Por Lucas Gabriel Martins, de Our Voice Buenos Aires-16 de diciembre de 2019
Dos indígenas de la tribu Guajajara fueron muertos el último sábado 7 de diciembre de este 2019: Firmino Guajajara y Raimundo Guajajara fueron alcanzados por disparos que hizo el ocupante de un vehículo, mientras regresaban de una reunión por los derechos de los indígenas. Derechos que están cada vez más en el olvido con el actual gobierno de Jair Bolsonaro. Otros dos indígenas fueron heridos y por seguridad no se dieron sus nombres.
Esto sucedió en la reserva indígena Cana Brava, ubicada exactamente a algunos kilómetros de donde también asesinaron a Paulino Guajajara “El guardián de la selva”, el último 1 de noviembre de 2019.
Jair Bolsonaro ha declarado públicamente reducir los derechos indígenas, además de haber fomentado la explotación de sus tierras, que siguen siendo invadidas por madereros y mineros.
Estos crímenes son el reflejo del odio diseminado por Bolsonaro en contra de los pueblos originarios. El presidente debería cumplir con la Constitución Federal y garantizar la protección de la vida de todos los indígenas y del medio ambiente, pero lamentablemente lo que vemos es todo lo contrario, vemos a un Presidente que fomenta este tipo de acción, negando el derecho de la existencia indígena y estimulando la enfermedad histórica del racismo que todavía está muy presente en el pueblo brasileño.
La persecución a los indígenas aumenta cada día más. Según la Sociedad Maranhense de Derechos Humanos (SMDH), entre 2016 y 2019, 13 indígenas fueron muertos y ningún autor fue identificado.
“¿Hasta cuándo tenemos que esperar?
¿Quién será el próximo? Es necesario que las autoridades tengan una mirada específica a los pueblos indígenas, están sucediendo muertes en nombre del odio y del prejuicio.
Exigimos justicia.
¡Sangre Indígena, ninguna gota más!”
(Sonia Guajajara- Líder Indígena).
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*Foto de portada: www.salvalaselva.org