Elementos de seguridad de Hungría reprimieron una protesta que se presentó en el paso fronterizo ante la desesperación de los inmigrantes de entrar a los países de la Unión Europea.
17 de septiembre de 2015
Elementos de la Policía Antimotines deHungría agredieron con agua y gases lacrimógenos a inmigrantes que tenían como finalidad cruzar la frontera, una medida que incrementó la polémica desatada en contra del país europeo desde que ordenó el cierre del paso por la oleada masiva de refugiados.
Al ordenar el cierre de la frontera, Hungría vio como miles de inmigrantes se quedaron en las inmediaciones de la zona en espera de una nueva resolución europea que facilite su acceso a los países del bloque. Sin embargo, varios jóvenes decidieron arrojar piedras a los elementos uniformados en la zona para exigir que se les permitiera entrar.
De esta manera, varios miembros de la Policía Antimotines de Hungría, así como vehículos blindados, se organizaron desde el interior de la frontera, a fin de oponer una mayor resistencia y disuadir a los manifestantes de adoptar posturas violentas. Sin embargo, durante el enfrentamiento, al menos 20 agentes y dos menores de edad resultaron heridos.
"En cuanto oímos sobre una ruta a Croacia no esperamos. Quiero ir a Suecia para reunirme con el resto de mi familia. Espero que nos traten mejor en Croacia", aseguró uno de los inmigrantes que continúa varado en la frontera, en entrevista con la agencia de noticias Reuters.
En tanto, Europa avaló la repartición de 120 mil refugiados, mientras que la canciller germana, Angela Merkel, aseguró que el apoyo para los inmigrantes es un plan a largo plazo.
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