El apoyo incondicional al fiscal adjunto en el proceso “´Ndrangheta stragista”
Por Jean Georges Almendras-9 de julio de 2020
Con la más absoluta certeza de que apoyamos a un hombre honesto y justo –me estoy refiriendo al fiscal adjunto de Reggio Calabria, Giuseppe Lombardo- es que hacemos pública nuestra adhesión a su trabajo y a la presencia de todos nuestros compañeros redactores de AntimafiaDuemila y de los jóvenes de Our Voice de distintas regiones de la bota italiana, allá en Reggio Calabria donde desde el pasado 3 de julio se lleva a cabo el proceso ´Ndrangheta stragista, en el que (una vez más) la idoneidad de los hombres justos que integran el sistema judicial italiano pone contra las cuerdas a una de las cuatro organizaciones mafiosas que operan desde hace 200 años en Italia: la ´Ndrangheta.
Giorgio Bongiovanni, fundador y director de AntimafiaDuemila y Sonia Bongiovanni, fundadora y directora del Movimiento Cultural Internacional Our Voice, están presentes allí, junto a Lombardo y junto a los periodistas y a los jóvenes del Movimiento. Les hacen el aguante. Les dan fuerza a los magistrados que acompañan a Lombardo. Están de su lado, tal como ocurrió cuando anteriormente fue el fiscal Nino Di Matteo quien puso contra las cuerdas a los mafiosos de Cosa Nostra (y hombres de Estado) que estuvieron involucrados en la Tratativa Estado-Mafia, en ocasión de los asesinatos de los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino y de sus respectivas escoltas.
En el ayer, Nino Di Matteo y los fiscales que lo secundaron, tras casi diez años de intenso trabajo de investigación, hicieron finalmente que se dictara sentencia sobre la Tratativa Estado-Mafia: mafiosos e integrantes del sistema político fueron literalmente (y oficialmente) señalados y nombrados con graves responsabilidades, como ratificando a los cuatro vientos, que quienes negaban las implicancias de personajes de Estado con la mafia (Cosa Nostra, en particular) ahora les resultaba inevitable bajar la cabeza para aceptar que la podredumbre existente alrededor de los estragos de Vía Capaci y Vía D Amelio, del año 1992, no era una metáfora mal intencionada, sino que era una realidad hasta hoy vigente. Y tan vigente, que hoy, en tiempos del COVID 19, en Reggio Calabria, se repite la historia, pero en esta oportunidad con el dedo acusador dirigido a la organización mafiosa, dueña y señora de ese punto de Italia (y del mundo, a través de sus ostentosos negocios en torno al narcotráfico), denominada la ´Ndrangheta.
Al inicio del proceso en cuestión el mismísimo Giuseppe Lombardo dijo: "Este no es un proceso en el que se es llamado a escribir la historia a partir de una hoja de papel en blanco, sino que fuimos llamados a completar un camino reconstructivo extremadamente relevante. Un camino que no sólo involucra al frente calabrés, sino que entrelaza sus eventos con una reconstrucción mucho más amplia, que involucra a muchas otras oficinas con sentencias con cosa juzgada, que nos cuentan sobre una temporada dramática que el Estado italiano experimentó a principios de los noventa".
En esta oportunidad las cabezas mafiosas sobre las que pesan sendas acusaciones son los jefes Giuseppe Graviano y Rocco Santo Filippone. Están bajo la lupa de la Ley, en la persona del fiscal adjunto Lombardo, por los ataques contra los Carabineros, hechos que causaron la muerte de Atonino Fava y Vincenso Garófalo, resultando heridos cuatro militares.
Se trata de un proceso histórico, en el que además del fiscal Giuseppe Lombardo se encuentra el Fiscal Jefe Givanni Bombardieri. Se trata de un proceso cuya sentencia final será dada a conocer el día diez de este mes de julio
Giuseppe Lombardo sopesa cada palabra de su acusación iniciada hoy ante el Tribunal Penal de Reggio Calabria. El proceso “'Ndrangheta stragista”, que tiene al jefe de Brancaccio, Giuseppe Graviano y a Rocco Santo Filippone como acusados de los ataques contra los Carabineros, en los cuales murieron Antonino Fava y Vincenzo Garofalo y fueron heridos otros cuatro militares es, sin duda, un proceso histórico. Junto a Lombardo, acompañándolo en las audiencias, se ubicó el fiscal en jefe Giovanni Bombardieri.
Desde Montevideo, Uruguay; desde Sudamérica, donde la Antimafia también existe, estamos del lado de nuestros colegas periodistas y de los jóvenes de Our Voice. Estamos del lado del fiscal adjunto Giuseppe Lombardo.
El sistema mafioso, en su propia tierra, vive en carne propia el accionar de la justicia. Accionar que estuvo en manos de hombres del sistema judicial italiano, que no se corrompieron bajo ninguna circunstancia. Hombres que hacen honor a sus investiduras y que no se dejaron presionar ni amilanar por amenazas de muerte, presiones o sutiles intimidaciones. Operadores de justicia que nos recuerdan sin titubeo alguno a personas como Giovanni Falcone y Paolo Borsellino. Operadores de justicia que nos recuerdan perfectamente al fiscal Antonino Di Matteo.
Hoy en Reggio Calabria la antimafia ha tomado las riendas de la vida ciudadana y está librando una dura (e histórica) batalla a la mafia. En forma conjunta, los operadores de justicia encabezados por Lombardo y Bombardieri, el periodismo libre y antimafioso (representando por AntimafiaDuemila y otros colegas de la prensa, de la radio y de la televisión local) junto al Movimiento Our Voice, hacen que estas instancias del proceso y el día de la sentencia final, marquen un antes y un después.
La convicción y la firmeza de las acusaciones del fiscal Lombardo visibilizan una maligna relación de fuerzas criminales. Un entramado entre los poderosos de la ´Ndrangheta y Cosa Nostra que ha hecho de esa tierra un reducto de criminalidad, de muy alto poder económico y de una sorprendente capacidad de relacionamiento no solo con el sistema político, sino con el Estado.
Los soldados de la ´Ndrangheta de hoy, en pleno Covid 19, siguen desenfundando sus armas para vomitar fuego y para segar vidas, y para seguir estando por encima de todos y de todo. Por esa misma razón el fiscal Giuseppe Lombardo vive literalmente blindado (bajo extrema protección). Por esa misma razón, su persona y su accionar, como representante de la justicia, es merecedor de nuestro apoyo presencial. Y si desde Sudamérica no ha sido posible cruzar el Atlántico (porque el coronavirus ha sido nuestro principal obstáculo) todos y cada uno de quienes están allí en la sala bunker -donde está instalado el Tribunal Penal- nos representan en un cien por cien. Porque así como la mafia se globaliza a pasos agigantados, la Antimafia no hace menos.
No debemos (no podemos) olvidar, que en Montevideo, Uruguay, la ´Ndrangheta ha operado descaradamente y uno de sus jefes ha sido detenido: se llama Rocco Morabito. Fue detenido hace no menos de tres años, después de permanecer prófugo de la justicia italiana veinte. Fue ingresado a una cárcel, desde donde finalmente se fugó el año pasado. Hoy está prófugo.
Para el Uruguay la ´Ndrangheta no es un nombre. Es un problema. Un grave problema. Para Italia la ´Ndrangheta no es un nombre. Es un grave problema.
Para la ´Ndrangheta la Antimafia no es un nombre. Es un problema. Y el fiscal Giuseppe Lombardo y los operadores judiciales que lo secundan, un grave problema. Y este 10 de julio: jueces y fiscales (y periodistas) un histórico problema.
Felizmente y finalmente las máscaras de la impunidad mafiosa comienzan a caer. Pero aún hay mucho, pero mucho por hacer, y a quienes sentenciar.
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*Foto de Portada: AntimafiaDosmil
Foto 2: www.reggiotoday.com