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La historia de un apellido y dos destinos completamente distintos

nicolas toobePor Nicolás Toobe, de Our Voice Paraná, Argentina – 23 de junio 2020

Si a alguno de nosotros le nombran el apellido Allende, seguro que con una mezcla de alegría, bronca y tristeza, recordamos rápidamente a Salvador Allende, aquel memorable presidente chileno que en la década del 70 alumbro como un farol a toda América del Sur.

Y no es para menos, ya que las transformaciones que tuvieron lugar durante su mandato y sus posteriores repercusiones no fueron pocas. La nacionalización del hierro, el salitre, el carbón, la banca, 91 industrias básicas y el cobre, el cual era propiedad de Estados Unidos. Se crearon al menos un centro de atención médica por cada 40.000 habitantes para brindar un mejor servicio a la población. Se registró un incremento de la matricula estudiantil en general y se concretó el otorgamiento de becas a niños de poblaciones originarias. Crecimiento del PBI, disminución de la inflación y mayor participación de los obreros en las empresas. Lanzamiento de un programa de alimentación para centros educativos que afecto a más del 80%. Prohibición a la posesión de más de 80 hectáreas de tierras por persona y otorgamientos de campos a campesinos. Florecimiento de la cultura chilena enarbolada por Víctor Jara, un artista que sigue latiendo en los pechos de los luchadores.

Allende sin lugar a dudas, fue un político que logro que el destino de Chile estuviese en las manos del pueblo, en donde la igualdad de derechos y oportunidades eran una realidad, promoviendo una vida justa y digna para toda la población.

Pero a 1.303 km de donde ocurrieron estos hechos, cruzando la cordillera ya en territorio argentino, más precisamente en la ciudad de Paraná, en la provincia de Entre Ríos, nos encontramos con la otra cara de la moneda, ya no con aquel Allende que dejó todo por el pueblo, sino con un Allende que se llevó todo lo que pudo del pueblo tratando de no dejarle nada. Este de Salvador no tiene nada, este es José Ángel Allende.

Nacido en la ciudad de Nogoyá, Entre Ríos, se recibió de Agrónomo General Nacional en el año 1976. Después de una breve docencia en Santa Fe, comenzó su labor en la administración pública en la provincia de Neuquén para luego de unos años, volver a la ciudad santafecina para trabajar en el Ministerio de Agricultura de la provincia, en la Dirección de Economía Agropecuaria. En esos tiempos se integró a UPCN (Unión Del Personal Civil De La Nación) Seccional Santa Fe donde decididamente inició su militancia gremial.

A finales de los 80 se trasladó a Entre Ríos continuando su actividad como empleado público en la Dirección de Juntas de Gobierno y se sumó junto a otros dirigentes a UPCN Entre Ríos. Desde 1999 hasta Diciembre de 2019 cuando se jubiló, Allende ocupó de manera ininterrumpida la banca de diputado provincial del Partido Justicialista. Se desempeñó como Presidente de la Honorable Cámara de Diputados desde 2011 al 2015. Presidio el Consejo Departamental Nogoyá del Partido Justicialista y fue miembro del Concejo Provincial y Congresal Nacional Del PJ Entre Ríos. Desde 1998 hasta el día de hoy también de forma ininterrumpida, preside el gremio estatal de UPCN Entre Ríos y es uno de los tres representantes de UPCN ante el Comité Central Confederal de la CGT.

El otro Allende 2

A pesar de haber sido un ferviente defensor del regreso de Carlos Menem para las elecciones de 2003, Allende se terminó convirtiendo en una pieza clave del gobierno kirchnerista de Sergio Urribarri, cuando ocupó la presidencia de la Cámara de Diputados, sucediendo en el cargo a su querido amigo, el ex gobernador Jorge Busti.

Pero su maratónico y constante aumento de poder, no iba a quedar desligado de lo que aun en investigación, podría ser una de las mayores estructuras de corrupción que supo tener el gobierno de Entre Ríos, siendo José Ángel un pequeño engranaje de toda esta maquinaria.

A principios 2012, un artículo de denuncia firmado por el periodista Jorge Riani de Análisis Digital, derivó en el inicio de una causa por enriquecimiento ilícito, así como también por negocios incompatibles con el Estado, donde hasta se daba el lujo de girar subsidios a la fundación que preside su actual mujer, firmados y entregados por él mismo en actos públicos.

En el año 2016 empezando a verse acorralado por la justicia, pero principalmente sintiéndose sofocado por la presión familiar, José Allende, le pidió a su abogado y sobrino Marcos Rodríguez Allende, quien llevaba adelante su defensa, que gestionara una reunión con el procurador para concretar un juicio abreviado ya que pretendía terminar con la causa penal porque estaba dispuesto a reconocerse responsable de enriquecimiento ilícito. Esta decisión llegó a oídos del entonces gobernador Sergio Urribarri (a quien le dedicaremos muy pronto un artículo ya que se lo tiene merecido con creces) quien muy alarmado mando a llamar urgente a Allende para cuestionarle su iniciativa y decirle que si él se entregaba, los iban a agarrar a todos (este hecho se describe en el libro “El nido” del periodista Daniel Enz).

Al parecer esta reunión caló profundo en José Ángel, porque ya no se presentó a la auditoria prevista con el procurador para avanzar en los acuerdos para el juicio.

Impunidad y prepotencia envolvían al funcionario que también las transmitía a la hora de querer dejar algún mensaje concreto a las personas que se le ponían en el camino. En estos últimos años mandó a intimidar a una funcionaria de Salud de la ciudad de Diamante pero pudo esquivar a la justicia; amenazó a la ministra de Salud, Sonia Velázquez y a la vez también al periodista Martín Carboni, actos por los cuales también se le iniciaron causas.

Pero no fue hasta el año pasado que Allende se dio cuenta de que los tiempos políticos se le estaban acabando, y que el gobierno de turno no le estaba dando lugar, y fue en ese marco por el cual empezó a trabajar en un nuevo acuerdo de juicio abreviado. Después de 8 meses de negociaciones el escrito se terminó de formalizar el 28 de mayo, allí, Allende dejó establecido que reconocía todos los delitos que se le imputaban.

El ex funcionario y gremialista, que pidió el beneficio a la Caja de Jubilaciones en diciembre de 2016, cuando tenía 60 años, pese a que la ley N°8732 prevé el retiro para los varones a los 62 años, jubilación por la cual hoy, a sus 63 años está percibiendo un haber líquido, en mano, de 219.332 pesos mensuales, tendrá que entregarle al Estado provincial su mansión del Parque Urquiza (valuada en más de 700 mil dólares) y una casa de calle Laprida 152 (tasada en 378 mil dólares) por la denuncia de enriquecimiento. Por el delito de negocios incompatibles con la función pública deberá pagar una multa de 3 millones de pesos. También tendrá que cumplir una pena de prisión condicional de 2 años y 8 meses y será inhabilitado de modo perpetuo para ejercer cargos públicos. Esto último, como consecuencia, de las amenazas a la ministra de Salud, Sonia Velázquez y al periodista Martín Carboni.

Pese a haberse desprendido de varios inmuebles transfiriéndolos a familiares o testaferros, a la hora de la tasación oficial por parte de la justicia, Allende tenía bienes por exactamente 2.512.965 dólares. El detalle fue el siguiente:

—Residencia en calle Castelli, pleno Parque Urquiza: 720.922 dólares.

—Piso 27 en Puerto Madero, Capital Federal: 536.000 dólares.

—Casa quinta en Sauce Montrull, 368.162 dólares.

—Semipiso en el edificio Torres del Cóndor, pegado al Hotel Marán, en pleno Parque Urquiza. Fue adquirido por Diana María Traverso (ex esposa) en fecha 28/06/2007 y donado posteriormente a sus hijos en octubre del 2010. Está a nombre de Victoria, Carolina y Julio Allende. Está valuado en 297.192 dólares.

—Departamento 10 «A» en el edificio de calle Cervantes y Santiago del Estero, 130.600 dólares.

—Departamento 10 «B», en el mismo edificio, 81.800 dólares. Los dos inmuebles están a nombre de José Ángel Allende, hijos y la señora Traverso.

—Inmueble ubicado en calle Laprida Nº 152, Paraná, Matricula Nº 148596, Plano nº 111159. Adquirido por José Ángel Allende, el 25 de noviembre de 2004, posteriormente donado a sus hijos en diciembre de 2006. Sale 378.289 dólares. O sea que hace a un total de 2.512.965 dólares.

La tasación judicial comprendió además el yate denominado Quichua, con camarote y hasta una especie de caja fuerte incrustada, que costaría actualmente 55 mil dólares. Sorprendió que no fuera incluida la isla de Allende, comprada en 2014. Son 13.700 metros cuadrados (poco más que una manzana), ubicados frente al Club de Pescadores de Paraná, que conforman parte de una amplia zona isleña.

Tampoco se incluyó la tasación del haras de Nogoyá, donde tiene algunos caballos, ya que la mayoría de los equinos de carrera están en el hipódromo de Palermo, para lo cual debe abonar mensualmente significativas sumas de dinero para su mantenimiento. Y estuvo ausente la radio “La Voz” que tiene en Nogoyá.

Allende también está involucrado en el negocio financiero y bursátil, a la cría de ganado, al cultivo de cereales, los medios de comunicación, al mercado de los medicamentos, a las carreras de caballos, a la construcción y también es propietario de una amplia colección de autos antiguos. Claramente su patrimonio es mayor a los 2.500.000 dólares.

A pesar de que se le terminó la carrera política a José Allende, las secuelas de la manipulación de los fondos públicos y su manejo de roles políticos en favor de sí mismo va a tardar muchísimo tiempo en cicatrizar, y todavía hay todo un aparato aún más corrupto y mafioso por desenmascarar, que lastimosamente está muy estructurado dentro de la policita de nuestra provincia como así también lo está en todo el mundo.

El 1 de julio a las 9:00 hs será la audiencia para formalizar el acuerdo de juicio abreviado entre la defensa del ex diputado José Ángel Allende y el Ministerio Público Fiscal, y si bien es un paso hacia adelante en contra de estos personajes, nos queda la sensación de poco ya que la justicia lo salva de la cárcel decomisando lo que significa un vuelto en relación a la tremenda fortuna que construyó y de la cual debemos conocer la mitad, pero bueno, la justicia entrerriana también merece un párrafo aparte.

Acá en Entre Ríos, nos conformaremos con tener a un triste, patético y no tan célebre Allende. El que nada hizo. El otro Allende.

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*Imagen de portada: Our Voice Parana

*Foto 2 : www.entreriosahora.com

Violentos ataques a la prensa durante las protestas en EEUU

andres volpePor Andrés Volpe – 7 de junio de 2020

Los hechos hablan por sí solos. Eliah, un niño de 10 años de edad, juega al baloncesto en la parte delantera de su casa. En un momento dado, deja su pelota, parece que vio algo. Un coche de Policía aparece por el lado izquierdo de la calle y el pequeño se esconde. Cuando ve que el vehículo pasa de largo, sigue jugando tranquilo.

Su padre observó la escena desde el interior de la casa, ubicada en Connecticut. Hace unos días publicó el vídeo en Instagram, una decisión que según él no ha sido fácil y que ha ido acompañada de una profunda reflexión que ejemplifica el temor que la población tiene en este momento a las autoridades, en una institucionalización del miedo que no entiende de clases sociales.

Tal vez fue un error, un poco de gas por aquí, otro poco de gas por allá, quizás una bala perdida. Pero es difícil imaginar que más de 400 “errores” denunciados formen parte del comportamiento común de una fuerza de seguridad. A estas alturas del partido, la represión y el restablecer el orden parece ser una prioridad. El problema es de qué tipo de orden estamos hablando y para quien, ¿será para lograr un orden más republicano? ¿O será por un orden más blanco? .Todo puede pasar por estos días en el país de la libertad, que si de eso hablamos solo ha quedado la palabra, o la estatua, que ya ni siquiera en estos momentos puede usarse de atractivo turístico. Las redes sociales estallan de videos de abusos policiales contra los manifestantes y transeúntes, algo que se ha vuelto cotidiano.

Indudablemente toda la atención en este momento la tiene la prensa, y la frutilla del postre se lo han llevado nuestros colegas de la CNN que transmitiendo en vivo las protestas de Minnesota y ante la sorpresa de los conductores del programa, dos oficiales se llevaron a su mobilero Omar Jiménez y sus asistentes, algo nunca antes visto. Ni siquiera en plena dictadura argentina se vio algo semejante, cuando el periodista holandés FritsJelle Barend (que fue enviado por la revista VrijNederlandal para cubrir el Mundial de 1978) salió ileso tras entrevistar frente a la casa de Gobierno y ante la presencia de los militares, a las madres de plaza de mayo.

Las alarmas se encendieron en los organismos de derechos humanos, que alzaron su voz con justa razón ante los hechos acaecidos en las últimas jornadas de protestas contra la muerte de George Floyd y ahora con el asesinato de Rayshard Brooks.

Más allá de la formalidad secular que rodea a la prensa norteamericana, decidieron salir del molde unos instantes y cubrir de lleno las manifestaciones en todo el país. Donald Trump, cuya guerra contra la prensa es más que explicita, parece que decidió jugar el retruco y mandar a reprimir puertas adentro a sus propios periodistas y a los extranjeros de paso, algo que muy poco había trascendido hasta ahora, pero que en este momento toma un color muy particular. De hecho la Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias (WAN-IFRA) y el Foro Mundial de Editores enviaron una carta al primer mandatario en la que le reclaman un compromiso real e “inquebrantable” con la libertad de prensa. Pidiendo a Trump una misiva que condene “enérgicamente” los ataques que han sufrido centenares de periodistas. Lejos de tener dicha actitud exigida Donald Trump acusó a los "Los Medios de Comunicación Parciales están haciendo todo lo posible para fomentar el odio y la anarquía. ¡Así como todo el mundo entiende lo que están haciendo, que son NOTICIAS FALSAS y gente mala de verdad con una agenda enfermiza, podemos trabajar fácilmente más allá de ellos a través de la GRANDEZA!".

También se pronunció el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, "Cuando atacan a los periodistas, atacan a las sociedades", afirmó. "Ninguna democracia puede funcionar sin libertad de prensa ni ninguna sociedad puede ser justa sin periodistas que investiguen los errores y le digan la verdad al poder".

Por otro lado el presidente de la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa), Christopher Barnes, expresó, a través de un comunicado de prensa, que "si bien los periodistas conocen los riesgos a los que se exponen durante la cobertura de protestas sociales, en la mayoría de los casos denunciados, la prensa debidamente identificada, se convirtió también en objetivo de la policía y manifestantes".

Roberto Rock, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, subrayó que "cuando se agrede a la prensa se afecta el derecho del público a recibir noticias" e instó a que se garantice la libertad de prensa.

Por dicho pronunciamiento la SIP junto a otras 96 organizaciones de prensa y periodistas; medios y empresas periodísticas, y organizaciones no gubernamentales, firmaron una carta del Comité de Reporteros para la Libertad de Prensa (RCFP por sus siglas en inglés), enviada a la Policía y a autoridades estatales de Minnesota, reclamando por el maltrato a periodistas.

Para entender porque no es una puesta de escena de los medios para fomentar el odio como exclamaba la casa blanca a las pruebas nos remitimos: El US Press Freedom Tracker ha registrado más de 300 incidentes con periodistas desde el inicio de las protestas. Se han producido al menos 49 detenciones de periodistas, 69 ataques físicos, 43 de ellos realizados por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y 77 ataques con proyectiles antidisturbios.

El periodista del 'Minneapolis StarTribune', RyanFaircloth, se encontraba en su vehículo cuando el coche recibió el impacto de una bala de goma. "El cristal estalló frente a mi rostro y mi cuerpo. Tuve sangre en mi cara y en un brazo" manifestó.

El corresponsal de Nine News Australia Tim Arvier fue detenido y registrado sin que se le dieran motivos al respecto mientras cubría la protesta en Minneapolis. Tanto él como su camarógrafo fueron esposados y retenidos temporalmente por las fuerzas de seguridad.

La fotógrafa independiente Linda Tirado ha perdido para siempre la visión en un ojo tras recibir el impacto de una bola de pintura lanzada por la Policía.

Por su parte, la periodista de 'Los Angeles Times' Molly Hennessy-Fiske ha denunciado que un policía de Minnesota disparó a quemarropa una lata de gas lacrimógeno contra ella y contra su equipo mientras cubría una protesta contra una comisaría de la ciudad.

El periodista de MSNBC Ali Velshi recibió el impacto de una bala de goma en la pierna y aseguro que "la Policía del Estado, con el apoyo de la Guardia Nacional comenzó a disparar gases lacrimógenos contra una protesta pacífica sin provocación alguna". También fue arrestado temporalmente un fotógrafo de la cadena WCCO, una estación local de CBS, tras ser alcanzado con una bala de goma.

El periodista del medio digital Vice Michael Anthony Adams y el corresponsal de la agencia oficial de noticias rusa RIA Novosti Mijaíl Turguiev también han denunciado agresiones policiales. Adams aseguró que un agente de Policía lo arrojó al suelo mientras otro lo roció con aerosol de pimienta cuando se encontraba inmovilizado.

"Los periodistas que estábamos cubriendo las protestas en Minneapolis fuimos atacados con gas pimienta, granadas de aturdimiento, porras y gases lacrimógenos. Teníamos a la vista las cámaras, los carnets de prensa y éramos claramente identificables como prensa. Acabé con cuatro puntos", denunciaba Ed Ou, de la NBC, en Twitter.

"Necesito ayuda. Soy periodista. Por favor, necesito ayuda", afirmaba Ou mientras pasaba sangrando cerca de los agentes.

En Louisville, Kentucky, una periodista y el camarógrafo fueron disparados en directo con balas de pimienta. "¡Ah, me están disparando!", grita. Los dos periodistas no estaban dentro de los disturbios y no había confusión posible.

La Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos fue adoptada el 15 de diciembre de 1791, como la primera de las diez enmiendas de la Carta de Derechos y prohíbe la creación de cualquier ley que reduzca la libertad de expresión, que vulnere la libertad de prensa y que interfiera con el derecho de reunión pacífica.

Luego de haber surcado todo este melodrama, solo cabe a los norteamericanos y a la opinión pública mundial preguntarse si una sociedad puede estar siendo subyugada y no darse cuenta y aceptar el orden establecido como moneda corriente, más allá de los estallidos sociales de turno, de las heridas sin cerrar, de las disputas clasistas históricas y de las injusticias permanentes.

Algo por el estilo reflexionaba Umberto Eco el 24 de abril de 1995 en la Universidad de Columbia, New York.

“El Fascismo está aún a nuestro alrededor, a veces con trajes de civil. Puede volver todavía con las apariencias más inocentes. Nuestro deber es desenmascararlo y apuntar con el índice sobre cada una de sus formas nuevas, cada día, en cada parte del mundo. Vuelvo a darle la palabra a Roosevelt: «Me atrevo a afirmar que si la democracia americana deja de progresar como una fuerza viva, intentando mejorar día y noche con medios pacíficos las condiciones de nuestros ciudadanos, la fuerza del fascismo crecerá en nuestro país» (4 de noviembre de 1938).Libertad y liberación son una tarea que no acaba nunca. Que éste sea nuestro lema: “No olvidemos”.

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*Foto de Portada: www.elcomercio.pe

Por Nicolás Toobe de Our Voice Paraná - 1 de junio de 2020

nicolas toobeEstamos en un momento muy particular de la historia, en donde por causa de la pandemia que estamos atravesando, nos encontramos con una situación a nivel mundial inédita, y es que la salud ha tomado el lugar protagónico tanto en las voces de los “especialistas”, como en la de los gobernantes, o en la de las conversaciones cotidianas y espontaneas de los ciudadanos comunes de los que saben poco y nada como quien les escribe. Miles de personas, millones me animo a decir, gritan en sus casas porque de una vez por todas se ha dado la batalla que “tan poco” se podía evidenciar y que tanto se había dilatado en llegar. La batalla entre la salud y la economía. Y es que en esta contienda, la salud se encontró con un escenario ideal, todo el mundo defendiéndola a capa y espada, países y países dispuestos a sacrificarse, haciendo esfuerzos enormes para salir de esta crisis sanitaria, cumpliendo con el aislamiento obligatorio, resignando el poco trabajo que había y sobrellevando el hambre de manera más intensa que antes del Covid-19, todo para cuidarnos entre todos y todas.

Pero lo que perfilaba para ser una victoria histórica de la salud y con eso los primeros pasos para cambiar los paradigmas por los que se rige el sistema, con el pasar de los días nos fuimos dando cuenta de que era la misma historia repetida de siempre. ¿Cuándo empezamos a sospechar esto?, casi en el principio, ¿cuándo lo confirmamos?, no lo sé. Tal vez no fue un día especifico, puede que haya sido en una concatenación de varios días de confinamiento, en donde los medios de comunicación por medio de los sinfines de dispositivos tecnológicos, que son una suerte de guarda cárceles en este toque de queda virtual, muestran el avance de la pandemia y en sus encabezados ilustran en tiempo real las 24 hs del día los fallecidos, contagiados y recuperados en Argentina y en todo el mundo, mostrando obviamente el pánico y la desesperación de otros países que solo se ve interrumpida por la placa de “último momento” o “noticia urgente”, en donde se comunica un nuevo deceso o donde se actualiza el mapa online de los lugares con más casos positivos o con más muertos. ¿Y solo porque el virus del amarillismo de prensa se propagó más rápido que el del coronavirus, nos dimos cuenta de que algo andaba mal? No. Concretamente nos dimos cuenta de que nada cambiaria, o si cambiaria seria para peor, cuando la política sumisa y la ciencia obediente a este sistema capitalista miraron para otro lado y trataron y tratan de desviar la atención con violentas oleadas de (des)información ante la pregunta casi obligada de cualquiera de nosotros, ¿cuáles son las causas de la pandemia?

Decenas de documentales en 3D que cuentan la historia del murciélago mostrando como mordió al humano y como el virus viajo a diferentes partes del cuerpo para después diseminarse por todo el terráqueo, programas que te enseñan a hacer barbijos o tapa bocas con diseños personalizados para que la gente no puede estornudarse en la cara pero que si se vea la consigna a la que nos encolumnamos para diferenciarnos y dividirnos aun en los peores momentos de la humanidad, bloques con recetas de comidas para elevar las defensas del sistema inmunológico, 10 formas de hacer alcohol en gel, 10.000 formas de comprar sin salir de tu casa, 20.000 para ocupar el tiempo de manera más productiva, nuevas aplicaciones para hacer videos llamadas, personal training virtuales para mantenerse en forma en la cuarentena y un hilo conductor hilvanando todo el contenido consumible detrás de nuestras pantallas: el miedo y el ansia de seguridad personal. Este segundo suele sacar lo peor de las personas, incluyendo la renuncia a la libertad propia y el atentar contra la ajena. El primero, es el elemento fundamental y base de todo autoritarismo.

Pero ya ven, otra vez, que fácil que es perder de vista la pregunta primogénita de toda esta cuestión ¿cuáles son las causas de la pandemia?

Dejando de lado un momento toda idea conspirativa, que con esto no queremos decir que no haya en otros temas conspiraciones o que en este mismo tema no se perfile toda una seria de especulaciones y de reconfiguración de un nuevo orden mundial como tanto le gustaría a nuestro buen amigo Henry Kissinger, debemos dejar de lado la suposición de que el virus fue creado en un laboratorio con el objetivo de iniciar una guerra bacteriológica, por la sencilla razón de que al sistema no le sirven las personas muertas, sino las personas que consumen, incluso a la industria farmacéutica no le conviene la gente fallecida, si las que están enfermas de por vida para poder vender sus productos. Pero además de este que podrían juzgar como pobre argumento, está el del hecho de que la mayoría de gente infectada o muerta, no proviene de los escalafones bajos o populares, sino que en muchos casos, de altas castas político-económicas de las potencias mundiales ¿con esto que quiero decir?: el virus no discrimina entre ricos y pobres, no diferencia entre oprimidos y opresores, no presta atención si eres de tal partido político o si provienesh de una religión o de otra. Absolutamente lo contrario a lo que si le interesa al sistema capitalista mundial en el que vivimos, en donde los beneficios a determinados lados de la calle son los que mantienen en pie a este castillo de cartas.

¿Y qué es lo que el sistema, y todos sus tentáculos se han rehusado a ver de forma sistemática en esta y todas las catástrofes a las que se ha visto azotada a la humidad?. Nuestras formas de producir y consumir, las cuales impactan sobre la salud del ambiente, de la cual depende la salud humana.

Esta crisis producida por la Covid-19 no representa un hecho fortuito o aislado, sino que emerge de condiciones que el mismo ser humano generó, por sus acciones u omisiones, ante la falta de un pensamiento crítico, provisorio y solidario.

Es fundamental buscar los ¿porqués? de esta pandemia y otras en el modelo extractivista (agronegocio, minería, explotación petrolera), el cual provocó un deterioro progresivo en la salud y redujo la capacidad de respuesta inmunológica ante diferentes agresiones. Los modos de producción explotan nuestros territorios, con la consecuente contaminación del agua, aire y suelo con agrotóxicos, microplásticos, metales pesados y gases tóxicos, imponen la deforestación con corrimiento de la frontera agrícola, la explotación animal en condiciones deplorables constituyendo un medio de cultivo ideal para la génesis de mutaciones virales.

Son incontables los estudios que demuestran en todo el mundo que este tipo de afecciones están estrechamente relacionadas con la salud de los ecosistemas.

Y en nuestro caso, en Argentina, gobiernos, tras gobiernos, tras gobiernos, respondiendo a una lógica perversa mundial han dado la espalda a la ciencia que no se vende, a la ciencia de verdad, la que está al servicio de los pueblos, como fue y como debería volver a ser. En los anteriores gobiernos, como ya hemos dejado evidenciado en otros artículos, en el de turno, dejando entre las actividades “esenciales” y “exceptuadas” durante la primera etapa de la cuarentena a la actividad agrícola, agroquímica, minera, nuclear y forestal, una decisión claramente contradictoria si de cuidar la salud se trata. Pero eso no es todo, sino que además en esas vueltas (o vuelcos) que da la vida, reaparece en escena aquel que a mediados de los años 90, en su rol de Ministro de Agricultura de la Nación, el ingeniero agrónomo Felipe Sola, quien mediante su firma dio inicio al modelo agroindustrial basado en el uso masivo de transgénicos y agrotóxicos, ocupando actualmente el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Nación, dictaminó en el Boletín Oficial del 22 de Abril la reducción de los aranceles a la importación de productos agrotóxicos para garantizar las fumigaciones de la próxima temporada de siembra de cultivos transgénicos, en tiempos de pandemia y emergencia sanitaria que ya debería incluir la ambiental. Santiago del Estero, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires son algunas de las provincias donde el agronegocio ya arrojó venenos sobre “la población que se queda en sus casas para preservar la salud durante la cuarentena”, pero esto ya es la trágica cotidianidad de los pueblos fumigados, donde se liberan cada año alrededor de 500 millones de litros de agrotóxicos, y en cuales se preguntan ¿cuál es la salud de la que tanto hablan la que se privilegia?.

Abortos espontáneos, malformaciones congénitas, enfermedades oncológicas, problemas respiratorios y pulmonares son algunas de las consecuencias de la pandemia que castiga a estos pueblos desde hace más de dos décadas.

El periodista Dario Aranda, en uno de sus últimos artículos donde también hace foco sobre las contradicciones de la pandemia, cuenta que desde el agronegocio, “donde sobresale la Mesa de Enlace y Aapresid (Asociación de Productores de Siembra Directa) comenzaron una campaña publicitaria donde se muestran “preocupadas por la salud”: ofrecen máquinas fumigadoras para combatir el dengue, regalan silos-bolsa (plásticos gigantes donde acopian los granos) para fabricar ropa de protección de hospitales y clínicas, productores de Villa María (Córdoba) publicitaron la donación de maíz transgénico en comedores comunitarios. La empresa cordobesa Porta Hermanos, en juicio por contaminar y enfermar al barrio San Antonio, publicita una campaña de donación de “alcohol en gel solidario”. La Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe), donde participan todas las grandes empresas de agrotóxicos y transgénicos, envió una gacetilla el 7 de abril, Día Mundial de la Salud, con un llamado a lavarse las manos y cuidarse del coronavirus.”

Este es el cinismo y la desidia que contagia y corroe más hondamente que el Covid-19 y para estos personajes toda crisis es una gran oportunidad.

Los números que deja el sistema son minimizados u omitidos, los que deja el virus se lleva las primeras planas. La industria farmacéutica se relame, el nuevo orden mundial se prepara. El poder político promueve medidas de “grupo de expertos” fundadas en supuestos argumentos científico-técnicos, no políticos, que se ponen en funcionamiento mediante protocolos de actuación y no mediante leyes o normas, siempre con una mirada biologicista por sobre lo social, y estas acciones son determinadas por los comunicados que publica la OMS quien es el organismo que está gestionando la pandemia, el cual a su vez presenta un conflicto de intereses inmenso ya que es financiada por las grandes empresas farmacéuticas y por su mayor aportante, una tal Fundación Bill & Melinda Gates (dueños de Microsoft) quienes “donaron 185 millones de dólares”. El panorama no es alentador, pero poder ver con claridad, o mejor aún, poder ver lo que uno quiere ver, no lo que nos imponen, siempre nos deja un paso más cerca de la verdad y por ende de la solución. Por fuera de toda la información que nos avasalla día a día, está la leve y contundente sensación de que la crisis que estamos viviendo está lejos de ser solamente una crisis sanitaria y es una crisis sistémica del modelo capitalista y su globalización.

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*Imagen de Portada: https://images.radio.com/

Brasil entre la Pandemia y el Golpe Militar


lucas gabriel Por Lucas Gabriel Martins – 5 de junio de 2020

Desde del inicio de la pandemia, el cargo de ministro de salud es un campo minado, sea con relación al distanciamiento social o con el uso de la hidroxicloroquina para el combate del virus en pacientes con síntomas leves de la enfermedad, pero los dos médicos que ocuparon el cargo, perdieron la pulseada contra el Presidente Jair Bolsonaro quien quiere su omnipresencia en el poder.

Con la silla del ministro de salud desocupada hace más de 20 días, las muertes por el Covid-19 en Brasil, ya sobrepasaron los 1300 muertos el último miércoles 3 de junio, cuando Eduardo Pazuello, un militar en actividad, que antes de dirigirse a Brasilia, comandaba la 12° Región Militar de la Amazonia en Manaus, asumió oficialmente el comando del ministerio de salud del gobierno de Bolsonaro, sin siquiera tener ninguna afinidad con el área de la salud y sus cuestiones técnicas. Eduardo como un buen ministro, es un gran paracaidista.

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