Our Voice presentó la obra teatral "Página 33" en la ciudad de Paraná, Entre Ríos.
Por Nicolás Toobe de OurVoice-Paraná - 21 septiembre de 2019
Después de una guerra nuclear el mundo se detuvo. Al tiempo, sobrevivientes de diferentes regiones se vieron obligados a dejar los lugares en los que estaban ocultos para intentar conseguir alimentos y agua que todavía se pudieran consumir. La búsqueda no era fácil, la noche no conocía de tiempo, ella permanecía absoluta y constante. Los inviernos eran seguidos de inviernos, y todo estaba teñido de un negro tan profundo como los corazones de los hombres que habían dejado que todo eso sucediera.
En un lugar remoto, una fuente de agua seguía dando vida a su alrededor. Un grupo de personas llamados “Los Tradicionales” la custodiaban, y lejos de brindarla como un bien común y necesario para la supervivencia, la usaron como herramienta de sometimiento y opresión. Personas que llegaban desde las oscuridades de la Tierra se sumaban a la estructura social impuesta por la Soberana, quien administraba el suministro de agua y alimentos a cambio de que se realicen todas las actividades necesarias para el bienestar y confort de ella y su séquito. Un decrépito líder espiritual, esparcía el miedo en la población y alzaba la imagen de la Soberana como una enviada de los mismísimos Dioses. Una joven, su mano derecha, ejecutaba con frialdad todos los deseos que ella le ordenaba y al mismo tiempo, dibujaba con exquisitez melodías sobre el último piano que quedaba sobre la Tierra, para el regocijo de la Soberana.
Personas que pertenecían al pueblo, a cambio de chapitas, que era el material de intercambio en ese lugar, porque el dinero ya no existía, accionaban la violencia contra los suyos cada vez que el séquito lo requería. Ancianos, adultos, jóvenes y niños que sobrevivieron a la gran catástrofe, convivían en la aldea. Con el tiempo, el pueblo naturalizó la opresión y entre ellos comenzó a manifestarse, como antes de las explosiones nucleares, el egoísmo, el individualismo, la ambición y la traición.
Alba, la protagonista de la historia, inicia un levantamiento del pueblo que tiene como objetivo la búsqueda de la verdad y la realización del derecho supremo: La Libertad.
Ante esta situación, la Soberana inicia una serie de movimientos para desarticular esta incipiente revolución. Una hoja intrascendente arrancada del libro prohibido que cuenta los sucesos verídicos de como “Los Tradicionales” lograron hacerse de la aldea por medio de un derramamiento de sangre de los nativos que vivían allí, sirve como señuelo para llamar la atención de un pueblo que comenzaba a rebelarse.
La joven Alba, se vuelve portadora de un mensaje que pone incómodo al poder, un mensaje que ha tomado diferentes formas y voces a lo largo de la historia pero que en esencia es el mismo, la búsqueda de la verdad y la libertad.
En este contexto se desarrolla “Página 33”, la obra de teatro que presentó Our Voice el 17 de Septiembre en La Vieja Usina de la ciudad de Paraná, frente a más de 200 personas, en su amplia mayoría jóvenes.
La apertura de este evento fue realizado por Paola Becco, organizadora del Festival Internacional de Cortos en Stop Motion “Our Fest”, quien en una muestra itinerante, compartió una hora de proyecciones de materiales de diferentes partes del mundo.
Seguido de eso, Matías Guffanti, coordinador del movimiento en Sudamérica, presentó la obra que fue realizada por integrantes de Paraná y Rosario.
Esta delgada línea entre la ficción y lo real, es lo que comenta al final de la obra Matías Guffanti, quien haciendo un paralelismo entre los personajes ficticios y los roles que podemos ver en nuestra sociedad, dan muestra de que nos encontramos en medio de una historia que se repite una y otra vez, y como si fuese una especie de certeza, concluimos percibiendo la presencia de un Poder Invisible que mueve los hilos de todo esto, desde hace mucho tiempo, para que se mantenga todo tal como está, y para que en el mejor de los casos, solo podamos llegar a identificar a los Poderes Visibles.
La denuncia, la lucha y la esperanza nuevamente se visten de teatro para dar un mensaje contundente a los jóvenes: El escenario es preocupante, pero todos tenemos un lugar en esta ardua y cotidiana tarea de construir nuestro futuro.
¡Busquémoslo y ocupémoslo!.
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*Fotos de Angel Aquino