carniceriaPor Piero Innocenti - 07 de septiembre del 2017

México parece inexorablemente destinado a convertirse en un "narco Estado". Un proceso nefasto, iniciado hace casi veinte años, que tuvo un pico expansivo en los tiempos del presidente Vicente Fox (líder del Partido Revolucionario Institucional en el cargo desde el 2000 y hasta el 2006) y que está registrando, con el actual presidente Peña Nieto, dimensiones realmente dramáticas en el plano de la seguridad nacional. La acusación de "Estado narcocrático" ya fue hecha en 1994 por Eduardo Valle, un valiente fiscal mexicano que, denunciando la corrupción en la clase política, en la misma Fiscalía, le dijo a la policía que "... en México la lucha contra el narcotráfico es la lucha por la democracia y mientras los narcotraficantes mantengan su enorme influencia en el poder político, en México no puede haber democracia real ... entonces en lo que vivimos es en una narcocracia".

En un país donde el crimen organizado controla más del 70% de los 2435 municipios, es decir, unos sesenta millones de ciudadanos, la expresión utilizada parecería la más adecuada para destacar la situación actual. Una situación de violencia generalizada que registra constantes enfrentamientos entre miembros de los diversos carteles y grupos de pandillas rivales para ganar espacio en el mercado de las drogas, la extorsión y el tráfico de migrantes desde el centro de América. Violencia que a veces también empuja a la violencia a la misma población, como la que ocurrió hace unos días (el 29 de agosto) en el ayuntamiento de Tatlauquipetec donde algunos ciudadanos, exasperados por los continuos flagelos de los malvivientes, bloquearon a algunos presuntos ladrones a bordo de un coche robado linchando a dos e hiriendo a cuatro más.

Agosto estaba a punto de terminar y había sido un mes terrible por tantos episodios criminales, comenzando con el homicidio, en el municipio de Salamanca, del comandante de la policía municipal de Celaya, que fue asesinado por dos sicarios junto con el agente de escolta. El mismo día, en una granja en las afueras de Albarolo, siete personas fueron asesinadas, entre ellas un oficial de policía con su esposa y dos hijos y, en un bar de Playas de Rosarito (Baja California) fue muerto un periodista (el octavo, desde principios de año, en todo México). Del 4 al 12 de agosto, en varios municipios de Oaxaca, hubo 31 asesinatos, entre ellos el ex presidente del consejo municipal de Ocotlan. El 8 de agosto, en Barrancas de Laureles, fueron asesinados el Comandante de la Policía Municipal de Zocoalco de Torres y el delegado municipal que lo acompañaba.

En ferragosto (fiesta que se celebra en Italia el 15 de agosto, ndt), en Reynosa, en un tiroteo entre dos bandas hubo cuatro muertos. En un sector del puerto de Acapulco se recuperaron los cadáveres de cuatro hombres enterrados en una fosa clandestina. Dos días después, en una operación similar de búsqueda en cuatro fosas, en las afueras de Valparaíso, se encontraron los cadáveres de siete personas, incluyendo tres mujeres. El 19 de agosto, en todo el estado de Chihuahua, fueron asesinadas 14 personas, entre ellos tres hombres descuartizados y dejados en el borde de una carretera municipal. En Guanajuato, en episodios separados, once personas son asesinadas, entre ellas tres agentes de la Policía Municipal de Salamanca. El 20 de agosto, el cadáver de un hombre en pedazos fue encontrado en Chilapa, municipio donde se está llevando a cabo una verdadera guerra entre los grupos criminales de Los Rojos y Los Ardilos. El 22 de agosto es asesinado un periodista de El Diario de Acayucan. El 25 de agosto, a lo largo de la carretera estatal Córdoba-Veracruz, en el territorio del municipio de Cuitlhuac, un comando armado mata a tres taxistas. Al día siguiente, en los municipios de Los Cabos, Comondú y La Paz (Baja California del Sur), hubo ocho muertos y seis heridos al final de un tiroteo entre dos bandas. En Chilpancingo fueron recuperados los cadáveres desmembrados de tres hombres, desechados en bolsas de plástico para la basura.

No hay un momento de tregua e incluso en estos primeros días de septiembre continúa la "carnicería mexicana" con los cadáveres de tres hombres desmembrados y dejados hace tres días en la carretera Chilapa-Chilpancingo con dos mensajes que anunciaban "limpieza". En la misma noche, en dos fracciones de Chilpancingo, un hallazgo más de cuerpos humanos (cinco) mutilados y envueltos en las usuales grandes bolsas de plástico negro y otros tres cadáveres, quebrados, en dos lugares más de Chilpancingo.

Extraído de : liberainformazione.org