Por Andrés Volpe de OurVoice – 8 de abril de 2020Una multitud enardecida se dirige hacia la sociedad italiana de la localidad de Alcorta en la provincia de Santa Fe, dispuesta a terminar con la distribución irracional de las ganancias obtenidas por el trabajo de la tierra y la fuerte explotación a la que son sometidos. El abogado Francisco Netri, junto a comerciantes, chacareros, agricultores y trabajadores del campo promovió la protesta y condujo la asamblea con más de dos mil manifestantes. Dicho evento fue el inicio de la protesta más extensa en la Argentina agro exportadora, a la que se sumaron el sindicato de trabajadores rurales, pequeños comerciantes y más de cien mil chacareros en todo el país. Corría el mes de junio de 1912.
El 5 de octubre de 1916 es asesinado de un disparo Francisco Netri. Su asesino fue Carlos Ocampo, que dicen algunos, era sicario de la sociedad Rural, una institución fuertemente vinculada a los terratenientes que heredaron tristemente sus tierras de la mal llamada “Campaña del desierto” (un genocidio planificado de los pueblos originarios del centro y sur del país) a pesar de que nunca llegó a probarse dicha hipótesis.
El Dr. Netri fue el principal impulsor y partícipe fundamental del grito de Alcorta, el movimiento generador de las bases de la Federación Agraria Argentina.
Es oportuno preguntarnos 108 años después ¿qué ha cambiado? ¿Qué cambió frente a la lucha para evitar la brutal concentración de capital y poder por parte de los terratenientes y empresas agro exportadoras? Poco y nada, solo cambiaron las formas.
El diputado provincial Carlos del Frade, presentó un proyecto de ley para cobrarles el 4.5% de ingresos brutos a las empresas agro exportadoras. La gestión está en pañales en la Cámara, ya que, como denuncia el diputado, existe un lobby del sector que está bien blindado entre el poder político, organizaciones intermedias y corporativas. Las empresas más importantes que están desparramadas a lo largo del margen occidental del rio Paraná en la provincia de Santa Fe, el año pasado recaudaron casi el triple del presupuesto provincial de todo el año 2018, incluyendo la empresa Vicentin, una de las que más facturó con el gobierno de Mauricio Macri, y que se declaró en cesación de pagos y luego entró en convocatoria de acreedores, lo que anuncia que no pagará lo adeudado.
Entre 2015 y 2018 Vicentin tuvo rentas extraordinarias, lo que le permitió pasar de ser la decimonovena empresa con mayor facturación del país a ser la cuarta cerealera en ese ranking, al mismo tiempo que verificó un aumento de sus pasivos, conformados por deudas con distintas instituciones financieras, entre ellas el BNA (Banco Nación) del cual se llevó un crédito que no conoce antecedentes. El fiscal federal Gerardo Policita abrió una investigación formal para analizar la "maniobra" contra el Estado a través de la cual González Fraga, en su condición de autoridad del BNA en su momento, cedió 18.500 millones de pesos a la principal aportante del partido oficialista Cambiemos. Los dos responsables de la empresa también quedaron imputados, Oscar Padoán y Gustavo Nardelli. En el dictamen, se señala que el crédito "superó los límites" y que luego además obtuvo una refinanciación "sin hacer las cancelaciones correspondientes". Tremenda impunidad se evidencia por parte de estos conglomerados que moldean las vidas de miles de argentinos cada temporada de cosecha.
Impunidad que se ve reflejada en la vida de sus directivos, como el mencionado Gustavo Nardelli que además preside la dirigencia de la Terminal Puerto Rosario y que lejos de respetar la cuarentena por la crisis pandémica, fue arrestado por personal de la prefectura naval, paseando en pleno río Paraná en su yate llamado “Champagne” y luego en la ciudad de Buenos Aires, circulando en su auto de alta gama.
Otro aspecto que vale la pena destacar es la obligación establecida por el gobierno para mantener la actividad en los puertos atendiendo los barcos que llegan desde países que están en emergencia por la pandemia y que no cumplen con los 14 días de cuarentena dispuestos como medida de seguridad. Ante la negativa de los diferentes gremios nucleados en dicha tarea de atención, denunciando la falta de controles sanitarios a las tripulaciones de los barcos, el gobierno decretó la conciliación obligatoria alegando que la actividad portuaria es de extrema necesidad para el abastecimiento interno (y acá es importante remarcar que muchos de estos barcos vienen vacíos, por lo que el argumento del abastecimiento de la ciudadanía argentina se cae, y solo queda en manos de los negocios foráneos que gestionan los dueños del Agro). Dicha actitud se ha cobrado la renuncia, por ejemplo, del encargado de Sanidad del puerto Quequén en la ciudad de Necochea, al Sur de la provincia Buenos Aires, dejando en claro su disconformidad de exponer a la población local, primando los negocios con barcos extranjeros.
Sin entrar en el juego de los argumentos con tintes políticos, en el año 2008, por el conflicto que el sector agrario mantenía con el gobierno por la Resolución 125, que modificaba el sistema de retenciones a las exportaciones, “hubo barcos que estuvieron fondeados más de 30 días en recalada, a un costo diario de esa época de 20 a 30 mil dólares por día, así que hubo un lucro cesante por barco desde 600 a 900 mil dólares o algunos incluso superaron el millón de dólares de lucro cesante pero nadie se quejó de eso mientras que hoy no pueden esperar 14 días ante la amenaza de una pandemia a nivel mundial”. Esto fue manifestado claramente por empleados de los sectores que se vienen expresando desde que comenzó la cuarentena en las redes sociales y en algunos sectores de la prensa que permiten publicar dichos reclamos lejos de los comunicados oficiales de los sindicatos.
Como condimento podemos mencionar que el gobierno de Mauricio Macri en el año 2017 derogó una norma del Senasa (El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) , la Nº 260 del año 2014, mediante la cual se llevaban adelante controles fitosanitarios de mercaderías derivadas de los granos, que son los subproductos como aceites, harinas de soja y lecitina, entre otros destinados al exterior, cedió la fiscalización de dichos productos a manos privadas, es decir se deja sin control a los contenedores que vienen a cargar, resignando además parte de la soberanía alimentaria y representando una transferencia de rentas de aproximadamente de mil cien millones de pesos anuales, terminando con varias fuentes de trabajo y representando más plata para los magnates del campo.
Mientras tanto en zonas lindantes a los puertos, las rutas se encuentran saturadas de camiones, algo que tampoco ayuda a las tareas de prevención del contagio de la pandemia. Según aportó la bolsa de comercio de Rosario, en el 2019 el pico de camiones en la zona conocida como el Gran Rosario, el polo agroindustrial más grande del mundo donde se exporta el 85% de la producción, desde mediados de abril hasta junio, luego de la cosecha de soja, ingresaron alrededor de 10 mil camiones por día. En total fueron 1,3 millones de camiones, un récord, superando al año 2016, cuando el número alcanzó los 1,05 millones de camiones.
Como avanzan los camiones también avanza la sobreexplotación del territorio: según un informe de Greenpeace más de 80.000 hectáreas de bosques se perdieron durante 2019 en el norte argentino, lo que asegura que las principales causas se deben al avance de la frontera agropecuaria para ganadería y soja transgénica, además de los incendios.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ubicó a la Argentina dentro de los 10 países que más desmontes tuvieron entre 1990 y 2015 y, según ese relevamiento, se perdieron 7,6 millones de hectáreas, a razón de 300.000 hectáreas al año. Codicia que cambia vidas, codicia que mata, codicia que modifica ecosistemas y produce efectos colaterales como la actual peste que estamos mereciendo.
A pocos kilómetros de los camiones, de los puertos del gran rosario, de los intereses y tramas del poder, en el cementerio El Salvador, al lado de un busto que flanquea los restos de Francisco Netri, se puede leer una declaración suya que resume sus ideales: “Estos hombres de campo ya no luchan para ellos, sino por sus hogares y por sus hijos, para que tengan la seguridad de un futuro del que ellos carecen. Estar a su lado en esta hora debería ser la posición de todo argentino”.
-----------------Imagen de portada: Obra del pintor Antonio Berni – “Manifestación” – 1934
Foto 2: www.rosarioplus.com