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Por segunda vez Bolsonaro “celebra” el golpe de 1964 y la dictadura militar en Brasil

lucas gabriel Por Lucas Gabriel Martins, de Our Voice Buenos Aires – 31 de marzo de 2020

El presidente Jair Bolsonaro, se ha referido al cumpleaños del golpe militar del 31 de marzo de 1964 como un “gran día de la libertad”.

La declaración sucedió en la mañana de este martes 31, en respuesta a uno de sus defensores que mencionó dicha fecha, frente a la puerta del Palacio de la Alvorada, sin el actual tono de agresividad e indiferencia con el que trata las cuestiones nacionales.

Ex- diputado y capitán retirado del ejército, Bolsonaro es defensor del golpe del 64 que inició la dictadura en Brasil hasta 1985. Desde que llegó al poder, Bolsonaro nombró a varios militares para diversos puestos y ministerios.

Más temprano, el vicepresidente general Hamilton Mourão, también publicó un mensaje exaltando el golpe: “56 años atrás, las fuerzas armadas intervinieron en la política nacional para enfrentar el desorden, subversión y corrupción que perturbaban las instituciones y asustaban a la población”.

El ministro de defensa, Fernando Azevedo, también había emitido un comunicado para conmemorar la fecha, el lunes 30 de marzo. En una nota, el ministro afirmó que el golpe: “fue un hito para la democracia brasileña”.

Nota que fue distribuida por los tres comandantes militares y por Fernando Azevedo, para ser leída obligatoriamente en todos los cuarteles militares en el día del aniversario.

Pero esa nota contradice y mucho a Bolsonaro y ayuda bastante a la historia de Brasil cuando dice: “Las Fuerzas Armadas asumieron la responsabilidad de contener aquella escalada, con todos los desgastes previsibles”

La versión es un poco distinta de la pronunciada por Bolsonaro en los últimos años. En una entrevista en 2018 en el programa “Roda Viva” en el canal Cultura, Bolsonaro argumentó que en aquél entonces el presidente João Goulart, (1919-1976) fue depuesto por el congreso: “No fue un golpe. Golpe es cuando alguien saca a la persona del poder, lo ejecuta o hace una maldad cualquiera. Él, simplemente dejó el país y quien declaró vacante la silla del Presidente, fue el parlamento brasileño”.

Toda esa cronología fabricada por Bolsonaro desestima la conspiración militar pre golpe y los hechos ocurridos el 30 y 31 de marzo, muy bien explicados en los libros de historia y en la memoria de los propios oficiales que dieron el golpe. El congreso solamente declaró “vacante” la presidencia el día 2 de abril, cuando las tropas militares ya estaban adentro de Brasilia, Goulart ya se había dado cuenta de la pérdida de su comando sobre el aparato militar y temía una guerra civil sangrienta.

No hay dudas de que el golpe partió desde los militares, pero Bolsonaro pretende que fue un mero acto del Congreso.

Y la nota sigue: El orden del día de hoy (31) asume el carácter activo de la acción de los militares en 1964, que hicieron una “contención” y “asumieron la responsabilidad”, con “desgastes”.

¿Pero cuál habría sido esa responsabilidad? ¿Haber anulado la Constitución al sacar a un presidente legítimamente electo?

Y todos esos “desgastes” previsibles ¿habrían sido acusaciones de torturas, desapariciones forzadas y asesinatos de militantes de izquierda, la censura a la prensa, o el cierre del Congreso?

Desde 1985 hasta hoy, los militares solamente observaron la creación de la comisión de muertos y desaparecidos, el establecimiento de la amnistía para los perseguidos por la dictadura, los innumerables libros, reportajes y estudios académicos críticos al período militar, la creación y conclusiones del CNV (Comisión Nacional y Verdad), entre muchas otras iniciativas de la sociedad civil y de los gobiernos que buscan tirar un poco de luz sobre estos crímenes cometidos. Los militares nunca pidieron disculpas por nada de lo que hicieron y no fueron juzgados, aparte del coronel Ustra, a quien lamentablemente el presidente Bolsonaro, nombra como su Ídolo.

Entonces la rueda de la historia “giró” y ahora, en un gobierno de gran presencia militar, los comandantes se sienten libres y seguros para, finalmente, intentar reescribir la historia a favor de las Fuerzas Armadas. Creo que no se dieron cuenta que desmintieron a su propio presidente.

Ustedes no van a lograr borrar los hechos, Brasil ¡sí, vivió una dictadura militar!! que secuestró y mató a muchas víctimas y sofocó muy fuertemente las libertades democráticas.

¡DICTADURA, NUNCA MÁS!

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*Foto de Portada: www.latinta.com.ar 

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