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20salchicha29 oct 2017 12:55 UTC
Una civilización en la que se comercializa sexualmente con mujeres y niños es una civilización en declive terminal.
La próxima superpotencia que perdurará en el futuro será aquella que haya logrado proteger a sus mujeres y niños de la epidemia de sexualización masiva. Cualquier futurista digno de su salario responderá a este axioma, así como de la correlación inversa entre el debilitamiento de la actual superpotencia y la procesión de galones de rango fálicos que acompañan sus compulsiones militares en el extranjero.

Pero la facultad de razonar (y de entender las causas y sus consecuencias) se pierde inevitablemente en una sociedad en la que los profesores adjuntos posiblemente recurran a la prostitución para subsistir. Y lo crea o no, esto es exactamente lo que está sucediendo en Estados Unidos.

Prostitutas profesorales
Según un informe del 28 de septiembre en The Guardian, una cuarta parte de los académicos universitarios de medio tiempo o "adjuntos" en Estados Unidos están subsistiendo gracias a programas de bienestar público como Medicaid, bancos de alimentos y organizaciones benéficas mientras viven en las calles, en chozas o en sus autos. El "adjuntamiento" es el resultado de un capitalismo fugitivo que ha beneficiado a un 1% de privilegiados a costa de una chusma sobreexplotada y mal pagada. Es una manera conveniente de proporcionar enseñanza por debajo de un nivel de calidad aceptable para obtener honorarios e ingresos más altos en las universidades y colegios universitarios de Estados Unidos.

Las condiciones de vida de estos "trabajadores de comida rápida" de la academia estadounidense se han vuelto tan sombrías que la Asociación Sociológica Americana tuvo que reducir los puestos de trabajo de los profesores a un nivel por debajo de las carreras estables de la clase media. Con un salario medio anual de 22.041 dólares (promedio de 2014), una profesora adjunta puede ser tentada a ganar hasta 200 dólares la hora vendiendo su cuerpo. Este retrato de la gigante economía de EE. UU. es aún más denigrante debido a las retorcidas réplicas de los bien remunerados profesores de género y sexualidad que en realidad promueven el trabajo sexual como una forma de "potenciamiento".
¡Hemos pasado de torres de marfil a graduarnos en salones de placer de marfil!

Estudiantes callejeros
Un escenario de pesadilla para estas mujeres adjuntas pluriempleadas sería una proposición accidental de uno de sus propios estudiantes en un callejón oscuro. Pero al igual que sus mentores académicos, la futura fuerza laboral de Estados Unidos podría haber estado en el callejón sin salida de la vida por la misma razón. Estos encuentros a menudo son mediados por sitios web tales como Backpage.com y SeekingArrangement.com, que han logrado transformar a niños y niñas que alguna vez fueron prometedores en jóvenes trabajadores sexuales.

El hambre es el motivo cruel aquí. El Instituto Urbano, en un informe del año pasado titulado, Elecciones imposibles: jóvenes e inseguridad alimentaria en Estados Unidos, reveló que aproximadamente 6,8 millones de jóvenes estadounidenses de 10 a 17 años de edad lucharon contra la inseguridad alimentaria. Esta cifra incluye 2,9 millones de niños y niñas que pasan hambre a diario y otros 4 millones que viven en "hogares con una seguridad alimentaria marginal".
Incluso mujeres jóvenes desesperadamente pobres están cambiando servicios sexuales por comida por medio de un arreglo, que incluso suena académico, llamado "citas transaccionales."

La situación no es mejor en el Reino Unido, donde casi una cuarta parte de los estudiantes británicos está contemplando la posibilidad de realizar trabajos sexuales para subsistir o financiar sus estilos de vida preferidos. Un concejal demócrata liberal, Dennis Parsons, llegó incluso a sugerir la prostitución como una opción de carrera para los alumnos durante una conferencia de su partido (más tarde tuvo que dimitir).

Las ramificaciones tóxicas de un ambiente hipersexualizado son rutinariamente ignoradas por los legisladores angloamericanos y sus medios de comunicación. Como resultado, el número de los delitos sexuales entre niños durante los últimos cuatro años se ha duplicado tan solo en el Reino Unido, lo que ha llevado a los investigadores a nombrar a la pornografía como la "cocaína electrónica" de nuestra era. Sin embargo, culpar a la pornografía per se es una hipócrita distracción de una tendencia creciente al exhibicionismo abierto, que se manifiesta notablemente en las populares y virales "fallas del vestuario" en los eventos y conciertos de celebridades. Y a menudo se trata de celebridades que irónicamente defienden los derechos humanos y de las mujeres, incluso cuando son víctimas de depredadores sexuales como Harvey Weinstein.

Epidemia de ETS

Las consecuencias de esta caldera licenciosa son predecibles. Estados Unidos está actualmente enfrentando una epidemia incontrolable de ETS, con Washington DC como la capital de las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) e Infecciones de Transmisión Sexual (ITS). Un estudio reciente del Centro para el Control de Enfermedades (CDC) reveló que los brotes de clamidia en Washington DC habían superado el promedio nacional en un 118% en 2016, mientras que la gonorrea y la sífilis habían aumentado en un asombroso 230% y 175% respectivamente durante el mismo año.

No es de sorprender que la ciudad que impone "ley y orden internacional" al resto de la humanidad sea también conocida ¡por pedir sexo a mujeres como intercambio para obtener los mejores lugares de estacionamiento por nada menos que una autoridad como es el Jefe Sustituto de la Policía de EE.UU. mismo - como revela un informe del 16 de octubre del Departamento de Justicia!

Cuando el corazón de una nación es libertino, uno sólo puede imaginarse la podredumbre que se propaga por las arterias de la sociedad. Cada año, uno de cada cuatro adolescentes estadounidenses sufre de ETS/ITS. Aparte de la pobreza, los malestares sociales como la desesperación generalizada, el consumo excesivo de alcohol y las peripecias de una noche entre estudiantes y jóvenes adultos alimentan esta epidemia silenciosa.

Hay más de 110 millones de casos totales de ETS en Estados Unidos en cualquier momento dado, lo que le cuesta a la economía de Estados Unidos $16 mil millones al año y contando. La mitad de los 20 millones de nuevos casos que se calcula que se registran cada año en Estados Unidos afectan a jóvenes de entre 15 y 24 años.

La pregunta de cómo se supone que los Estados Unidos "dirijan el mundo" bajo estas circunstancias venéreas, como sus políticos y expertos en medios de comunicación tienden a fantasear, está abierta a discusión. Al fin y al cabo, el proxenetismo de los militares estadounidenses en nombre de los contratistas de defensa no es muy distinto a la prostitución de los adjuntos para satisfacer sus necesidades básicas.

El presidente Donald Trump ha prometido arreglar esto ¡contemplando un ataque militar contra Corea del Norte! Tiene poco tiempo para tonterías como 95 millones de estadounidenses que están perpetuamente fuera de la fuerza laboral, a pesar de las promesas hechas en sentido contrario durante su campaña electoral el año pasado.

Por lo tanto, mantenga los dedos cruzados por el último eructo de indignación geopolítica de la podredumbre de Estados Unidos. ¿No sería irónico ver a los "periodistas" de los medios de comunicación estadounidenses derramar lágrimas apócrifas sobre la difícil situación de las mujeres y los niños norcoreanos (o algún otro blanco de cambio de régimen) durante el periodo previo a la próxima desgracia militar de Estados Unidos?
https://es.sott.net/article/55775-Sexo-academicos-y-superpotencia-sifilitica

 

 

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