Resistencia. La fuerza imponente de un Sistema que estructuralmente fabrica pobreza, exclusión, marginalidad. Un Sistema de poder, de corrupción, de manipulación, de mentiras. Un Sistema ostentoso, vanidoso, soberbio. Un Sistema que cree absorberlo todo, choca una y otra vez contra los que resisten. Vienen a mi mente las estatuas monolíticas de la Isla de Pascuas, esperando, firmes, la rompiente.
Esta es la lucha, la resistencia de los que moran en “La Casa de Enfrente”, este rincón cálido, ameno, amable, construido con y desde el corazón, acuna y atesora en sus rostros, en sus manos, las historias de miles de batallas, de cientos de reclamos.
“La Casa de Enfrente”, se para frente al Palacio Legislativo, sede del poder legislativo nacional de Uruguay. Estos días tan cuestionado por la Ley de Urgente Consideración, este escandaloso proyecto de ley, que pretende tratar aproximadamente 500 artículos que involucran categorías abismales, como las privatizaciones de los servicios públicos, el sistema educativo y la criminalización de la protesta, en tan solo 90 días.
“La Casa de Enfrente” exhibe en sus paredes las heridas de guerra, símbolo de aquellas batallas perdidas. En el corazón, la olla se respira. Y se crea esa confusa sensación que brota de la solidaridad nacida de la extrema carencia. Pero esto, es solo la superficie. Esto es lo que el Sistema pretende. Perpetuar los círculos de caridad y de pobreza. Nada más alejado de la realidad. Porque esta olla respira educación, sabiduría, cultura. En estas rondas se construyen y se transmiten los valores de aquellas sociedades soñadas, que resisten en los pies de las y los compañeros, hasta la que los sueños sean presentes.
Hoy nos acercamos, a traer alimentos que nos fueron gentilmente aportados, desde rincones distantes, por amigos a quienes, desde este humilde espacio, les estamos eternamente agradecidos.
Damos gracias a todas las personas que nos recibieron, y que nos brindaron la oportunidad de compartir el pan, la historia, la lucha y la resistencia (*).
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(*) Algunos amigos fraternos, Chiara y Andrea de la ciudad de Cittadella (Provincia de Padua) contribuyeron generosamente, para las compras de alimentos de primera necesidad, para dar asistencia a las personas necesitadas.
*Fotos: Leandro Gómez, de Our Voice