ZANOTELLI200Del Comité Promotor de la Campaña #NO GUERRA #NO NATO - 11 de dicembre del 2017

Nápoles. Estoy indignado con esta Italia que se está militarizando cada vez más. Lo veo justamente desde el sur, el territorio económicamente más desastroso de Europa, pero cada vez más militarizado. En el 2015, se inauguró en Lago Patria (una parte de la ciudad metropolitana de Nápoles), una de las bases más importantes de la OTAN en Europa, que el 5 de septiembre pasado se transformó en el “Hub” contra el terrorismo (un centro de espionaje para el Mediterráneo y el África). También en Nápoles, el famoso cuartel de la Nunziatella fue vendido por la Municipalidad de Nápoles para convertirse en la Escuela Europea de Guerra, así lo quiso la Ministra de Defensa R. Pinotti. A Amendola (Foggia) llegó el año pasado el primer cazabombardero F-35 armado con las nuevas bombas atómicas B 61-12. En Sicilia, la base militar de Sigonella (Catania) se convertirá en el 2018 en la capital mundial de los drones. Y siempre en Sicilia, en Niscemi, se instaló el cuarto polo mundial de comunicaciones militares, llamado MUOS.

A medida que el Sur se hunde a nivel económico, crece la militarización del territorio (no es casual que tantos jóvenes del sur encuentren refugio en el ejército italiano para trabajar). Pero también a nivel nacional veo una tendencia similar: más y más gastos en armas y menos para educación, salud y bienestar.

Basta con mirar el fondo de inversión del gobierno italiano para los próximos años para darse cuenta. De los 46 mil millones previstos, 10 mil millones están destinados al Ministerio de Defensa: 5.3 mil millones para modernizar nuestras armas y 2.6 para construir el Pentágono italiano, es decir una estructura única para la jefetura de todas nuestras fuerzas armadas, con sede en Centocelle (Roma). De hecho, Italia está invirtiendo cada vez más en el campo militar a nivel nacional, europeo e internacional. Hoy en día está gastando una gran suma de dinero para los F-35, se trata de 14 mil millones de euros. Esto, a pesar de que el Tribunal de Cuentas ha señalado que cada avión nos costará al menos 130 millones de euros frente a los 69 millones previstos en el 2007. Este año el gobierno italiano gastará 24 mil millones de euros en defensa, que significan 64 millones de euros por día. Para 2018 se esperan mil millones más.

Pero es aún más impresionante la exponencial producción de guerra local: Finmeccanica (hoy Leonardo) se ubica actualmente en el octavo puesto mundial. ¡El año pasado exportamos 14 mil millones de euros, el doble del 2015! Gracias a la venta de 28 Eurofighter a Kuwait por ocho mil millones de euros, mérito de la ministra Pinotti, excelente VENDEDORA DE ARMAS. Y hemos vendido armas a muchos países en guerra, a pesar de la ley 185 que nos lo prohíbe. Seguimos vendiendo bombas, producidos por la fábrica RMW Italia en Domusnovas (Cerdeña), a Arabia Saudita que las usa para bombardear Yemen, donde está teniendo lugar la más grave crisis humanitaria del mundo según la ONU (y esto a pesar de las cuatro mociones del Parlamento Europeo). Italia ha vendido armas a Qatar y a los Emiratos Arabes con las cuales esos países arman a los grupos yihadistas en Oriente Medio y África (¡nosotros, que estamos orgullosos de luchar contra el terrorismo!). Hemos llegado a ser tan competitivos en este sector que obtuvimos un contrato para construir cuatro corbetas y dos patrulleros por un valor de 40 mil millones para Kuwait. No menos preocupante es nuestra producción de armas ligeras: ¡estamos en segundo lugar después de EE.UU.! ¡Con las armas que más matan! Y se sabe muy poco sobre este negocio.

Esta economía de guerra empuja al gobierno italiano a apoyar la militarización de la Unión Europea. Se acaba de inaugurar en Bruselas el Centro de Planificación y Comando para todas las misiones de entrenamiento, un verdadero cuartel general. Además, la Comisión Europea ha lanzado un Fondo de Defensa que desarrollará 5.5 mil millones de inversiones anuales para investigación y desarrollo industrial en el sector militar. Este fondo, lanzado el 22 de junio, representa una inyección masiva de dinero público en la industria de guerra europea. Está por nacer PESCO - Cooperación Estructurada Permanente de la UE en el sector militar (¡la Schengen de Defensa!) (Referencia del autor al Acuerdo de Schengen que suprimió los controles en las fronteras interiores de los países firmantes, todos pertenecientes a la UE, ndt). "Fortalecer la defensa de Europa - afirma Mogherini, Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores - también fortalece a la OTAN".

La OTAN, de la cual la UE es prisionera, se ha convertido en un monstruo que gasta un billón de dólares en armas al año. Trump pide ahora a los 28 países miembros de la OTAN que asignen el 2% del PBI a Defensa. Italia asigna hoy el 1.2% de su PBI para este rubro. Gentiloni y Pinotti ya han dicho que sí al pedido de Trump. Entonces Italia llegará a gastar 100 millones de euros por día en armas. Así, la OTAN gana, mientras está en duda el futuro de la UE.

De hecho, es la OTAN la que ha obligado a la UE a crear la nueva frontera en el este contra el nuevo enemigo, Rusia, con un impresionante despliegue de fuerzas militares en Ucrania, Polonia, Rumania, Bulgaria, Estonia, Letonia y con la participación también de Italia. La OTAN ha asignado 17 mil millones de dólares para el "escudo antimisiles". Y EE.UU. tiene la intención de instalar misiles nucleares similares a los Pershing 2 y Cruise (como los de Comiso) en Europa. Y Rusia está respondiendo con un arsenal balístico igualmente poderoso.

También forma parte de este plan la modernización de más de doscientas bombas atómicas B61, colocadas en Europa y reemplazadas con las nuevas B61-12. El Ministerio de Defensa ha publicado en estos días en la Gaceta Oficial el aviso de construcción en Ghedi (Brescia) de nuevas infraestructuras que albergarán treinta F-35 capaces de transportar dos bombas atómicas B61-12. Entonces, solo en Ghedi podemos tener aproximadamente sesenta B61-12, ¡tres veces más que ahora! ¿Será así también en Aviano? Si es así ¡nos arriesgamos a tener en Italia una fuerza atómica igual a 300 bombas como la de Hiroshima!

¡En el silencio más absoluto! Nunca como hoy, nos dicen los expertos, estuvimos tan cerca del 'abismo atómico'. Es por eso que ha sido providencial el Tratado de la ONU, votado el 7 de julio pasado, que prohibe las armas nucleares. ¡Sin embargo, Italia no lo ha votado y no tiene intención de votarlo! Es una vergüenza nacional. Estamos agradecidos al Papa Francisco por haber convocado una reunión el pasado noviembre en el Vaticano, referida a la energía nuclear, justo en este grave momento cuando el riesgo de guerra atómica es alto, y también por su llamado a prohibir las armas nucleares.

Lo que no puedo entender es la incapacidad del movimiento por la paz para reunirse y salir a la calle a gritar contra una Italia y una Unión Europea que se están armando cada vez más, frente a guerras sin número, frente a un mundo que se arriesga al holocausto nuclear. Sin embargo, en Italia existe una extraordinaria riqueza de grupos, comités, asociaciones y redes que trabajan por la paz.

Pero desafortunadamente cada uno sigue su propio camino. ¿Y por qué tanto silencio de los obispos italianos? ¿Y qué decir de las parroquias, las comunidades cristianas que se preparan para celebrar el nacimiento del "Príncipe de la Paz"? "Estamos cerca de la Navidad - nos advierte el Papa Francisco - habrá luces, habrá fiestas, árboles luminosos, incluso cunas ... todo mentira: ¡el mundo sigue haciendo la guerra!" Hoy más que nunca existe la necesidad de un movimiento popular que enfrente radicalmente esta economía de guerra.

Extraído de: change.org