Pin It
Por Saverio Lodato - 6 de septiembre del 2018

Son realmente tantas las víctimas de la mafia, o del Estado (que es lo mismo), que se puede decir que no hay una semana del calendario que no obligue a una triste ceremonia, al recuerdo de un aniversario, a la mirada retrospectiva de una masacre o un magnidicio, con una larga fila de otras víctimas que vestían uniforme o ropa civil, poco importa. Por un momento, los nombres ilustres vuelven a ser el centro de atención de las noticias, con fotos incluidas, con la última declaración del familiar que, sacrosantamente, no desea olvidar, callar o renunciar a mantener vivo el recuerdo de un ejemplo para la comunidad que, de lo contrario, podría perderse.

Nuestro verano, el verano de Palermo – porque alguien, quizás con buen humor pero con razón dijo que la mafia mata "solo en verano" – está llena de aniversarios de sangre: Ninni Cassarà y Beppe Montana, Libero Grassi, Gaetano Costa y Paolo Borsellino, y Paolo Giaccone, y Boris Giuliano, Dalla Chiesa, Rocco Chinnici ... y otros tantos, si no más, que fueron asesinados en invierno, otoño y primavera.

Hay formas y formas de recordar quién ha caído. Y muy a menudo dentro de las mismas familias encontramos diferencias, distintas opiniones, el reconocimiento parcial de lo que se ha descubierto en el proceso o las expectativas aún intactas sobre el futuro de las investigaciones; el repudio total de la política y de los políticos, que con palabras siempre llevan adelante la lucha contra la mafia, pero muy raramente lo hacen con gestos efectivos y actos coherentes; o tal vez la esperanza de aquellos que, comprometiéndose personalmente con la política, esperan que las cosas salgan mejor. Es correcto que esto sea así, ya que no existe una receta ideal para mantener viva la memoria de los fallecidos, cuya herencia, sin embargo – y esto nunca debe olvidarse – pertenece a todos.

En principio debe decirse, incluso si hay alguna excepción, que la abrumadora mayoría de los ejecutores materiales de esos crímenes han sido llevados ante la justicia. Las cadenas perpetuas han caído en avalancha sobre los jefes de la mafia, soldados o "picciotti", luego de investigaciones meticulosas que a veces duraban años y años, y que involucraron a docenas y docenas de jueces de cada grado. En resumen: ninguno de esos verdugos puede gritar que se han equivocado de persona.

Y sin embargo, a pesar de todo y a tantos años de distancia, hay una piedra que sigue molestando.

Sin embargo, cuando el miembro de la familia habla en el aniversario de su ser querido, independientemente de cual sea su elección para recordar, se advierte la existencia de algo "no dicho": la condena de los homicidas no ha sido suficiente para aliviar el dolor.

Se intuye, se sabe, se comprende que hay algo más.

Y es esa maldita sombra de los instigadores, percibida, entrevista, nunca ligada al fondo de la investigación, la que no permite a nadie afirmar que todos los culpables han pagado todo lo que había que pagar.

Porque esos muertos no fueron por casualidad.

Porque todos esos muertos se encontraban, más o menos conscientemente, dentro del Gran Juego del que hablaba Falcone.

Son figuras de funcionarios del Stato las que rondan, mucho antes de que los mataran. Grandes figuras, no figuritas. Y haríamos mal si redujéramos su trágico final al capricho de un gángster ordinario.

Ahora es un hecho, incluso si los periódicos y la televisión tratan de extender una dolorosa mortaja sobre esta noticia, que los carabineros y los departamentos de élite han sido condenados por un Tribunal Penal a muchos años de prisión por la tratativa entre el Estado y la mafia que ensangrentó las calles de Palermo y de toda Italia. Los condenados usaban un uniforme.

Y ese uniforme lo usaban también muchos de los que cayeron en verano, y no sólo en verano.

Será por esta razón que, en los días de los aniversarios, permanece siempre el sabor amargo de lo "no dicho".

----------------
Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.

Foto © Paolo Bassani

 

REDACTORES

anna.jpgbgeorges.jpgbgiorgio.jpgbjuan.jpgblorenzo1.jpg
Copyright (c) 2009. Antimafia Dos Mil Argentina