Es un adolescente wichi de 14 años cuyos padres debieron acudir a ese método para que no "se escape" cuando ellos van a trabajar; una jueza ordenó trasladarlo a un hospital
Alvaro Dante Gaby tiene 14 años y durante los últimos cuatro pasó la mayoría de sus días encerrado en una jaula. Es parte de la comunidad wichi que vive en el noreste de Salta y sufre una discapacidad mental severa. No habla, tampoco va a la escuela. Y varias veces sus padres no lo pueden controlar. Por eso lo encerraron. Para poder ir a trabajar tranquilos sin temor a que se escape, a que se pierda o se lastime.
Su caso cobró notoriedad en las redes sociales y generó tal polémica que hoy es tapa en la edición online para América del diario español El País. Su caso es un nuevo ejemplo de la precariedad en la que viven las comunidades de pueblos originarios en el interior del país.
"Cuando tenía tres o cuatro años se le apareció el problema de estar mal en la cabeza. Lo ponemos en una jaula porque no lo podemos largar porque se escapa. Por la noche duerme tranquilo con nosotros y por la mañana lo volvemos a encerrar porque nosotros estamos andando y no nos podemos descuidar porque si no, se escapa y no lo vemos más", contó su padre al periodista salteño Brian Salazar, quien comenzó a divulgar lo que pasaba en Facebook.
El pedido de la familia, que cobra una pensión de discapacidad por su hijo, es más ayuda. Lo que les dan no les alcanza para cuidar de Álvaro como debieran. "Llevarlo a Salta es muy complicado. Está mudo, no habla. Si tiene ganas de orinar no lo dice, sólo se levanta y se baja el pantalón. Mejor un médico para que lo atienda acá", solicitó el padre.
Desde el gobierno de la provincia, a cargo de Juan Manuel Urtubey , aseguraron que varias veces intentaron ayudarlo pero no lo consiguieron. "El chico tiene una severa deficiencia mental y necesita un tratamiento especial que se da en la provincia de Salta. Pero el padre y la comunidad no acceden al traslado", advirtieron desde el Ministerio de Primera Infancia de Salta.
Hasta ayer. De acuerdo a lo publicado hoy por el diario El Tribuno, Álvaro llegó por la tarde a Salta en helicóptero desde Alto La Sierra, el lejano paraje en Rivadavia Banda Norte donde vive, y fue internado en el Hospital Materno Infantil.
Allí los médicos lo revisaron y constataron que fue una meningitis mal curada al nacer lo que generó sus problemas de salud, que sus condiciones sanitarias son buenas y lo derivaron a las áreas correspondientes para un chequeo específico.
El traslado de Álvaro se dio tras la intervención de la jueza de Violencia Familiar y de Género de Tartagal, Elba Susana Menéndez, quien ordenó se lleve al adolescente a un centro de salud.