La “Tratativa” (La negociación) sigue acumulando asombros y elogios
Por Giada Trobbiani - 8 de Abril de 2015
“La negociación fue algo perverso. Provocó que servidores del Estado sacrificaran su vida para salvar la de algunos políticos que estaban en la lista de condenados a muerte, porque no habían respetado los acuerdos tomados”. Estas fueron las fuertes palabras de Salvatore Borsellinoal intervenir a través de skype luego de la proyección de la película de la directora cinematográfica Sabina Guzzanti, “La Trattativa” (La negociación). Esos acuerdos a los que se refiere Salvatore Borsellino, entre el Estado y la mafia fueron tomados a espaldas de los ciudadanos italianos.
Durante la velada del 31 de marzo, en el Cine “Super8” de Campiglione (Fermo), se realizó la 528º proyección de la película que se estrenó el 2 de octubre del año pasado y que posteriormente ha sido difundida a través de diferentes asociaciones y ciudadanos de toda Italia. En esta ocasión luego de la proyección del film se realizó un debate moderado por Anna Petrozzi, jefa de redacción de la revista ANTIMAFIADuemila, y la velada terminó siendo todo un éxito, contando con la presencia de más de 500 personas. Fue una clara y evidente demostración de que en la gente existe esa voluntad de conocer y comprender la historia de nuestro pasado para poder ver con claridad la situación actual.
Lo que asombra es el hecho de ver que esta película, que en muy poco tiempo y sin una campaña publicitaria de por medio, haya logrado llenar nada menos que dos salas cinematográficas ya solo en Fermo y que en cambio en el momento de su estreno no haya despertado mayor interés; nadie hablaba de ella y en un corto lapso de tiempo fue levantada de la cartelera. ¿Acaso a la gente no le interesaba el argumento? ¿O mejor dicho la claridad de los hechos narrados y la linealidad con la que los mismos son relatados resultaron ser incómodos para otros? Al responder a las preguntas del público acerca de cómo fue financiado el largometraje Guzzanti confesó que el Ministerio que tiene a su cargo la distribución de fondos para el interés cultural rechazó su solicitud (en la Comisión de dicho ministerio se encontraba la mujer del Senador Antonio D'Alì, acusado de conexiones con la mafia y que después fue absuelto), contrariamente a otros dos “cine-panettoni” (comedias italianas que se estrenan en el período natalicio). “La negociación Estado-mafia – afirma la directora – no es un escándalo como cualquier otro, sino que representa el acto fundacional de la Segunda República”. Una República caracterizada por la “conjura del silencio” mantenida a lo largo de 20 años por personajes de las instituciones y que parece seguir vigente ennuestros días.
Giorgio Bongiovanni, orador de la velada y director de la revista ANTIMAFIADuemila, llamó la atención del público presente sobre los graves hechos que están ocurriendo en este momento en Sicilia, pero de los cuales casi no se oye hablar, focalizándose en el pool de magistrados que tiene a su cargo el delicado proceso judicial, precisamente sobre la negociación, que se está desarrollando en Palermo y en el hecho de que para salvaguardar su integridad física es necesario actuar hoy, mientras todavía se puede hacer algo. Entre ellos se encuentran: Nino Di Matteo, Roberto Tartaglia, Francesco del Bene y Vittorio Teresi, representantes y defensores de la justicia italiana que arriesgan su vida día tras día y de la que nosotros mismos tendríamos que sentirnos los primeros responsables.
El mismo Paolo Borsellino la perdió trágicamente en 1992 a manos de Cosa Nostra y con él también desapareció misteriosamente la “Agenda Roja”, potencial elemento clave de la Negociación. El estupor que uno siente al ver esta película, más allá de la originalidad de su estilo (una mezcla de representación teatral y docu-film), se debe a la capacidad de llegar en forma clara y directa al corazón y a la mente del espectador, de manera tal de ayudarlo a reconstruir los acontecimientos que han caracterizado la historia y la política de aquellos años.
Hay que reconocer el gran mérito y honor de Sabina Guzzanti por haber dado los nombres, no solo de los exponentes políticos y mafiosos de los años de los grandes atentados, sino también de los representantes del Estado que aún hoy siguen ocupando puestos importantes. En el bien y en el mal.
Una película que ha generado muchos interrogantes e inquietudes en los presentes en la sala, que se quedaron hasta tarde, y a los cuales Salvatore Borsellino respondió con tristeza ya que “lamentablemente han pasado más de veinte años de este atentado y la gente no reacciona como lo habría hecho en el ’93, o ’94 si esta negociación hubiera salido a la luz”. Una verdad innegable que tiene que despertar de la actitud de resignación y apatía de la existencia, para abrirle las puertas a la posibilidad de que cada individuo tiene de actuar responsablemente en el presente porque, como decía el cantautor Giorgio Gaber, “la libertad es participación”
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