SE CAYÓ EL ACUERDO POR LA DEUDA EN EE.UU. Y OBAMA HABLA DE MORATORIA
23/07/11
 Fue tras negociar con opositores por el endeudamiento fiscal y evitar el default.
PorMarcelo Raymon
WASHINGTON. ESPECIAL PARA CLARIN
Cuando el camino parecía enderezarse hacia un acuerdo para elevar el techo del endeudamiento y evitar así el default en los pagos de Estados Unidos, el presidente Barack Obama y el presidente de la Cámara de Diputados, el republicano John Boehner, salieron en la tarde de ayer a anunciar que las negociaciones se rompieron y a acusarse mutuamente de poner al país al borde de una situación de consecuencias imprevisibles.

Frente a la difícil situación, Obama ayer aseguró que es posible una moratoria y que está consultando al Departamento del Tesoro sobre las posibles consecuencias.
Para hoy convocó una reunión clave con los líderes del Congreso .
Boehner –representante por el Estado de Ohio y considerado un republicano más bien tradicional– esperó hasta las seis de la tarde, cuando los mercados ya habían cerrado y en Washington todos estaban listos para disfrutar un fin de semana mezcla de descanso y más tratativas, para soltar la bomba: “El acuerdo nunca se alcanzó, y nunca estuvo cerca” , afirmó.
El diputado republicano se refirió así al entendimiento que se había filtrado el jueves, que preveía recortes en el gasto público por unos 3 billones de dólares en la próxima década como parte de la lucha para reducir el enorme déficit fiscal estadounidense, y la promesa republicana de poner en marcha una reforma que permita ampliar la base de la recaudación impositiva, tal como pretende Obama.
Al anunciar el rompimiento, los republicanos acusaron a los demócratas de querer precisamente elevar la apuesta en el frente de la recaudación fiscal, lo que para los conservadores significa siempre odiados aumentos de impuestos.
Tras la declaración de Boehner, Obama convocó a una sorpresiva rueda de prensa en la Casa Blanca. El presidente apareció relativamente calmo, aunque se notaba el enojo en su voz y en su postura.
Si bien se declaró “confiado” en que su gobierno conseguirá un aumento al menos temporal del límite de endeudamiento y que “no habrá default”, sus explicaciones dejaron en claro que las negociaciones chocaron con un obstáculo difícil de superar.
“Esencialmente, lo que le habíamos ofrecido al speaker Boehner era un billón de dólares en recortes a los gastos discrecionales, tanto domésticos como en el área de defensa, y además ofrecimos 650.000 millones de dólares adicionales en recortes a programas como Medicare, Medicaid y el la Seguridad Social”, los sistemas de cobertura médica para los ancianos y los más pobres y el de jubilaciones, respectivamente, señaló Obama. “En suma –continuó el presidente ayer ante la prensa-, lo que nosotros buscábamos era un aumento de la recaudación”, lo que se podría haber alcanzado con una reforma de los códigos impositivos. Según Obama, “era un acuerdo muy justo, no entiendo por qué Boehner lo rechazó”, se quejó.
En efecto, Obama está listo para aplicar recortes en los sistemas de cobertura médica y jubilaciones, lo que tiene a las organizaciones de pensionados echando humo y amenazando con retirarle su voto en los comicios de noviembre del 2012, cuando buscará la reelección. Obama sigue listo para ofrecer como moneda de cambio en estas negociaciones recortes que son muy impopulares entre su base de votantes pero, al parecer, Boehner no puede poner la casa en orden entre los republicanos . Muchos legisladores de la oposición le deben sus bancas al movimiento ultraconservador Tea Party, y la mayoría de ellos hasta hizo la promesa de oponerse a cualquier aumento de impuestos, por lo que tienen que elegir entre la disciplina de obedecer a los líderes partidarios o arriesgarse a perder sus escaños en los próximos comicios.
Si Obama no consigue la extensión del techo del endeudamiento para el 2 de agosto, en esa fecha se alcanzará el tope –ya extendido– de 14,3 billones de dólares. Y, el 3 de agosto, el gobierno de Estados Unidos podría dejar, por ejemplo, de pagar jubilaciones y honrar sus deudas con otros países.