DÉFICIT EN VIVIENDA Y TRABAJO EN NEGRO
Domingo 30 de octubre de 2011 | Publicado en edición impresa
La redistribución del ingreso y la inclusión social han sido dos grandes banderas del modelo kirchnerista. Pero, para Agustín Salvia, coordinador del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), desde el punto de vista socioeconómico, más que profundizar el modelo se necesitaría corregir aspectos importantes de las bondades que tenía el modelo en su primera etapa de desarrollo y, sobre todo, tener "un control de la inflación porque desgasta los avances que se generan en el mercado de trabajo y en las políticas de ingresos".

"Hasta aquí ha habido políticas sectoriales y no planificación. El Estado está en mejores condiciones para construir políticas de integración", explica Salvia. "Dentro de este panorama uno de los principales déficits tiene que ver con la vivienda y las condiciones de hábitat en general, y con la educación. Porque si bien hay mucho mayor bienestar con respecto a 2001, hay más desigualdad estructural que en los años 90: aumentó el número de villas, de jóvenes con baja educación, la marginalidad laboral", apunta.
La Asignación Universal por Hijo, dice el también investigador de la Universidad de Buenos Aires y del Consejo de Investigaciones Científicas (Conicet), sirvió para asistir a sectores muy postergados y cuya situación de otra manera sería "catastrófica" por efecto de la inflación. Pero, opina Salvia, no es "una plataforma de inclusión social". El economista destaca como medida de inclusión la moratoria jubilatoria, ya que tuvo impacto estructural para varias generaciones. También el incremento del gasto en educación (al 7% del PBI), aunque dice que buena parte se lo llevan los salarios docentes y no hubo mucha inversión en el desarrollo de escuelas de doble escolaridad en barrios pobres. En estos lugares, dice Salvia, falta una planificación de la política de equidad educativa.
"El modelo se ha apoyado fundamentalmente en la creación de empleo, a través de un ritmo de crecimiento económico basado en el consumo interno y en el derrame de los sectores exportadores. Esta es su mayor virtud, la creación de empleo", describe el investigador. "Y el segundo logro es contener a los sectores informales frente a los cuales la inflación o los empleos de baja calidad les han desgastado las remuneraciones con políticas asistenciales. Pero , ¿profundizar el modelo? Tengamos cuidado, porque lo que se hace es exacerbar la heterogeneidad social: crece la industria de alta productividad, pero también La Salada y las industrias poco productivas."
La tasa de desempleo es, según el Indec, de 7,3%. Sin embargo, se estima que todavía por lo menos 30% de la fuerza laboral se concentra en el mercado informal.