Por Giorgio Bongiovanni y Aaron Pettinari – 10 de abril del 2020
"¡Señora Merkel, permanezca firme!", es el título del artículo que apareció en la versión online de "Die Welt", firmado por el editorialista Christoph B. Schiltz, en el que se le pide al gobierno alemán que no ceda a las solicitudes italianas sobre los corona bonos porque "la mafia espera la ayuda europea".
Lo decimos de inmediato. Es probable que las organizaciones criminales intenten insertarse entre los pliegues financieros para interceptar cualquier liquidez, pero usar el argumento de abandonar a Italia a su destino en este grave momento de emergencia es un hecho grave y extremadamente peligroso, porque sin la intervención estatal, incluida la contribución de la Unión Europea, se corre el riesgo de entregar una gran parte del país a las mafias. Las contribuciones a las empresas, a los pequeños y medianos empresarios, a los trabajadores y a las familias, son para frenar esta eventualidad: evitar que el crimen organizado, gracias a los ríos de dinero disponibles, represente el nuevo bienestar al que aferrarse.
El tema central que "Die Welt" pretende no saber es que la mafia no es una "cuestión italiana", sino que se extiende dramáticamente por toda Europa.
Las inversiones después del muro de Berlín
En Alemania, el silencio y la omertá sobre el tema han reinado durante años, a pesar de las numerosas investigaciones realizadas tanto por las autoridades italianas como por las extranjeras, demostrando cómo, precisamente en Alemania, la mafia ha invertido fuertemente, "contribuyendo" al crecimiento económico del país. Porque Cosa Nostra, la 'Ndrangheta y la Camorra continúan prosperando también gracias al dinero, proveniente del narcotráfico, reciclado en Alemania en la compra de departamentos, hoteles, pizzerías y restaurantes, además de acciones en empresas y compañías alemanas. Los jefes mafiosos, en la década de los noventa, fueron interceptados mientras hablaban de las inversiones que se realizarían en Berlín del Este. Recuerdo también que en una entrevista el colaborador de justicia Gaspare Mutolo me dijo que ya en los años ochenta había una orden para invertir capital en suelo alemán porque habían sido informados de que el muro de Berlín pronto caería. También lo dijo cuando fue escuchado ante la Comisión Parlamentaria Antimafia: "Cuando se hablaba de la ley de Pio La Torre – dice el arrepentido refiriéndose a lo que después se convirtió en el 416 bis –, era en los primeros meses de 1982, Madonia (Nino, jefe del mandamento de Resuttana, aliado de los corleoneses, ndr) nos aconsejó, a Micalizzi y a mí, porque sabía que estábamos trabajando a toda velocidad con la heroína, no correr ningún riesgo. Nos dijo que, si aprobaban esta ley, podríamos perder todo el dinero y nos propuso invertirlo en Alemania donde todo estaba tranquilo". Esos flujos de dinero, que miembros prominentes e intermediarios de las diversas familias de la mafia invirtieron masivamente en empresas legales, fueron funcionales para recuperar la economía alemana de la magra experiencia soviética. Poco importa si al mismo tiempo se modificaba la ley del libre mercado. Todo sucedió sin ningún control real.
En el libro "Las mafias sobre los escombros del muro de Berlín" (Ed. Diarkos), escrito en forma conjunta por la periodista Ambra Montanari y la euro diputada Sabrina Pignedoli, Bernd Finger, ex investigador jefe de la BKA, se cuenta cómo en ese momento: "Llegaron con los maletines llenos de dinero en efectivo, querían comprar edificios y tierras agrícolas. Los funcionarios pensaron que era algo curioso, pero en ese momento no era ilegal. En esa época no hubo investigaciones, nada de lo que se estaba haciendo era ilegal". Flujos de dinero que nunca se extinguieron.
En el 2014, el Fiscal General de Palermo, Roberto Scarpinato, advirtió que: "La mafia en Alemania quiere que los alemanes piensen que no existe. Ya no necesita ser violenta. Puede seducir con capital. El mundo de hoy corre el riesgo de ser conquistado por la mafia a través de la seducción del capital y países como Alemania están en alto riesgo". Y continuó: "Cuando no se trata de averiguar la fuente del dinero y se acepta el ingreso indiscriminado de capital en el propio país, entonces es la moralidad misma de un pueblo la que está en riesgo. En tiempos de crisis como hoy, el poder del dinero y la corrupción pueden convertirse en una epidemia que sacuda los fundamentos de una sociedad. Alemania debe decidir si le da la bienvenida a la mafia o si lucha contra ella".
Después de la "Masacre de Duisburg"
Sin embargo, todo esto nunca se discutió en tierras alemanas a pesar de que, el 15 de agosto del 2007, el silencio y la invisibilidad de la mafia fueron destrozados por la masacre de Duisburg, en la que fueron asesinados con 55 disparos de armas de fuego, seis jóvenes (Marco Marmode 25 años, Francesco Giorgide 16, Francesco Pergolade 22, Marco Pergolade 19, Sebastiano Strangiode 38 y Tommaso Francesco Venturide 18). Todo el país se despertó conmocionado y, por primera vez, comenzó a darse cuenta de cuánto había penetrado la mafia en el sistema social y económico alemán. Pero no fue suficiente. Como después de ese evento no se repitieron otros actos de violencia, también debido a la sumersión llevada a cabo por la 'Ndrangheta, la opinión pública alemana volvió a subestimar el problema. Pero la verdad es que el crimen organizado de Calabria en Alemania cuenta con alrededor de unos cincuenta "locales" activos. Aquí residen familias importantes. Entre estas, las más influyentes son los Farao de Cirò Marina, los Giglio de Strongoli, los Maesano de Isola Capo-Rizzuto, los Mazzafferro de Gioiosa Jonica, los Morabito de Africo, los Muto de Cetraro, los Nirta-Strangio de San Luca, y los Pelle-Vottari (en guerra entre ellos), pero en Alemania también prospera el negocio de los grandes narcotraficantes, como los Piromalli de Gioia Tauro, los Ursino de GioiosaIonica y los aliados de San Luca Romeo (Staccu) - Pelle (Gambazza), Giorgi y Mammoliti. Clanes que, como ha surgido en múltiples investigaciones, están presentes en casi todas las principales ciudades alemanas. En una intercepción telefónica, el joven Vincenzo Farao, hijo de un jefe de Cirò Marina, explica: "En Alemania podemos hacer de todo". En otro, Luigi Muto, nexo de unión con la célula alemana, declaró sin medias tintas que "Alemania es una lavandería". Pero Cosa Nostra, Stidda, Camorra y Sacra Corona Unita también tienen sus "representantes" en el territorio. Por otra parte, no es casualidad que varios fugitivos hayan sido arrestados recientemente en Alemania. Lo sabe la BKA, o policía federal alemana, que envió un importante informe a la Fiscalía de Catanzaro, que se agregó al expediente de la operación Stige. Sin embargo, las páginas de "Die Welt" no hablan de estos temas, y menos aún de las razones por las cuales tal infiltración en el país ha sido posible.
Ausencia de normativa
La razón se dice pronto. En Alemania, así como en el resto de Europa (excepto Italia, ndr), no existe una normativa capaz de enfrentar la proliferación del fenómeno. Baste decir que hasta la fecha no existe el delito de asociación para delinquir de tipo mafioso, lo que permite abrir investigaciones incluso sobre la base de una presunta pertenencia a una pandilla. Las investigaciones independientes, es decir, no vinculadas a una solicitud de ayuda de Italia, en los raros casos en que se realizan, para poder concluir con éxito, deben demostrar la culpabilidad con respecto a los delitos previstos en el ordenamiento jurídico del país – como el narcotráfico, el lavado de dinero, las bandas armadas, la rapiña, etc.
Luego está el problema, no menos importante, de la legislación sobre el secuestro de bienes.
El fiscal adjunto de Florencia, Luca Tescaroli, lo ha explicado recientemente: "Las medidas de prevención patrimonial no están reconocidas en Europa. Se intenta abordar el problema mediante el uso de una herramienta puesta a disposición en un acuerdo del Consejo de Europa rubricado en Varsovia en el 2005, sobre lavado de dinero, búsqueda, incautación y confiscación de bienes producto del delito. Existe una norma, el artículo 21.1, que permite solicitar una acción de confiscación, pero la posibilidad concreta de utilizar esta herramienta y, por lo tanto, de lograr el objetivo de congelar el activo, se deja librada a la voluntad del Estado al que se solicita. Existen dificultades derivadas de la sincronización. Debido a que no existe un mecanismo que permita ejecución inmediata en el extranjero y siempre es necesario pasar por las cartas rogativas con la complejidad de las relaciones con el Estado requerido y la necesidad de traducciones".
A esto se suman los límites de los investigadores ante la imposibilidad de realizar intercepciones en el extranjero, o las numerosas dificultades para hacer cumplir las cartas rogativas en la verificación de los sistemas de reciclaje. Por lo tanto, experimentamos una situación paradójica en la que la libertad de movimiento permite que la mafia actúe sin dificultad mientras que la prevención no tiene las herramientas oportunas que serían necesarias para atacar las acciones de la mafia.
La CRIM y el compromiso por el texto único
En 2013, la Comisión CRIM (sobre crimen organizado, corrupción y lavado de dinero), presidida entonces por Sonia Alfano (hija del periodista Beppe Alfano, asesinado por la mafia, ndr), había obtenido en Estrasburgo la aprobación de un texto único antimafia en un intento de armonizar las normas a nivel europeo. En el documento, en cuya redacción participó la difunta Rita Borsellino, se pedía: la introducción del delito de asociación mafiosa en todas los ordenamientos de los Estados miembros; la abolición del secreto bancario; la exclusión de las licitaciones para compañías condenadas con sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada por crimen organizado, corrupción y lavado de dinero; la confiscación de bienes, incluso a través de medidas de confiscación en ausencia de condena y la reutilización de los activos confiscados para fines públicos y sociales; el delito de intercambio de votos, que también incluye ventajas inmateriales; la previsión de hipótesis de prohibición de ser candidato, inelegibilidad y pérdida de cargos públicos; códigos de conducta mucho más estrictos para los partidos políticos (por ejemplo, control de la financiación pública para los partidos) y una mayor protección de los testigos de justicia. Desde entonces, sin embargo, en los Estados miembros de la UE todo se ha mantenido invariable. Si se hubiera hecho algo, si el problema de la mafia se hubiera abordado como una cuestión europea, tal vez hoy habría muchos menos problemas económicos y este "cáncer", capaz de condicionar una democracia y reclamar víctimas tanto como el coronavirus, estaría considerablemente debilitado. Está claro que la solución a un problema casi global no puede ser encontrada mediante el endurecimiento de las leyes de un solo país, sino que debe abordarse de manera global como siempre lo pidió Giovanni Falcone y para ello, se necesita urgentemente una legislación, al menos a nivel europeo, que llene estos vacíos. De estos temas deberían hablar los periódicos alemanes, así como los políticos locales que, como Salvini, Meloni y afines, instrumentalizan el caso para atacar a Alemania y a la Unión Europea, sin considerar que los primeros que se oponen al envío de ayuda y al uso de eurobonos, debido a que existe el riesgo de la mafia, son precisamente los llamados "compañeros de grupo en el Parlamento Europeo". Los políticos siempre están listos para hacer propaganda de la misma manera que ciertos periódicos mezclan "verdad con falsedad" para contar una verdad a medias. Es cierto que en Italia la corrupción y la mafia, dos caras de la misma moneda, han adquirido una forma más fuerte. La diferencia es que, en nuestro país, donde ha habido masacres a causa de las mafias, han perdido la vida magistrados, políticos, agentes de policía, militares, empresarios, periodistas, sacerdotes y ciudadanos comunes, tenemos los instrumentos para rastrear y detener a estos criminales. En el exterior no. Antes de hablar, Europa, y Alemania en primer lugar, deberían mirarse en el espejo y romper ese muro de silencio sobre el tema de la mafia, que huele a compromiso.
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*Foto de Portada: © Imagoeconomica*Foto 2: El artículo publicado en Die Welt
*Foto 3: La masacre de Duisburg