Triste el recorrido de la humanidad en los últimos 70 años, sin precedentes.
Año 1945, finaliza el proyecto Manhattan cumpliendo su objetivo, le informan al presidente Truman, en plena negociación de postguerra junto a Stalin y Churchill, que puede tomar una posición mucho más agresiva en el reparto del mundo, han obtenido el resultado deseado, la bomba atómica es un éxito. Semanas después arrojan las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki, sobre un Japón capitulado, rendido, azotado por (miles) de bombas incendiarias, como una clara demostración de poder destructor al resto del mundo.
Años antes, los EEUU pone en marcha el mas ambicioso plan jamás imaginado, se reúnen en total confidencialidad los grandes potentes, banqueros, industriales, militares, y subordinan al mejor equipo de científicos, participan las grandes corporaciones, entre ellas DuPont, General Electric, Monsanto. El poder informal se emancipa sobre la democracia de los EEUU, el proyecto cuenta con fondos ilimitados, solo tienen conocimiento un grupo muy reducido del gobierno, ni siquiera Truman (vicepresidente entonces) tiene idea de lo que están haciendo. Hay 80.000 personas trabajando por todo EEUU compartimentadas, sin saber qué hacen ni en qué participan, tal vez algo parecido a nuestro actual modo de vida. Traen de la noche a la mañana toneladas y toneladas de Uranio, consiguen las primeras reacciones de fisión y luego la mencionada bomba atómica.
Un año después de finalizada la guerra, se organiza el primer simposio de energía nuclear para uso civil, conducido por la misma gente que forma parte del proyecto Manhattan, su objetivo desarrollar la carrera armamentista delante a nuestro ojos, proveer el Uranio suficiente para crear el arsenal nuclear más importante de la historia y plantear un dominio geopolítico al resto del mundo. Lo consiguen. Esa organización de fuerzas operante a través de las democracias formales, expanden su dominio al resto del mundo.
Años mas tarde Rusia responde, inicia su propia carrera nuclear. Son impactadas sobre el rostro de la Madre Tierra, más de 2000 explosiones nucleares. Algunas en la estratósfera dañando la delgada capa de ozono, otras en las islas del Pacífico, o en el desierto Alamogordo. Mayak, en Rusia comienza a convertirse en la ciudad más contaminada del planeta. La radiación residual circula actualmente por todo el globo, se ha introducido dentro de la cadena trófica que llega al hombre, suelos, vegetales, peces y animales, son portadores de radiación. Las enfermedades se multiplican, empiezan las nuevas e incomprensibles nuevas enfermedades, sin una causa única el cáncer se propaga.
En Japón se instalan como condición de posguerra, centrales nucleares en todo el país, todavía nadie entiende como pudieron emplazar mas de 11 centrales nucleares en zonas de fallas sísmicas de alta actividad.
Emerge a la vez la propaganda pro-nuclear, estúpida, irracional y sin sentido, mistificada por la ciencia. No es necesario gritar que es un combustible no renovable, que tal vez se acabe antes del petróleo mismo. Tampoco que para obtenerlo se emite tanto CO2 como en una central térmica. Ni siquiera sirve aclarar que es cara, a nadie le interesa, solo importan los residuos pero nadie los menciona. En Fukushima se van acumulando mas de 1500 barras de combustible usado, que tiempo después verterán sobre el océano la radioactividad suficiente para terminar con la vida entera del planeta. Desde el terremoto, no pueden dejar de enfriarlas para evitar que fisionen y ese reflujo de agua devuelve 400 tn de agua radioactiva al océano por dia. Nadie habla de esos residuos, las poblaciones marginales lo sufren y descubren tarde de qué se trata, el Uranio solo sirve para bombardear.
Luego vinieron los grandes accidentes, hoy queremos recordar a Chernobyl, según el lobby nuclear murieron entre 4000 o 5000 personas, según universidades de Alemania y Japón más de 80 millones. Repaso los números del espanto, el genocidio americano, 90 millones de nativos aniquilados, segunda guerra mundial 60millones de bajas, genocidio turco sobre el pueblo armenio entre 1 o 2 millones. Chernobyl 80 millones. Fue un accidente
Muchos de nosotros pensamos que la vida no es un accidente, que tiene un sentido que nos emociona misteriosamente mientras nos sumergimos en ella para recrearnos de mil formas. El problema de la energía nuclear no es simplemente un debate intelectual sobre el progreso y sus riesgos, nos confronta con nuestros pares que han perdido simplemente esa perspectiva desde la cual la vida tiene Vida. A ellos nos dirigimos una vez más para extenderles una mano, antes que la propia naturaleza deje caer de su tronco, la rama débil y seca de esta nueva humanidad que se está perdiendo en la deriva y casi no recuerda quién es, ni a dónde va.
Movimiento Antinuclear Zárate-Campana.
En conmemoración a 30 años de la tragedia de Chernobyl.
Abril 2016
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