En Hanford, en el estado de Washington, existe un acopio de las sustancias más tóxicas del planeta que sirvieron para confeccionar las bombas nucleares lanzadas en la Segunda Guerra Mundial. Hoy una fuga amenaza en sus propias fronteras.
Karen Hermosilla11.3.13
Siglo pesado más que pasado. Dos guerras mundiales marcaron su primera mitad dejando severas huellas y una traza inexorable hacia el futuro. Si bien gracias a la investigación se lograron muchos avances científicos de todo tipo en esta época, se generaron residuos que sirven como vestigio del horror que vivieron los habitantes del Tercer Planeta.
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- ENERGÍA NUCLEAR - E.E.U.U.