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Contundentes puntualizaciones del Consejero Togado Nino Di Matteo

"Por las escuchas se supo que los jefes estaban en contra"

Bonafede niega, pero no dice la verdad

Por Giorgio Bongiovanni y Aaron Pettinari – 4 de mayo del 2020

Año 2020. El jefe del DAP, Francesco Basentini, renuncia a raíz de las polémicas que han surgido en los últimos meses en el ámbito de la conducción de las cárceles en este período de emergencia sanitaria internacional. Polémicas que surgieron luego de los disturbios en las instituciones penales y las liberaciones de importantes jefes mafiosos detenidos bajo el régimen de alta seguridad o del 41 bis, por razones de salud, pero también, dicen las resoluciones de los jueces de los tribunales de vigilancia, teniendo en cuenta el riesgo de contagio del Covid-19. Medidas tomadas también con referencia particular a la circular de fecha 21 de marzo, enviada a los directores de las cárceles, en la cual el DAP solicitó comunicar "con diligencia a la autoridad judicial, para eventuales determinaciones de competencia", el nombre de los detenidos que tengan más 70 años y que estén afectados por ciertas patologías.

Para ocupar el lugar de Basentini como jefe del Departamento de Administración Penitenciaria fue nominado Dino Petralia, y como subjefe se propuso a Roberto Tartaglia.

De esto, de la excarcelación del jefe mafioso Pasquale Zagaria, y de lo que podría haberse hecho, se habló anoche en La7, en el programa de Massimo Giletti, Non è L'Arena.

Fue en este contexto que anoche se vio en escena el ida y vuelta entre el consejero togado del CSM, Nino Di Matteo, y el Ministro de Justicia, Alfonso Bonafede, sobre un hecho que ocurrió hace dos años y del que ya hemos hablado en otras ocasiones en nuestro diario: el fallido nombramiento de Di Matteo al DAP.

El caso

El primero que trajo a colación el tema fue el alcalde de Nápoles, Luigi de Magistris, cuando, al hablar de las responsabilidades políticas del ministro ante la crisis carcelaria, recordó: "En política también existen las responsabilidades por no elegir a las mejores personas para estar a la cabeza de una estructura tan delicada como el DAP. Obviamente, no es casualidad que se haya nominado a Petralia y a un vice como Roberto Tartaglia, comprometido en la primera línea de la Tratativa".

Fue en ese preciso momento que el conductor Giletti, que ya había mostrado la intervención de Di Matteo, puesta al aire en Nove después de la liberación del jefe Francesco Bonura, tomó el balón para preguntarle al eurodiputado de 5 Estrellas, Dino Giarrusso, la razón por la cual Di Matteo no fue elegido al principio cuando podía ser "el hombre adecuado en ese momento". La respuesta fue breve. Por un lado, confirmando genéricamente los rumores sobre Di Matteo ("Pudo haber sido, se hablaba del nombramiento tanto de Gratteri como de Di Matteo para el cargo de ministro"), por otro, declarando que no sabía nada al respecto, alegando que se trataba de "negociaciones, contactos entre el ministro y el Dr. Di Matteo en los que no participé".

Después de una serie de discursos del ex ministro Claudio Martelli, el magistrado Catello Maresca, el "capitán Último" (Sergio De Caprio, ahora concejal en Calabria), Luca Telese y otros, de Magistris volvió sobre el tema. "La historia judicial de nuestro país demuestra que las peores infiltraciones están dentro de la política y las instituciones - recordó De Magistris– y respecto a las responsabilidades políticas –agregó – quedé sumamente perplejo cuando se eligió a Basentini. No tengo nada personal con Basentini, pero estaba perplejo porque se había dejado de lado a Nino Di Matteo, quien en mi opinión tiene mucha credibilidad y coherencia en su historia personal, para mí este hecho (refiriéndose a lo sucedido en la elección del DAP y las excarcelaciones) fue un hecho político, no administrativo".

Primera parte: Di Matteo

Y fue precisamente este pasaje el que motivó a Nino Di Matteo a intervenir telefónicamente durante la transmisión para afirmar que: "Pedí intervenir sólo porque se recordó un episodio de junio del 2018, cuando el Dr. Basentini fue nombrado jefe del Departamento de Administración Penitenciaria. Creo que tengo que decir cómo se desarrollaron los acontecimientos porque el señor Giarrusso habló de negociaciones entre mi persona y el ministro Bonafede. Nunca he negociado con ningún político ni he pedido nada".

A partir de esta premisa, el consejero togado reconstruyó los pasajes de lo que no fue sólo una "conversación", sino una propuesta de colaboración real con la posibilidad de elegir entre la dirección del Departamento de Administración de Prisiones o el sillón que alguna vez fue de Giovanni Falcone.

"Tuve una llamada telefónica del ministro que me preguntó si estaba disponible para aceptar el cargo de jefe del DAP o, en forma alternativa, el de Director General de Asuntos Penales, el cargo que fue de Falcone – relató el magistrado que dirigió el juicio de la Tratativa Estado-mafia – y pedí 48 horas para responder. Mientras tanto, cierta información que el GOM de la Policía Penitenciaria había enviado a la fiscalía antimafia y también al DAP, describía la reacción de jefes mafiosos muy importantes, vinculados a Giuseppe Graviano y a otros de las masacres, quienes comentaban los rumores sobre mi nominación a jefe del Dap: si nombran Di Matteo para nosotros es el fin".

Di Matteo luego dijo que fue "a buscar al ministro para decirle que había decidido aceptar el puesto en el Dap, pero de repente el ministro me dijo que lo había pensado mejor y, mientras tanto, habían decidido nombrar al Dr. Basentini y me pidió que aceptara el papel de Director General en el Ministerio de Asuntos Penales y al día siguiente le dije que no aceptaba".

Al abordar las preguntas de los presentes, Di Matteo reiteró que intervino sólo porque "se recordó un hecho que siempre mantuve en reserva" y que estuvo "dentro de las 48 horas, por iniciativa del ministro, sin dar un paso adelante, por cuanto no estoy habituado a pedir nada, mucho menos a los políticos, y de pronto me ofrecieron ser el jefe del DAP. Y cuando fui a comunicar mi respuesta afirmativa, me encontré con que el ministro se había echado atrás".

Durante la llamada telefónica, el magistrado también enfatizó que no hay ningún interés personal detrás de esa aclaración: "Yo estaba en la Fiscalía Nacional Antimafia y estaba bien en ese lugar, y después fui elegido para el CSM. Entonces no es una cuestión personal, pero los hechos deben ser conocidos" y también porque afirmó claramente que "hay que respetar la separación de poderes y respetar las decisiones políticas".

Y cuando Giletti hizo una evaluación de la diferencia entre los roles del DAP y de Director de Asuntos Penales, diciendo si eligió el primero porque era un lugar de mando, el magistrado explicó que su negativa no estuvo relacionada con ese aspecto: "No quiero parecer presuntuoso. En tiempos del ministro Martelli, la Dirección de Asuntos Penales, junto con el ministro, produjo una normativa antimafia que todavía hoy es decisiva".

Y a la pregunta de si le había preguntado al ministro por qué había dado ese paso atrás, respondió: "No lo pregunté, tal vez por orgullo o tal vez porque la situación era muy escabrosa dada la contemporaneidad de las escuchas con las expresiones de los jefes mafiosos bajo el régimen del 41 bis. Recuerdo que el ministro me dijo:'Mire, la Dirección General de Asuntos Penales es más importante y el jefe del DAP también se ocupa de una parte administrativa, como la gestión de los contratos para la construcción de las nuevas cárceles'. Yo dije que el del departamento no es sólo un cargo de alta administración, pero con la gestión correcta, recta, no violenta o autoritaria de las cárceles y del 41 bis, hay un largo camino por recorrer en la eficacia de la lucha contra la mafia y el terrorismo. Lo dije y tomé nota de la decisión".

Recordando esa larga entrevista, el consejero togado, por lo tanto, reiteró que estaba "sorprendido por ese cambio repentino, porque la llamada telefónica de la propuesta terminó con la frase'elija usted'. Y dije que necesitaba 48 horas para hablar con mi familia. Si lo pensó de nuevo o si fue inducido a repensarlo, no puedo saberlo".

Segunda parte: Bonafede responde

Ante el asombro de los presentes, cuando incluso Ùltimo, increíblemente, habló de amargura y "del máximo respeto por el Dr. Di Matteo y el trabajo que hace", tampoco el Guardasellos pudo evitar llamar al aire.

"Estoy realmente sorprendido – respondió Bonafede– al ver que se da una información grave y a la vez se deja trascender un hecho absolutamente erróneo cual es que el motivo de no haberle ofrecido al Dr. Di Matteo un papel importante dentro del ministerio, fue haber sabido de la existencia de las escuchas telefónicas. Respeto a Matteo, pero tenemos que distinguir los hechos de las percepciones, porque decirles a los italianos que el Estado se está echando atrás en la lucha contra la mafia es un hecho grave". "No estoy llamando – continuó el ministro – ni para defenderme ni para hacer aclaraciones, expuse los hechos antes porque en mis casi dos años como ministro he llevado adelante sólo leyes incómodas, que me hacen vivir bajo escolta, y he firmado 686 documentos para el 41 bis. La cuestión – dijo Bonafede – es muy simple: llamé al Dr. Di Matteo por la estima que le tengo, ofreciéndole, como bien lo aclaró, la posibilidad de cubrir uno de los dos roles, o jefe del DAP o Director de Asuntos Penales, diciéndole que tenía la intención de dejarlo elegir prácticamente a él, incluso aunque hubiéramos hablado de eso juntos. En la misma llamada telefónica, Di Matteo me dejó en claro que había escuchas telefónicas en las cárceles "en las que los detenidos habrían expresado su oposición a su nombramiento para el Dap": creo que dijeron 'sería un desastre'".

"No soy tonto – continuó el Guardasellos – sabía quién era Di Matteo, sabía a quién iba a elegir y, por cierto, esa intercepción ya había sido publicada y son intercepciones que el ministro tiene porque las hace la policía de la prisión". "El hecho de que al día siguiente me hubiera retractado de esa propuesta en virtud de no sé qué miedo sobreviniente, no sucedió ni en el cielo, ni en la tierra. Es una percepción, legítima, del Dr. Di Matteo. Cuando vino al ministerio le dije que, entre los dos roles, el de Director de Asuntos Penales habría sido mucho más importante para mí, porque estaba en la frontera de la lucha contra la mafia. Así que no le ofrecí un papel menor en la lucha contra la mafia. Y honestamente, me pareció que al final de la reunión estábamos de acuerdo. Me pareció, pero evidentemente no era así, que estábamos de acuerdo. Pero al día siguiente me dijo que no aceptaba Asuntos Penales porque quería el DAP pero, mientras tanto, yo ya había elegido a Basentini".

Entonces, ¿por qué, si las escuchas telefónicas no pesaron, se eligió a Basentini? ¿Por qué se hizo ese cambio? El ministro no lo aclaró de ninguna manera.

Nos quedan las palabras de Di Matteo que respondió afirmando que no había hecho "interpretaciones" sino que había "contado hechos precisos que tuvieron lugar en esos términos y que confirmo en cada pasaje. Dejaré las interpretaciones a los demás".

Y no es algo menor la última aclaración del magistrado: "Especifico que no se trató de una sola escucha, sino que en varias secciones del 41 bis hubo declaraciones hechas ostentosamente por los prisioneros que, gritando de un piso a otro, dijeron que "si llega Di Matteo tira la llave". Me parece que el ministro ha confirmado los hechos, yo no hago interpretaciones".

Ahora, vistos los hechos minuto a minuto, contados por boca de los interesados directos, el Ministro de Justicia Bonafede, con honestidad intelectual, debería asumir su responsabilidad, explicar las valoraciones que llevaron a ese cambio y luego renunciar.

De lo contrario, pasará a ser un ministro que será recordado por sus mentiras y por su incompetencia.

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*Foto de Portada: © Imagoeconomica

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