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abusosentrerios2Marcelino Moya es uno de los curas acusados de abuso.
Pablo Huck, una de las víctimas que denunció al cura Marcelino Moya por abusos, aseguró que la acusación contra el cura párroco de Lucas González, Juan Diego Escobar Gaviria, “no causa sorpresa sino que es la confirmación de lo que veníamos diciendo”. “Es una confirmación y una obviedad” porque “el abuso de menores forma parte de la institución, es algo que está establecido internamente” y que “ahora se está develando”, analizó. En ese marco, sostuvo que “lo que intentamos formando parte de la ONG “Compromiso con Voz”, es visibilizar la cuestión hasta tanto la Justicia marque un punto y muestre una suerte de escarmiento a estos tipos, porque no puede ser que se manejen con tanta impunidad”. Destacó haberse sentido “muy contenido” luego de realizar la denuncia y manifestó su “fe respecto del accionar de la Justicia” porque “la gente que está trabajando en el tema lo hace con mucha vocación”, aunque “hay que ponerse en situación de ultra paciencia y saber que son los tiempos de la Justicia”. “La Justicia entendió que la Iglesia no está manejada por representantes de Dios en la tierra sino por seres comunes y corrientes, por hombres que cometen delitos”, reflexionó. Sobre el accionar del arzobispo de Paraná, monseñor Juan Puiggari, consideró que “se le está achicando el espectro” y recordó que a Moya “no sólo que salió a defenderlo sino que se tomó todo su tiempo para retirarlo siendo que tenía conocimiento de sus delitos desde muchos años antes”. “Ahora se da cuenta que no se puede tapar el sol con las manos” y “esto demuestra que es una forma de manejarse que tienen, con un mecanismo de encubrimiento que tiene comenzar a caer”, señaló. En declaraciones realizadas al programa A quien Corresponda (Radio De la Plaza) Huck sostuvo que la denuncia contra Escobar Gaviria “es una confirmación y una obviedad porque esto es lo que estuvimos intentando mostrar. No causa sorpresa sino que es la confirmación de lo que veníamos diciendo”.

Definió que es un hecho “penoso por los niños que sufrieron estos hechos” pero valoró que “si tienen 12 años ahorraron un montón de tiempo para restablecerlos a una situación más sana espiritual y mental”.

Afirmó que “siguen apareciendo casos y se sigue develando al cuestión porque el abuso de menores forma parte de la institución, está establecido internamente y hoy se está descubriendo de alguna manera”. En ese sentido, sostuvo que “lo que intentamos formando parte de la ONG “Compromiso con Voz”, es visibilizar la cuestión hasta tanto la Justicia marque un punto y muestre una suerte de escarmiento a estos tipos, porque no puede ser que se manejen con tanta impunidad”. “Es doloroso y vergonzante como sociedad”, definió.

Respecto del accionar de la Justicia en el caso contra Moya manifestó tener “mucha fe porque siento que la gente que está trabajando en el tema lo hace con mucha vocación aunque hay que ponerse en situación de ultra paciencia y saber que son los tiempos de la Justicia, pero no dudo de mi verdad y siento que es sólo una cuestión de tiempo”.

En ese marco, destacó “el trabajo de la asociación civil en la visibilización de la temática, porque Moya siendo condenado sería uno solo de estos tipos”. “Lo que intentamos es visibilizar el tema para que se charle, que se prevenga y se comienza a tener conciencia en manos de quién dejamos a los chicos. Moya es un pedófilo que recibirá su condena pero sin dudas hay muchos más”, sentenció.

También valoró haberse sentido “súper contenido” por la Justica luego de realizar la denuncia contra Moya y admitió: “Eso me llamó poderosamente la atención porque hasta algún momento de mi vida las instituciones estaba muy lejos y arriba, cuando en realidad se me develó que hay gente con mucha vocación, con muchas ganas de hacer lo que hace, convencidos; todo lo contrario de la institución Iglesia donde nadie se me acercó nunca a preguntar nada y nadie se interesó por mí como persona”.

“La Justicia entendió que la Iglesia no está manejada por representantes de Dios en la tierra sino por seres comunes y corrientes, por hombres que cometen delitos, y eso no me parece un detalle menor”, resaltó.

Consultado por el rápido accionar del arzobispo Puiggari en este caso, contrario con la actitud que tomó con las denuncias contra Moya, Huck opinó que “a Puiggari se le está achicando el espectro, porque no solo que salió a defender a Moya sino que se tomó su tiempo para retirarlo, siendo que tenía conocimiento de los delitos de Moya desde muchos años antes”.

“Creo que ahora se da cuenta que no se puede tapar el sol con las manos, y de aquí en adelante no le va a quedar otra que actuar como corresponde, y además queda una gran sospecha sobre su forma de actuar antes sabiendo lo que ocurría. Esto demuestra que es su forma de manejarse, que tienen un mecanismo de encubrimiento que tiene que comenzar a caer”, opinó.

“Puiggari es una persona insensible, fría y calculadora, que ahora lo demuestra en los hechos”, concluyó.
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