Salvatore Borsellino: "La verdad está en la agenda desaparecida"
Por Aaron Pettinari- 20 de julio del 2020
Es un 19 de julio particular el del 28º aniversario de la masacre en la que murieron Paolo Borsellino y los cinco agentes de su escolta, Agostino Catalano, Walter Eddie Cosina, Emanuela Loi, Claudio Traina y Vincenzo Li Muli. A pesar de las limitaciones impuestas por las regulaciones anti-Covid y una organización menor del tradicional evento instituido por las Agendas Rojas, a las 16.58 en Via D'Amelio había cientos de personas. Palermitanos y no sólo ellos. Todo dentro de una "maratón de streaming" desde la mañana, para reflexionar y armar las piezas de una historia que 28 años después aún no ha encontrado verdad y justicia. Documentos robados, medias verdades que se materializaron en un sensacional despiste investigativo perpetrado por hombres de las instituciones. Porque 28 años después, la sensación de que no se trató solamente de una masacre de la mafia no sólo es fuerte, sino que adquiere los contornos de certeza. También porque está claro que el robo de la agenda roja no estuvo en manos de los jefes mafiosos. "La verdad está dentro del Estado", gritó el hermano del juez Borsellino, Salvatore.
Durante años, con las Agendas Rojas, se hizo presente en Via D'Amelio para evitar precisamente las escandalosas pasarelas de aquellos hombres de las instituciones que en vida se opusieron a Borsellino para elogiarlo una vez muerto.
"Estamos aquí para hacer memoria, no para limitarnos al recuerdo, porque si sólo hubiera espacio para el recuerdo significaría que en los otros 364 días del año algo había sido olvidado". Una forma de responder a las palabras pronunciadas por el presidente de la Antimafia Regional Siciliana, Claudio Fava, cuyo padre Beppe Fava fue asesinado por la mafia en 1984, sobre la "liturgia de las celebraciones" y la invitación a "enterrar a los muertos". Expresiones fuertes, probablemente para despertar una reflexión sobre la Antimafia y los pasos a seguir que, en términos de tiempo y modo, han dejado más de una incertidumbre.
Porque en Via D'Amelio no hay espacio para retórica y pasarelas, sino sólo para el deseo de honrar a los que se sacrificaron, para expresar apoyo a los familiares de víctimas de la mafia y, sobre todo, para reiterar que no están solos en su pretensión de verdad.
Al pequeño escenario improvisado fueron subiendo de a uno.
Antes del minuto de silencio, fue Antonino Vullo, sobreviviente de la masacre quien, después de recordar las sensaciones de ese trágico día ("Sabía que sería el próximo, todos lo sabíamos") recordó que el magistrado Borsellino fue asesinado porque fue dejado solo. Por esta razón, hoy más que nunca "es necesario que aprendamos para que la historia no se repita y para que no sean dejados solos tantos magistrados que continúan trabajando en la búsqueda de la verdad".
Luego le toca a Salvatore Borsellino, que como siempre emociona con la lectura del poema 'Giudice Paolo' de Marilena Monti, y le grita al público su firme voluntad de no detener su lucha. "Hasta que no tenga la agenda roja de Paolo, no tendré paz -reiteró- La agenda está dentro de las instituciones. La verdad está dentro del Estado". Y luego invitó a hablar a Luana Ilardo, hija de Luigi Ilardo, que todavía busca justicia: "Su padre, primero confidente y luego infiltrado, asesinado en 1996, quería convertirse en colaborador de justicia. No le fue permitido por los mismos asesinos del Estado que pocos años antes decidieron la muerte de Paolo. Por eso quería que ella estuviese aquí. Porque las instituciones la abandonaron". Momentos de emoción en los que se apretaron alrededor de ese olivo que recuerda el punto del atentado.
Después de agradecer a todos, Luana dijo con fuerza que "no quiere rendirse". Sobre el asesinato de Ilardo, la fiscalía de Catania llevó a cabo un juicio importante, pero sobre los topos que revelaron su ya próxima colaboración con la justicia no ha habido progresos.
Novedades que, tal vez, pueda tener la familia Agostino con papá Vincenzo, quien con su fuerza habitual expresó su dolor por la muerte de su hijo y de su nuera embarazada, que permanece sin verdad desde hace 31 años. El 10 de septiembre, en el aula búnker de Palermo se realizará la audiencia frente al GUP (Juez de la Audiencia Preliminar, ndt) después de la solicitud de acusación presentada por el Fiscal Público contra Antonio Madonia, Gaetano Scotto y el amigo de la familia Francesco Paolo Rizzuto por el delito de instigación agravada.
Asistieron al minuto de silencio muchos jóvenes estudiantes, representantes de diversas asociaciones, algunos turistas y el presidente de la Comisión Parlamentaria Antimafia Nicola Morra, el ex fiscal Roberto Tartaglia, hoy vice director del DAP, el ex presidente del Senado Piero Grasso y el alcalde Leoluca Orlando.
"El camino hacia la verdad todavía es sinuoso -dijo Tartaglia al hablar con la prensa- Mientras tanto percibimos un nudo que es todo lo que falta en la reconstrucción de los hechos. Pienso en el colaborador Cancemi que habla sobre una reunión celebrada justo antes del 19 julio en la casa de Guddo, en la que Riina participó, cuando tenía apuro por hacer el atentado, como si tuviera que respetar un compromiso. Hasta que podamos dar respuestas a esta aceleración repentina, estoy convencido de que el nudo en el estómago que sentimos cada año en esta celebración, no se irá. Apreciamos que tantas personas hayan venido, pero no es suficiente para traernos una sonrisa. Otro elemento se refiere a Matteo Messina Denaro, quien guarda todos los secretos, según muchos arrepentidos".
"La verdad sobre esta masacre no está y no se ha dicho que pueda estar en dos o tres años -dijo Morra- debemos ser conscientes de que las fuerzas contra las que luchamos no son irrelevantes. Me pregunto en qué otras ocasiones un hombre tan cercano a un magistrado asesinado en una masacre, que quería hacerse oír y tenía tanto que decir, no fue escuchado por el poder judicial. Paolo Borsellino nunca fue escuchado después de la Masacre de Capaci y esto es inexplicable también desde un punto de vista judicial".
Y luego agregó: "Hay algunos que cada tanto plantean el argumento de que Borsellino fue asesinado por la tratativa, otros dicen que fue asesinado por el expediente de los contratos de la mafia. Todas las hipótesis pueden ser creíbles hasta que exista una fuerza compacta. La voluntad de una sola persona no es suficiente, se necesita una voluntad compartida y es suficiente que uno sólo no la tenga para que todo desaparezca".
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*Fotos: © ACFB