Por Giorgio Bongiovanni y Aaron Pettinari-8 de abril del 2020
¿Cuál es el problema que Italia deberá retomar después de la emergencia del coronavirus? No es la mafia, ni la corrupción, sino el poder judicial italiano: palabras de Edward Luttwak. El politólogo de los Estados Unidos, consultor del Departamento de Estado americano y hombre cercano a los servicios secretos estadounidenses, en una conexión desde los Estados Unidos, intervino de manera vergonzosa, por decir lo menos, en la transmisión de Di Martedì, puesta al aire anoche en La7.
"Los inversores en el mundo no temen a la mafia ni a la 'Ndrangheta. Temen a los magistrados italianos: perros sueltos que hacen cualquier cosa –dijo inmediatamente después de la intervención del Fiscal Jefe de Catanzaro, Nicola Gratteri– hoy leí el nuevo decreto emitido por el gobierno. Veo la energía para actuar de los funcionarios y el ministro de finanzas. El decreto del gobierno italiano fue de 100 páginas, mientras que en Suiza y Estados Unidos hacen lo mismo en ocho páginas. ¿Y por qué razón? Porque cuando el Estado italiano se mueve por todas partes hay 150 cosas, porque luego se llevan a cabo estos juicios. Magistrados y tribunales que no han escrito una sentencia durante 4 o 5 años. Espero que, después de esta crisis, los italianos salgan con la idea de innovar".
Palabras de las que el invitado en el estudio, el viceministro de salud Pierpaolo Sileri, se distanció de inmediato, pero no el conductor Giovanni Floris, quien en lugar de responder con firmeza prefirió soslayarlas, aunque con vergüenza, con un simple "tengamos en cuenta que al profesor Luttwakse le escapa lo que significa la expresión en italiano, pero ciertamente podrá explicárnoslo" (sic).
Lástima que al regresar de la publicidad el tema no fue retomado y el mensaje quedó así, sin aclaraciones.
En el mejor de los casos, porque la gravedad de las palabras fue subestimada. En el peor, porque estamos de acuerdo con el mensaje dado, esto es, que los magistrados podrían ser un obstáculo más para la recuperación, si se quiere considerar el silencio como asentimiento.
Nicola Morra, presidente de la Comisión Parlamentaria Antimafia, también se refirió a las declaraciones del politólogo estadounidense: "Las palabras de Luttwak sobre los magistrados italianos son profundamente ofensivas e indignas. Muchos, demasiados magistrados han muerto en el cumplimiento de su deber, fieles al juramento a la República, para luchar contra las mafias, el crimen y la corrupción, para hacer cumplir la ley. Los histriónicos de los programas de entrevistas no pueden permitirse pronunciar palabras que reflejen errores gramaticales institucionales inaceptables. El poder judicial es un poder independiente, no "perros sueltos". ¿O tal vez se desee la sumisión de los magistrados al poder político? Muchas veces puede haber momentos de dialéctica compleja y tensa entre el poder judicial y otras instituciones republicanas, pero el respeto necesario y debido a sus funciones nunca ha fallado. Las disculpas deberían ser el mínimo exigible".
Consideraciones compartidas también por Carmelo Miceli, diputado y jefe de seguridad del Partido Demócrata, quien destacó que "en una emergencia, más que en la normalidad, necesitamos que nuestros jueces garanticen que quienes invierten en nuestro país lo hacen respetando la ley". Y luego se preguntó: "¿Luttwak conoce los niveles de corrupción y penetración del crimen organizado en Italia? ¿Tiene presente la larga y triste secuencia de muertes entre magistrados y agentes de la ley empeñados en hacer cumplir la legalidad? Las peligrosas e injustas falsedades reportadas por Luttwak ofenden nuestra historia y nuestra memoria".
Lo cierto es que personajes como el consultor del Departamento de Estado americano pueden ser cualquier cosa menos incautos. Figuras como él saben perfectamente que el nuestro es el país de los pactos entre la mafia y el Estado, y que el crimen organizado, en conjunto, produce ingresos de 150 mil millones de euros por año. E igualmente están al tanto de los estudios que muestran cómo la corrupción, cada año, produce pérdidas de cifras cercanas al 13 por ciento del producto interno bruto.
Entonces ¿por qué esas palabras?
Porque en estos días cierta política está tratando de "hacer saltar la banca".
El ex ministro Matteo Salvini ha vuelto a proponer amnistías de todo tipo, mientras que el presidente de la región de Liguria, ex Forza Italia, Giovanni Toti, en una entrevista con "Avvenire" propuso eliminar, por al menos dos años, el sellado de los contratos, las licitaciones europeas, los controles paisajísticos y los certificados antimafia.
Todo gratis. Un poco de eso es lo que el politólogo de la derecha americana repitió cuando dijo que este es el momento, para Italia, de "reabrir y trabajar", "para volver a construir". Palabras que parecen más una indicación del "modus operandi" a seguir.
Porque tales figuras nunca hablan por sí mismas.
De los documentos incautados en la "cueva del Sismi", en via Nazionale, dirigida por Pio Pompa, se descubrió que Luttwak fue retribuido generosamente por el Sismi, dirigido por Nicolò Pollari. Pero hay quienes afirman que ha trabajado y sigue trabajando con la CIA.
Y en sus varias "presentaciones" de televisión, en sus entrevistas, en sus discursos, a menudo ha traído "confusión", eliminando la verdad de los hechos.
Pensemos en el caso Moro. En varias ocasiones Luttwak, abordando el tema, ha presentado el asesinato del Presidente del Consejo de la DC sólo como una cuestión de brigadistas, absolviendo a cualquier otro tipo de aparato de poder.
También fue portador de ideas extravagantes como la separación de Sicilia de Italia. Una idea antigua que también tuvo Cosa Nostra con el nacimiento del proyecto Sicilia Libre, el movimiento de independencia apoyado en primera persona por Leoluca Bagarella (cuñado de Totò Riina), que luego fue abortado.
En los últimos años ha habido una parte sana de la magistratura que trató de arrojar luz sobre estos hechos, como así también de generar un grito de alarma acerca de cómo las mafias, o sería mejor decir el sistema criminal integrado, puede aprovechar el momento para volver a expresar todo su poder y socavar aún más a nuestra democracia.
Los "perros sueltos" de los servicios lo saben y atacan con sus mejores "vasallos".
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*Foto de Portada: www.la7.it
*Foto 2: © Imagoeconomica / El presidente de la Comisión Parlamentaria Antimafia, Nicola Morra