimientos.

Hagamos algunas cuentas rápidas, solo para limitarnos a los intereses evidentemente mafiosos: el puente del estrecho de Mesina, ni siquiera sabemos si llegará a construirse y ya se han gastado miles de millones de euros y ninguno de nosotros tiene idea de en qué y cómo; la autopista Salerno-Reggio Calabria, han pasado 50 años y sin embargo todavía no se ha terminado y se han gastado alrededor de 15.000 millones de euros; la autopista Palermo-Mesina se tardaron 45 años en completarla y las cuentas se duplicaron.
Recientemente a un único testaferro de Matteo Messina Denaro le fueron incautados 5.000 millones de euros, a otros 5 jefes mafiosos palermitanos unos 10.000 millones de euros… y no son nada comparados con la riqueza de Cosa Nostra en su conjunto, sumémosla a la de la ‘Ndrangheta que hoy es la más poderosa económicamente en el mundo occidental, gracias al monopolio del tráfico de cocaina y a la de la Camorra y así sucesivamente...

¿Qué es lo que habían entendido Giovanni Falcone e Paolo Borsellino?
Habían entendido cuál era el “gran juego”, el “sistema criminal”, el “estado-mafia”, y por ello Borsellino vomitaba el horror que le estaba siendo disparado en la cara y escribía en su agenda los nombres de quienes posteriormente la harían desaparecer.

Así se explica la verdadera razón por la que este proceso judicial sobre la “negociación” sigue siendo entorpecido, obstaculizado e impedido por todos los poderes, en todo sentido y con todos los medios lícitos e ilícitos, además de las amenazas de Cosa Nostra.

Es de la única forma que se puede explicar porqué se movió el jefe del Estado en persona en defensa de un único imputado. Es de la única forma que se puede explicar porqué el Procurador General de la Casación le haya preguntado al Procurador Nacional Antimafia, un caso sin precedentes, porqué buscaba un asidero para avocar a sí la investigación y llevarla a los turbios lidos de Roma. Es de la única forma que se puede explicar porqué el CSM (Consejo Superior de la Magistratura), las diferentes corrientes de la magistratura desde la derecha de Unicost, a la izquierda de MD (Magistratura Democrática), a la ANM (Asociación Nacional de Magistrados) se hayan compactado casi por completo contra los magistrados que tienen a cargo esta investigación, criticándolos, exponiéndolos, poniéndolos bajo acusaciones y aplicando acciones disciplinarias, aislándolos.
Es de la única forma que se puede explicar el frente único de la adversión política, que es obvia si viene de la derecha, pero escandalosa si viene de izquierdas por esa tradición de lucha antimafia auténtica existente desde Placido Rizzotto hasta Pio La Torre.

Simplemente porque todos, algunos culpables por mala fe, otros por ignorancia, y otros por no darle la debida importancia, todos saben que esta investigación puede atrasar veinte años el reloj, hasta llegar a 1992 cuando Falcone y Borsellino estaban vivos y podían impedir el proyecto reversivo que destruyó a nuestro País y que ahora atenta cada vez más peligrosamente contra nuestra Constitución.

Es por ello que harán de todo para detener a estos magistrados, tratando de sacarles dicha investigación o de echarlos de la magistratura, como hicieron con Antonio Ingroia y como querrían hacer con Nino Di Matteo, quien tiene que defenderse de una acusación hipócrita y fundada en pretextos, la de haber confirmado en una entrevista una noticia que ya había sido presentada a la opinión pública por uno de los medios de información del jefe de la P2 que lucha para ver cumplido su plan de renacimiento totalitario.

Es por ello que a Di Matteo le llueven amenazas de muerte con detalles terribles porque, una vez más, se presenta la convergencia de intereses. Inexplicablemente Messina Denaro sigue libre, listo para hacerle asumir a Cosa Nostra, nuevamente, el rol de brazo armado del estado-mafia, tal como lo definiera una vez el nuevo Presidente del Senado Pietro Grasso a quien realmente me gustaría preguntarle si sigue pensando igual.

Pero nosotros tenemos una esperanza. Si el Estado-Estado de los pocos y de los pequeños tendrá la constancia de sostener y apoyar a estos magistrados, de protegerlos y defenderlos y al mismo tiempo de comprometerse en defensa de la Constitución y de los valores formadores en los que la misma se inspira, entonces probablemente pagaremos el precio de una recesión económica, pero obtendremos la verdad y la posibilidad de hacer valer nuestra Carta Constitucional y convertirnos en un País libre y democrático en el más alto sentido del término.
Si en cambio el estado-mafia lograra detenerlos, y esperamos si así fuera que sea sin tragedias, entonces durante décadas nos veremos condenados nuevamente a asistir como espectadores indefensos al despiadado desmoronamiento de nuestras libertades culturales, sociales, territoriales, morales e incluso económicas, sometidas a un estado-mafia totalitario y tirano.  
La decisión es siempre una responsabilidad nuestra.

http://www.antimafiaduemila.com/2013071043953/giorgio-bongiovanni/gemelli-siamesi.html

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