Por Giorgio Bongiovanni- 25 de octubre de 2019
¿Es posible que los fantasmas, almas en pena vagabundas, de asesinos sanguinarios, dictadores, políticos y poderosos, responsables de los crímenes más perversos y de los años más oscuros de la historia Latinoamericana y el mundo, regresen y se encarnen? Sí, es posible.
Y además personifican presidentes, hombres de poder y criminales de algunos países de Latinoamérica.
El sarcasmo de Videla, el perfume de Massera, el instinto homicida de Pinochet, la sed de sangre de Stroessner, las torturas de Gregorio Álvarez deambulan por las calles otra vez. Y guían a ciertos hombres de Estado, políticos, delirantes y criminales.
Las sombras del fascismo se ciernen sobre algunos países que hemos tenido oportunidad de visitar hace muy pocos días.
Y se ciernen disfrazadas de democracia.
La militarización de la democracia o la dictadura democrática, como más les guste llamarla es una nueva realidad que se está instalando en Sudamérica y en el mundo entero.
Una realidad que intenta disfrazar el fascismo latente y clamoroso frente a los ojos de la comunidad internacional que mira para un costado.
¿Dónde están las grandes luminarias de la prensa italiana?
¿Por qué no informan que en este momento Chile arde en llamas y que el pueblo cansado de vivir en la pobreza y las deudas, frente a un nuevo aumento decidió decir, basta y salió a las calles donde son cazados por los fantasmas manejando camiones y tanques, empuñando armas de gruesos calibres?.
Más de 45 civiles muertos. Miles de heridos, cientos de desaparecidos, estudiantes, mujeres y niños violados y torturados. Hasta existe una denuncia del funcionamiento de un centro clandestino de tortura, en el metro de Baquedano (y que fue desmantelada por los propios carabineros en horas de la madrugada, para evitar dejar evidencias).
¿Por qué no se escribe en las portadas de la prensa internacional que el “milagro económico” llamado Chile es una pompa de jabón gobernada por una Constitución pinochetista?
Pero el cínico presidente Sebastián Piñera declaró que están en guerra. ¿En guerra contra su propio pueblo? Y más cínico fue después, porque llegó a disculparse dando argumentos banales mencionando nada menos que una frase del escritor uruguayo Mario Benedetti, quien fuera un defensor acérrimo de los derechos humanos.
Señor Di Maio (Ministro del Interior italiano) ¿Por qué no dice nada? ¿Por qué no se pronuncia?
Pero la lista de los países fantasmales continúa: Ecuador, más de lo mismo.
Una reforma económica emprendida por el Presidente Lenín Moreno y originada por acuerdos con el Fondo Monetario Internacional causó un estallido social sin precedentes. Las comunidades indígenas, obreros, policías y militares enfrentados entre sí; y el fantasma de la represión se hace visible otra vez. Los enfrentamientos toman la ciudad de Quito, capital y obligan a Moreno a trasladar el gobierno a Guayaquil.
En Brasil, Bolsonaro y sus delirios mesiánicos semejantes a los de la Alemania nazi impone el terror en las calles de los sectores menos favorecidos. Muertes. Persecución a las minorías, a los negros, a los homosexuales, a los pobres de las favelas, pérdidas de garantías individuales y una economía que naufraga fruto de la corrupción y la malversación de fondos públicos, son la gasolina que se derrama sobre una llama que se encenderá de un momento a otro.
En la Argentina de Macri se reprime a los jubilados que salieron a pelear contra el recorte de su ya menguado salario. “Viejitos peligrosos” que debieron ser aplastados a bastonazos y carros lanza aguas en plena Avenida de Mayo. Las tarifas públicas se multiplicaron en 1000%, leyeron bien, 1000%. Los fondos buitres sobrevuelan sobre las cabezas del pueblo y la corrupción ya no es ni de izquierda o de derecha, es más bien una autoritaria y fascista moneda corriente e instaurada en las entrañas de la Casa Rosada.
En Uruguay es impulsado un plebiscito de Reforma de algunos artículos de la Constitución: militarización de la seguridad interna, allanamientos nocturnos, eliminación de las libertades anticipadas en algunos delitos, son solo pequeñas reseñas que nos dibujan momentos históricos en los que los derechos de la población civil eran cotidianamente pisoteados, desmembrados y arrojados a la basura. Mientras el pueblo se moviliza y sale a las calles para evitar la reforma, a sus espaldas se aprueba una ley antiterrorista y se pertrecha a las guardias nacionales que comienzan a reprimir en las manifestaciones. En paralelo las elecciones nacionales.
Pero de esto no se habla en la prensa internacional.
En Perú, el presidente Vizcarra no conforme con su relación con el Congreso, lo disuelve. Al mismo tiempo, en el mismo Congreso, se aprueba la moción de incapacidad del presidente, y esto hace que el país andino se sumerja en una crisis institucional sin precedentes. Y como no podía ser de otra manera, el pueblo fue la primera víctima de estas luchas, por la imposición a la fuerza del poder neoliberal.
En Bolivia y en Venezuela son notoriamente graves las crisis internas, dentro de contextos no menos caóticos.
Luego nos encontramos con Paraguay. Hemos demostrado ampliamente, en artículos precedentes, la grave crisis social que atraviesa el pueblo paraguayo: se registran pequeños y tibios intentos de reclamos, sobre todo de las comunidades campesinas e indígenas, a un Narco estado títere cuya cabeza es Mario Abdó Benitez, manejado literalmente por el ex Presidente Cartes ; y desde el advenimiento de la democracia, el periodismo fue el centro de atención del crimen organizado: 19 periodistas fueron asesinados en diferentes circunstancias y en diferentes zonas del país, y en democracia. Y el manto de la impunidad cubrió siempre a la mayoría de los mandantes y a los sicarios, salvo muy contadas excepciones.
No hay más tiempo. El fantasma del fascismo galopa con fuerza en el Cono Sur pero también en el mundo entero y nos alcanza a todos por igual. Reaccionemos.
¿Por qué la Unión europea no dice nada?¿Por qué el gobierno italiano tampoco se pronuncia?
¿Por qué la prensa internacional se calla?
¡Son cómplices!
La comunidad internacional debe reaccionar frente a este regreso de los fantasmas del pasado. Debe evitar que estos fantasmas anden libremente y a sus anchas como invitados a una fiesta. Hacemos nuestras las palabras magistralmente escritas por el Juez Baltasar Garzón, en una reciente carta dirigida al Señor Presidente de Chile.
"Sepan que las violaciones de los derechos humanos que se están cometiendo y los crímenes perpetrados en contra de la población civil, esta vez no quedarán en la impunidad porque, además de la Fiscalía de Chile y del Instituto Nacional de Derechos Humanos, existe la Jurisdicción Universal, existe la Corte Penal Internacional, el Sistema Interamericano de Derechos Humanos y una comunidad internacional atenta y vigilante, que no permitirá que en Chile se vuelvan a repetir los horrores del pasado"
--------------------
*Foto de Portada: AFP
*Fotos: Agencias Internacionales
VIDEO: Registro gráfico de uno de los episodios más dramáticos de la represión en Chile