CONTENIDOS ARCHIVADOS

Pin It
0612 diciembre 2017, 11:00 UTC
“En la cárcel nos golpeaban a menudo”, contaba Ousman, quien había pasado cinco meses en un centro de detención de Trípoli en 2016. “Mataron a muchos chicos. Vi morir a muchas personas en la cárcel, porque caían enfermas o porque las golpeaban.”

Ousman es uno de los centenares de miles de personas refugiadas y migrantes que se han atrevido a hacer el viaje hasta Libia cruzando África y sólo una de las decenas de miles que han acabado atrapadas en un compleja red de abusos y extorsión.

En un país sin ley, las personas refugiadas y migrantes se han convertido en un recurso que se puede explotar, en un bien alrededor del cual se ha formado toda una industria.

John Dalhuisen, Amnistía Internacional

Las personas refugiadas y migrantes sufren de manera habitual violaciones de derechos humanos cometidas por miembros de las fuerzas de seguridad y funcionarios libios, así como abusos infligidos por grupos armados y bandas criminales, que a menudo actúan en estrecha colaboración y por conveniencia económica mutua. En un país sin ley, las personas refugiadas y migrantes se han convertido en un recurso que se puede explotar, en un bien alrededor del cual se ha formado toda una industria, como pusieron de relieve el mes pasado las terribles imágenes mostradas en la CNN de una actividad que parecía ser una subasta de esclavos. Por la reacción de los líderes mundiales ante esas granuladas imágenes, cualquiera diría que se trata de algo inesperado y que es un problema propio de África. Pero nada podría estar más lejos de la verdad.

La Unión Europea (UE) y sus Estados miembros –Italia en particular– se han centrado en su objetivo de restringir la afluencia de migrantes a través del Mediterráneo sin pensar apenas en las consecuencias para las personas atrapadas en Libia debido a ello o sin que parezcan preocuparles mucho. Se han puesto a firmar acuerdos de cooperación con autoridades libias que son responsables de graves violaciones de derechos humanos, en particular la Guardia Costera y la Dirección General para la Lucha contra la Migración Ilegal.

La colusión entre guardias, traficantes y agentes de la Guardia Costera relega a las personas migrantes y refugiadas a una destructiva espiral de explotación en la que quedan atrapadas.

(NDR)

Las vejaciones a las que están siendo sometidas estas personas son francamente monstruosas, sin embargo el silencio de los medios de comunicación locales es vergonzoso.

Cabe destacar, que la definición etimológica de COLUSION nos lleva al vocablo latino collusio. La noción alude a un acuerdo ilícito que establecen dos o más partes con el objetivo de provocar un perjuicio a un tercero…..sin palabras.

https://www.amnesty.org/es/latest/news/2017/12/libyas-wretched-web-of-collusion/

 

REDACTORES

anna.jpgbgeorges.jpgbgiorgio.jpgbjuan.jpgblorenzo1.jpg
Copyright (c) 2009. Antimafia Dos Mil Argentina