03/06/2016 –
La amenaza del terrorismo yihadista es una de las principales preocupaciones para la seguridad, principalmente el desafío que suponen los combatientes extranjeros cuando retornan a Europa.
Esta cifra supera los datos de Rusia que cifraba en 30.000 el número de combatientes extranjeros.
La amenaza del terrorismo yihadistaes una de las principales preocupaciones para la seguridad de los países occidentales, principalmente el desafío que suponen los combatientes extranjeros. Lo vimos en los últimos atentados de París y Bélgica donde los cerebros de los atentados eran europeos que habían viajada a Siria e Irak para recibir entrenamiento y posteriormente organizar los atentados en sendas capitales europeas.
Son una amenaza para la seguridad mundial. Son un fenómeno poliédrico y que sigue creciendo. Las cifras relacionadas con el fenómeno de los combatientes extranjeros sigue creciendo sin que las potencias occidentales puedan ponerle freno. Según un documento del departamento de Estado de EEUU, al menos 40.000 combatientes de 100 países estarían luchando en grupos yihadistas en Siria e Irak publicado esta semana. Esta cifra supera los datos de Rusia que cifraba en 30.000 el número de combatientes extranjeros.
¿Por qué cada vez más occidentales se unen a las filas de los yihadistas? Los expertos no se ponen de acuerdo a la hora de analizar las causas de este fenómeno, pero coinciden en que la propaganda yihadistas a través de las redes sociales es una de las principales causas. Otra de ellas, es la posibilidad de vivir en un lugar regido por la sharia, la interpretación radical de la ley islámica. Y, por último, otras de las razones es la posibilidad de formar parte del califato.
La cuestión de los combatientes extranjeros es una amenaza a corto plazo y un desafío a largo plazo. La guerra civil siria no terminará pronto, y aunque el Estado Islámico está bajo más presión respecto a 2014, es probable que sobreviva durante algún tiempo más. El Califato continuará atrayendo a combatientes extranjeros, pero se prevé un cambio en el perfil que responde a individuos con problemas en su países de origen que carecen de trabajo o un plan de estudios por lo que viajar a Siria se convierte en una meta porque además combatiendo como yihadistas perciben un salario.
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