Pin It
El testamento de Giulietto Chiesa

El envenenamiento de Navalny y las mentiras de la UE

Por Giorgio Bongiovanni y Margherita Furlan - 4 de septiembre del 2020

El ya fallecido Giulietto Chiesa, amigo y maestro de nuestra redacción, ANTIMAFIADuemila, desde 1998, cuando lo conocí y lo entrevisté en Moscú – donde trabajaba como enviado, en ese momento, de 'La Stampa' – siempre sostuvo, no sólo con buenos argumentos y sofisticados análisis, sino también a través de pruebas ciertas que, después de la desaparición definitiva del presidente Boris Yeltsin, una marioneta alcoholizada en manos de Estados Unidos, Rusia comenzó a retomar su lugar de potencia mundial.

Vladimir Putin está al frente del Kremlin desde el 31 de diciembre de 1999 – después de la renuncia de Yeltsin- con una sola pausa coincidente con la presidencia de Dimitri Medvedev, de 2008 a 2012. Putin gobierna el país con un altísimo porcentaje de apoyo popular y con casi la totalidad del poder en sus manos: controla con autoridad, aunque sin seguir los clásicos paradigmas democráticos propios de la historia europea, no sólo el progreso de la sociedad rusa, sino también, más o menos directamente, el ejército, las armas nucleares, los bancos y el poder financiero, los grandes recursos energéticos (petróleo y gas) e incluso tiene al crimen organizado ruso (con los oligarcas en primera fila) bajo su control constante (posición, esta última, que obviamente no compartimos).

Hoy la narrativa en la que se inserta un enésimo affaire, el caso Navalny, que contrapone a Estados Unidos y la Unión Europea por un lado y a la Federación Rusa por el otro, sigue un patrón bien conocido: el de los supuestos envenenamientos de Litvinenko, Skripal, Verzilov y Kara-Murza. Los opositores o ex agentes secretos que supuestamente han sido envenenados descaradamente por orden del Kremlin, también acusado de haber ordenado el asesinato de la conocida periodista Anna Politkovskaya. Pero ¿cómo podría Vladimir Putin, al frente de una potencia mundial con un gran consenso popular, cavarse la tumba con sus propias manos? Sería sustancialmente ilógico, sobre todo a la luz del hecho de que Alexei Navalny disfruta de sólo alrededor del dos por ciento del favor del electorado ruso. Por tanto, es probable que sea cierta la sospecha de Giulietto Chiesa, quien creía que dentro de todas las naciones del mundo, los servicios secretos pueden, con operaciones encubiertas, financiar primero a la oposición para tratar de obtener cambios de régimen – porque quién ostenta el poder se ha vuelto incómodo para los llamados 'amos universales' – y luego, cuando las minorías así activadas no logran abrirse paso con elecciones o popularidad, implementar el llamado plan B, que consiste en matar a los representantes de las mismas, echándole la culpa al presidente autoritario de turno, en este caso, hoy, Vladimir Putin.

Para comprender mejor, podemos leer con atención lo que Giulietto Chiesa ha investigado, analizado y por tanto deducido a lo largo de todos estos años.

putin

Pero procedamos con orden. Alexej Navalny, 44, fundador del Fondo Anticorrupción (FBK) en la Federación de Rusia, fue arrestado varias veces por las fuerzas del orden y cumplió una sentencia de prisión en julio de 2013 por apropiación indebida. En diciembre de 2016 anunció su intención de postularse a las elecciones presidenciales del 2018 pero su candidatura no fue aceptada por la Comisión Electoral Central, debido a sus antecedentes penales.

El 20 de agosto pasado enfermó durante un vuelo de Siberia a Moscú. En el aeropuerto de Tomsk había tomado un té. Tras un aterrizaje de emergencia en la ciudad de Omsk, fue hospitalizado por sospecha de envenenamiento. Posteriormente, los médicos rusos, al no encontrar rastros de veneno en sus muestras de sangre, creyeron que el deterioro de las condiciones de salud se debía a una caída repentina de la glucosa por una descompensación metabólica. Navalny fue trasladado en avión e ingresado a la clínica Charité, en Berlín, el 22 de agosto para recibir tratamiento adicional. Según una declaración de Aleksandr Murakhovsky, jefe médico del hospital de Omsk, los médicos alemanes escribieron en una carta que el estado de Navalny es grave –está en coma inducido– pero estable y agradecen a sus colegas rusos por salvarle la vida.

El miércoles 2 de septiembre, Steffen Seibert, el portavoz de la canciller alemana Angela Merkel, en un comunicado enviado por correo electrónico, explicó que las pruebas toxicológicas realizadas por un laboratorio especial de la Bundeswehr, el ejército federal, no dejarían ninguna duda sobre el origen del estado de salud del paciente: Navalny, según Berlín, fue envenenado. Angela Merkel aumentó la dosis: "El disidente ruso fue víctima de un crimen porque debía ser silenciado". Palabras pesadas como una piedra las de la canciller que, confirmando que el gobierno alemán ha adquirido "pruebas inequívocas" de que Navalny habría ingerido el agente nervioso Novichok, "condena el ataque de la manera más dura" y advierte a Vladimir Putin: "Hay preguntas serias que el gobierno ruso puede y debe responder". En el aire desde hace unos días, el golpe de efecto llegó. Y las consecuencias para las relaciones de Alemania y Europa con Rusia podrían ser muy graves. Angela Merkel ha anunciado consultas con socios de la UE y la OTAN para acordar una reacción común. A su vez, desde Roma, la Farnesina expresó una "profunda preocupación e indignación" por el caso.

Es extraño advertir cómo el Novichok, un veneno "militar" de la era soviética, considerado "letal", nunca mata a nadie. ¿Dónde están los Skripals a este respecto? ¿Desaparecerá Navalny ahora como ellos? ¿Y por qué Alemania no tuvo en cuenta la opinión de los médicos del hospital de Omsk o la del profesor Leonid Rink, uno de los creadores del agente nervioso Novichok? "Usar el agente químico Novichok habría matado a Alexey Navalny, no lo habría llevado a un coma", dijo Leonid Rink a la agencia de noticias rusa Sputnik International. ¿Qué hay detrás de este juicio apresurado, teniendo en cuenta que Berlín ni siquiera quiso informar a Moscú de sus "descubrimientos" antes de anunciarlos públicamente? ¿Cuál es el motivo de la prisa con la que Estados Unidos y la Unión Europea han aceptado la versión alemana del supuesto envenenamiento de Navalny? Según el profesor Rink, si se hubiera utilizado Novichok, las consecuencias del envenenamiento habrían sido diferentes: "Habría habido convulsiones y otros síntomas completamente diferentes". "El intento de vincular el supuesto envenenamiento de Alexey Navalny con el uso de la sustancia tóxica Novichok es un acto político", dijo Rink a Sputnik. También hay otras preguntas que un periodista podría hacerse a sí mismo (a las que, sin embargo, es posible que nunca reciba una respuesta): si Putin envenenó a Navalny, ¿por qué se le permitió salir de Rusia? Los dos laboratorios rusos que analizaron la sangre de Navalny no encontraron rastros de sustancias inusuales. ¿Por qué? El hospital de Omsk todavía tiene las muestras de sangre originales de Navalny. ¿Existe un laboratorio internacional neutral que pueda repetir la prueba? Aunque es de suponer que Navalny podría estar expuesto a tales hechos ¿por qué nadie más a su alrededor ha experimentado síntomas similares? ¿Por qué el gobierno alemán estaba tan ansioso por llevar a Navalny a Berlín? ¿Existe una conexión con el fracaso del intento de revolución de color liderado por Estados Unidos en Bielorrusia? ¿Existe alguna conexión con Nord Stream 2?

merkel

Por otro lado, a principios de agosto, los senadores estadounidenses Ted Cruz, Tom Cotton y Ron Johnson habían escrito una carta a Sassnitz GmbH, operadora del puerto de Mukran, amenazando a la empresa con "destrucción financiera" si no dejaba de brindar apoyo logístico al proyecto del gasoducto Nord Stream 2. Pero Angela Merkel le dijo al canal de televisión MDR que el proyecto Nord Stream 2 se completaría a pesar de las amenazas de sanciones estadounidenses. El Comité Alemán de Relaciones Económicas de Europa del Este había respondido a las amenazas, exigiendo que Berlín y la Comisión Europea reaccionaran y protegieran a las empresas alemanas y europeas de tales "ataques de terceros países". La construcción del gasoducto ya se había detenido en diciembre del 2019, cuando sólo faltaban 160 km, luego de que Estados Unidos, que buscaba incrementar las exportaciones de su gas natural licuado a Europa, amenazara con imponer sanciones "fatales" a AllSeas, contratista con sede en Suiza que trabajaba en el proyecto energético conjunto entre Rusia y Europa Occidental.

El 11 de marzo de 2018, Giulietto Chiesa escribió: "No podemos saber qué inventarán esta vez. Pero ya empezaron en Londres. Un ex agente doble ruso, Sergej Skripal, fue encontrado muerto en un banco, y su hija se encuentra en grave estado en el hospital. Había estado en Gran Bretaña durante siete años, después de haber sido condenado a 13 de prisión por espiar en nombre del MI6 británico. Luego fue indultado y "cambiado" con agentes británicos similares. Ahora uno se pregunta: ¿Putin es capaz de auto agredirse asesinando a un ex agente pasado al enemigo, después de siete años, en vísperas de las elecciones presidenciales en las que está seguro que ganará? Dicho esto, para evitar ser tontos, por el momento nadie sabe por qué murió Skripal. Pero toda la prensa británica ya ha decidido que fue Putin. Y Theresa May ya ha dicho que, si se descubre que Rusia es la fuente de la muerte, entonces estudiará medidas para boicotear la Copa del Mundo. ¿Eso no nos dice nada? Siento sonar una campana cerca de mi oído. Todos todavía recuerdan a Anna Politkovskaya, asesinada en la puerta principal de Moscú el día del cumpleaños de Putin. Y el asesinato de Boris Nemtsov, asesinado frente a las oficinas de Putin en el Kremlin. Esperamos los demás actos de la nueva comedia".

Y he aquí que, después de dos años, la escena teatral se vuelve a recomponer. Un alto funcionario del Departamento de Estado de los Estados Unidos culpó a Rusia de envenenar al líder de la oposición, Alexei Navalny, y citó el ataque como el último obstáculo para el diálogo productivo entre Washington y Moscú. "Esto no es bueno no sólo para una de las principales figuras de la oposición en Rusia, debido a la naturaleza de la relación entre el gobierno ruso y su sociedad, sino por la señal que envía al mundo exterior", dijo el miércoles 2 de septiembre George Kent, Subsecretario de Estado adjunto para Asuntos Europeos y Euroasiáticos. "El uso de un agente nervioso de grado militar hace que sea aún más urgente para las autoridades rusas llevar a cabo una investigación completa y transparente", agregó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, precisando: "Los responsables deben ser identificados y responsabilizados. Consultaremos con Alemania y todos los aliados sobre las implicaciones de estos hallazgos. La OTAN considera cualquier uso de armas químicas como una amenaza para la paz y la seguridad internacionales". "En lugar de una investigación exhaustiva y un trabajo conjunto minucioso con el objetivo de obtener resultados auténticos, nuestros socios prefieren hacer más declaraciones públicas sin presentar ningún hecho", respondió la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova. Para la diplomática, "lo más importante y triste al mismo tiempo es que nuestros socios descuidan abiertamente los mecanismos de interacción legal disponibles para obtener resultados genuinos". Todo esto sucede pocos días después de que el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Stephen Biegun, fuera a Moscú para discutir la crisis política en Bielorrusia. Kent, citando el caso Navalny, recordó la advertencia de Biegun sobre las "consecuencias dolorosas" para Rusia si Vladimir Putin iniciara "una intervención militar abierta" en apoyo de Lukashenko, y agregó que los funcionarios estadounidenses tienen la intención de continuar argumentando que tal movimiento "sería catastrófico" para la reputación de Rusia. Y Lukashenko estaba tan preocupado por informar al primer ministro ruso, Mikhail Mishustin, de visita en Minsk el jueves 3 de septiembre, que la agencia de inteligencia bielorrusa habría interceptado una conversación entre Berlín y Varsovia, que mostraría que la historia del envenenamiento del blogger ruso, Alexei Navalny, habría sido inventada. "Hemos interceptado una charla interesante, les proporcionaré una transcripción y también la enviaremos al FSB (la principal agencia de seguridad rusa)", subrayó el presidente bielorruso. "Lo hicieron, y cito, 'para disuadir a Putin de meter la nariz en los negocios bielorrusos'. Esta es una cita de esta conversación. Entendemos cómo estas personas actúan de forma sutil", insistió Lukashenko. No entramos aquí en el mérito de la prueba de este tipo de declaraciones: imposible hacerlo porque no hay, por ahora. Lo que importa son las noticias sobre las acusaciones, las que una vez inyectadas en el triturador de cerebros de la idea dominante, se convierten inmediatamente en certezas para el ejército de periodistas-propagandistas. La máquina, una vez puesta en marcha, funciona automáticamente, reproduciendo y expandiendo las "noticias", hasta que la conocida regla formulada por el creador de la propaganda nazi, Paul Joseph Goebbels, entre en vigor: lo falso, cuando se repite muchas veces, se vuelve verdad.

Poniendo en fila las acusaciones occidentales contra Putin, una tras otra, está claro que algo muy dramático podría estar en preparación: nada menos que una gran ofensiva rusa contra todo Occidente. O al menos, eso es lo que indudablemente deben pensar las decenas de millones de espectadores y lectores occidentales, los destinatarios de tal flujo de información y de comunicaciones escritas y visuales. Es una serie realmente impresionante, cuya frecuencia aumenta cada día. A menudo más de una vez al día. Noticias que se mueven, como una bandada de pájaros volando en formación, pero provenientes de distintas capitales occidentales, sobre los más diversos temas y ámbitos. Es difícil escapar a la impresión de que se trata de iniciativas corales coordinadas.

Alexej Navalny

Es a la vez escalofriante y divertida la declaración de la Sra. Kay Bayley Hutchinson, representante de los Estados Unidos ante la OTAN, exponiendo tranquilamente la tesis de un posible e inminente "ataque preventivo" (se presume misilístico) contra Rusia: "cuando estemos seguros de que son capaces de atacar a nuestros aliados ‘tendremos que eliminar sus misiles’". Lo cual, dadas las circunstancias de hecho, también podría suceder mañana. ¿Y qué decir del gobierno japonés que anuncia que ha rechazado la oferta de Putin de firmar el tratado de paz "sin condiciones previas"? En Vladivostok, Putin desató recientemente una ofensiva muy provocadora después de abrazar al ex primer ministro Shinzō Abe. Rusia es realmente agresiva. Hay que detenerla también en el Pacífico.

"En este contexto -escribió Giulietto Chiesa en octubre de 2018-, se injertan las andanadas de acusaciones y acciones prácticas contra Rusia. Nada nuevo, salvo la intensidad y variedad de los acusadores. He aquí que la OTAN está desplegando un verdadero ejército en el norte de Europa, con 45.000 hombres, 70 barcos, 50 aviones y 10.000 vehículos terrestres para un ejercicio defensivo del 25 de octubre al 7 de noviembre. Interesada en Noruega, Finlandia y Suecia para simular formas de defensa de esos Estados frente a un "hipotético agresor". ¿Adivinen quién? Simultáneamente, el presidente de Polonia ofrece 2.000 millones de dólares a Estados Unidos para persuadirlos de que construyan una nueva base militar en territorio polaco. No es una base de la OTAN, solo una base estadounidense. Para demostrar la disposición de Polonia a aumentar su gasto militar de acuerdo con las demandas de Trump. Y, mientras tanto, la OTAN está organizando una gran reunión colectiva para examinar las "amenazas" potenciales en el campo ilimitado de la guerra electrónica. Preciosa oportunidad para cuestionar los servicios secretos rusos”.

“En perfecta coincidencia, Gran Bretaña revela que sabe que el gobierno ruso está detrás de un ataque de piratas informáticos contra la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), mientras que los Países Bajos no hacen una sino dos acusaciones simultáneamente: los rusos supuestamente atacaron los ordenadores de la AMA (Agencia Internacional Antidopaje) y supuestamente "intentaron entrar" en los ordenadores por parte de la Comisión Investigadora que, desde 2014, investiga el derribo del avión malasio, vuelo MH17 en los cielos de Ucrania en guerra".

Alemania se une ahora al coro. Es por eso que la pregunta de Giulietto Chiesa permanece: "¿De qué se trata todo este ruido publicitario? ¿Es sólo para fortalecer la imagen del enemigo o para preparar las condiciones para un futuro ataque?".

---------------

*Foto de portada: Giulietto Chiesa © Imagoeconomica

*Foto 2: Vladimir Putin © Imagoeconomica

*Foto 3: Angela Merkel © Imagoeconomica

*Foto 4: Alexej Navalny © AP Photo / Pavel Golovkin, archivo

REDACTORES

anna.jpgbgeorges.jpgbgiorgio.jpgbjuan.jpgblorenzo1.jpg
Copyright (c) 2009. Antimafia Dos Mil Argentina