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Se presentó en el Senado el último libro de Carlo Palermo

por Giorgio Bongiovanni, Davide de Bari y Karim El Sadi – 7 de mayo del 2019

"Toda la historia que se ha contado parte de Yalta. No solo la de todas las masacres en Italia, sino también todas las internacionales; no hay solamente un caso Moro, o Ustica, o Portella della Ginestra. Hay un diseño de un gobierno del mundo que quiere reducirnos a la esclavitud, también desde el punto de vista cerebral. Por esta razón, es casi imposible verificar y obtener documentos".

Estas fueron las palabras de la hija del estadista Aldo Moro, María Fida Moro, en la presentación del libro "La Bestia", escrito por el ex magistrado y sobreviviente de la masacre de Pizzolungo, Carlo Palermo, que tuvo lugar en el Senado de Roma. En la ocasión estuvieron presentes en el Palazzo Madama numerosas víctimas de la mafia, incluido el hermano del magistrado Paolo Borsellino, Salvatore, Margherita Asta, hija de Barbara Rizzo y hermana de Giuseppe y Salvatore Asta, quienes murieron en la masacre de Pizzolungo y Rosaria Costa, viuda del agente Vito Schifani quien perdió su vida en la masacre de Capaci.

Según la hija de Aldo Moro, los hechos que llevaron al asesinato de su padre "no son el pasado sino el presente" y todo esto "comenzó cuando tenía 7 años y no terminará jamás mientras yo esté en la Tierra". "Todo lo que concierne a las masacres, la connivencia y el mal puede asumir hoy cualquier forma, es como un camaleón. No sólo trabajó en ese momento, sino que sigue haciéndolo en la actualidad – continuó Fida Moro –. Es cierto que no somos responsables conjuntamente, pero no podemos esperar que el arcángel Gabriel venga con una espada de fuego para resolver las cosas, sería muy agradable y cómodo, pero no es así". Cuando estamos en una democracia, somos "corresponsables de lo que sucede y, si no nos hacemos cargo la democracia se va a pique" – señaló –. La democracia es una forma de gobierno muy difícil de gestionar porque todo depende del pueblo. Para eso es soberano, precisamente porque es responsable de la democracia que existe en el país".

Siempre sobre el caso Moro, la ex senadora dijo: "No vine aquí para llevar agua a mi molino, pero aprovecho la oportunidad para decir una cosa: después de los nazis, Alemania asumió toda la responsabilidad ética de lo sucedido, incluso cuando las personas dijeron que eran culpables. En cambio, Italia no lo hizo, prefirió un camino de menor resistencia eligiendo el de los masones, la mafia y las brigadas rojas. Y no solamente eso – continuó – Cossiga dijo que en el caso Moro, estaban involucradas 10.000 personas, en diferentes niveles. Esta historia no está cerrada y no lo estará hasta que Italia asuma toda la responsabilidad a nivel político, civil y cultural, no irá a ninguna parte y, por lo tanto, no solo no valoriza su propia democracia, sino que carece de sentimientos similares a los de la posguerra y de la resistencia. Esto trajo malas consecuencias, muy feas, porque los italianos éramos recordados por ser fraternales y solidarios".

Durante su discurso, la hija de Aldo Moro dijo: "Me avergüenza ser italiana y no sólo porque soy Maria Fida Moro sino porque el Estado italiano no puede usar el nombre de Aldo Moro como emblema de las víctimas del terrorismo ni aplicar la ley 206 del 2004". Fida Moro dijo entonces que "todos ustedes están en el caso Moro, no solo yo que pagué el precio" de algo que "no comenzó el 16 de marzo y terminó el 9 de mayo" – explicó – "sino que es algo que no nos permite renacer y reconocernos a nosotros mismos como ciudadanos de un país serio y amoroso, con sus límites, pero siempre dispuesto a ayudar". Esto no depende del gobierno sino de cada uno de nosotros". "Mi padre pagó con su vida por este signo de comunión con los demás", continuó la hija de Aldo Moro, quien luego se refirió al proceso de beatificación de su padre y dijo que le pidió al pontífice que lo detuviera: "Le pedí al Papa Francisco que detenga el proceso de beatificación, propuesto por un grupo que es expresión de esos poderes extraordinarios que tanto irritan – concluyó –. No quiero ser una víctima, me niego a serlo porque todos somos víctimas en la medida en que no recuperamos nuestra dignidad".

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Italia es un país sin soberanía

De misterios, masacres y poderes ocultos habló el autor Carlo Palermo, durante la presentación de su libro "La Bestia". El ex magistrado, ahora abogado, confirmó la teoría de la hija de Aldo Moro precisando, en lo que respecta a Italia, que "hay componentes ocultos que han surgido en todos los procesos de nuestra historia desde 1947 y después del final de la Segunda Guerra Mundial, incluso antes de que entrara en vigor nuestra Constitución, que ya había sido socavada por la masacre en Portella della Ginestra en la que existe un secreto de Estado". Componentes nefastos que "existen todavía hoy" y que "han hecho fracasar el elemento fundamental que debe regir en toda democracia, el principio de soberanía", dijo con enojo el abogado. "No hemos tenido – agregó Palermo – desde el comienzo de nuestra historia la posibilidad de crear un pueblo libre en nuestro país". Estas estructuras ocultas serían las mismas que habrían ayudado a producir los graves hechos de sangre de corte mafioso-subversivo en el siglo pasado. Por esta razón, para Carlo Palermo "lo que llamamos terrorismo no es solo terrorismo y lo que llamamos mafia no es solo mafia". Esta última, en particular, no sería más que "el brazo armado o el nivel ejecutivo de una mente directriz que tiene nombre y apellido".

El ex magistrado finalmente se concentró en lo más importante que pudo descubrir durante los años en los que se dedicó a la "reconstrucción de los fragmentos de nuestra historia hasta hoy" y, por lo tanto, a la redacción de su libro "La Bestia". Específicamente, Palermo explicó que Italia estaba a merced de dos "líneas" o estrategias geopolíticas distintas. A la primera la definió con el nombre "Atlántico" y tenía "el objetivo de contrarrestar el avance del comunismo hasta la demolición del Muro de Berlín" a través de operaciones secretas como "Gladio" y "Stay Behind". La segunda, en cambio, llamada "pro-árabe liderada por Aldo Moro, Bettino Craxi y Giulio Andreotti, con la cual Italia trató de desempeñar un papel autónomo en el Mediterráneo, en medio del cual estaba el tema de Medio Oriente, definido como un foco infeccioso permanente desde entonces. Es una guerra que debe durar para siempre – subrayó Palermo – y que nadie debe ganar porque sirve para mantener el fuego del poder de legitimación del gobierno de la guerra imperialista". "Si no se entienden estas cosas – concluyó el autor del libro – no se llega a comprender cuáles son los problemas fundamentales de nuestro Estado y de su papel no reconocido, que se desprecia porque no hemos tenido la oportunidad de tener una verdadera democracia".

“¿Averiguación de los autores intelectuales? Estamos casi a cero"

Junto a Carlo Palermo intervino otro magistrado, ya retirado, Giovanni Tamburino, el cual, mencionando su pasado como juez investigador de Padua, declaró que "el problema de las desviaciones – un tema repetidamente tratado durante la presentación del libro – debe ser visto con una perspectiva histórica". "En 1974, cuando comencé a interesarme por los eventos de carácter subversivo, la calificación de desviación era bastante natural, casi automática para el juez", recordó el ex magistrado. "Nos encontrábamos frente a los fenómenos de los grupos extremistas neofascistas que organizaron actividades delictivas de manera programática y, en comparación con esto, los aparatos del Estado parecían absolutamente extraños y en una posición completamente opuesta". Solo después de un ulterior análisis de los elementos "esta certeza fue cuestionada, porque la consecuencia de esta clasificación automática parecía dudosa. Porque el grado de desviaciones era tal que hacía inevitable pensar que existía, en cambio, una línea directiva consciente que tenía un significado político de naturaleza histórica". "De esto no se hablaba en 1974 – continuó Tamburino – nunca se habló de la existencia de los servicios secretos o de un sector de la estructura general del Estado que permanecía oculto". Para el ex juez que se ocupó de la conocida investigación sobre la "Rosa de los Vientos", una organización secreta neofascista nacida del modelo "Gladio" que operaba principalmente en el noreste, hoy, en comparación con 1974, "nuestro conocimiento ha aumentado enormemente, lo que nos permite reconstruir vínculos con suficiente certeza, algunas cosas ya no son hipótesis sino realidades absolutamente ciertas". Sin embargo, el ex magistrado debió precisar que "no existe un nivel completo de conocimiento. Todavía no lo sabemos todo porque, con respecto a una serie de hechos como el crimen de Moro y las masacres, si bien sabemos casi todo sobre los ejecutantes, aún carecemos de toda la parte concerniente a los autores intelectuales o directores, los financistas. Sobre esto las investigaciones judiciales están casi en cero". Al respecto, sin embargo, "el libro de Carlo Palermo ofrece incentivos para ir más lejos", concluyó el juez.

"Las logias utilizan a las mafias"

Retomando lo dicho por la hija de Aldo Moro, el presidente de la Comisión Parlamentaria Antimafia, Nicola Morra, habló, citando la conferencia de Yalta, de cómo nuestra nación tiene, de hecho, una "soberanía limitada". Morra luego recordó lo que dijo el ex gran maestro del GOI (Logia Gran Oriente de Italia, ndt) Giuliano Di Bernardo en el juicio 'Ndrangheta stragista: "El ex gran maestro, respondiendo a las preguntas del fiscal Giuseppe Lombardo, dijo que en 1992 de 32 logias masónicas 28 eran controladas por la 'Ndrangheta, pero en realidad era al revés; sobre todo en aquellos niveles que nos cuesta identificar". Según el presidente de la Comisión Antimafia "las logias en las cuales no hay un documento escrito para ser miembro son las que conservan el verdadero poder". Otro punto tocado por Morra refirió a los temas que conforman la historia del '900 que a menudo no se enseñan a los niños en la escuela. "Entonces ¿por qué debemos enfadarnos con aquellos que no quieren que se estudie nuestra historia reciente? Porque es preciso saberlo todo – dijo – y más que nada esa historia que se deja a un lado en los manuales". Al concluir su discurso, Morra dijo que los libros como los de Carlo Palermo "son útiles, especialmente si al salir de esta sala nos dan la energía necesaria para enfrentar a los niños porque la única revolución posible es la cultural. Los niños deben saber y luego comprender, pero mientras tanto deben saber que este es un país con soberanía limitada".

Gracias a las pruebas recogidas en el último libro de Carlo Palermo, junto con los testimonios de miembros de la familia, como el de María Fida Moro, podría reabrirse la investigación de algunos casos, como el de la muerte de Aldo Moro, y finalmente podríamos llegar a conocer la verdad.

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*Foto de Portada: www.antimafiadosmil.com  de Emanuele Di Stefano

*Foto 2: www.imageneconomica.com  / Carlo Palermo

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