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economiaSEIS AÑOS DE CRISIS ECONOMICA HACEN DESAPARECER LA CLASE MEDIA
Escrito por  Agencias
Puntos como el paro, la reducción de salarios, la inflación, la presión tributaria y los recortes han empobrecido a los ciudadanos de la Comunidad
Un sexenio de profunda recesión económica ha dinamitado los cimientos de progreso sobre los que se ha asentado la sociedad castellano y leonesa desde la transición democrática, empobreciendo a sus ciudadanos y erosionando profundamente a cada paso a sus clases medias. El desempleo, el desplome de los salarios, el encarecimiento de los precios, la subida de los tributos y los recortes de las prestaciones sociales han infligido día a día un desgaste sin precedentes que se inició con las clases más humildes pero que ya ha alcanzado al grueso de la escala social. Aunque es difícil encontrar una definición exacta de lo que se entiende por clase media, las cifras sobre las condiciones de vida y situación de los hogares constituyen un diagrama que deja pocos resquicios de duda sobre la verdadera dimensión de esta crisis. Y es que el 44 por ciento de los castellanos y leoneses vivía a finales del año pasado en familias con ingresos inferiores a 12.000 euros (1,1 millones de personas), según el informe de Gestha 'Adiós a las clases medias', con más de un millón de mileuristas, y 118.305 adultos sin ingresos.
El INE constata en sus estadísticas que los hogares que llegaban con facilidad a finales de mes en 2008 en la Comunidad, eran el 17,1 por ciento, mientras que el año pasado sólo suponían el 14,9 por ciento. Además sitúa el gasto medio de los hogares de Castilla y León en el año 2012, en los 25.443,66 euros, una cifra muy por debajo de los 29.384,25 que aparecen en los datos de 2008. Asimismo, la tasa de pobreza alcanzó en el año 2011 el 23,5 por ciento, frente al 20,4 por ciento de 2008.
El paro afectaba a 244.900 personas en la Comunidad a finales del segundo trimestre de este año, en cifras EPA, frente a las 83.700 que se reflejaron en ese mismo periodo del año 2007, es decir, 161.200 desempleados más. Los empleados públicos, paradigma de las clases medias, han sufrido profundamente los ajustes en las administraciones, y pasaron en Castilla y León de los 173.026 en el arranque de 2009, a los 164.221 de principios de este año, es decir, 8.805 menos, según el Boletín Estadístico del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas.
En macromagnitudes, el PIB per cápita en 2012 en Castilla y León se situaba en 22.289 euros, frente a los 22.538 del año 2008, es decir, un quinquenio económico baldío. Asimismo, Castilla y León perdió cinco puntos de convergencia con la UE-27 en los tres primeros años de la crisis, y pasó de un porcentaje del 101 por ciento del PIB per cápita europeo en paridad de poder de compra en 2007, su techo máximo, al 96 por ciento contabilizado en 2010. En términos absolutos y según los datos de Eurostat recogidos por la Consejería de Hacienda, el valor del PIB per cápita, en términos de poder de compra, ascendía en Castilla y León en 2010 a 23.500 euros, frente a los 24.500 euros de la UE-27.
Las liquidaciones del IRPF por tramos de rendimientos e imputaciones (euros al año) también resultan elocuentes del retroceso en las condiciones de vida de los castellanos y leoneses en estos años. En concreto, crecieron en el tramo negativo y 0 un 97,8 por ciento durante la crisis; y un 20,8 por ciento las de hasta 1.500 euros; dentro de los tramos menores, cuando el conjunto de las liquidaciones se elevó un 3,9 por ciento, según la Agencia Tributaria.
La subida salarial pactada en los convenios colectivos se situó en junio en el 0,57 por ciento en la Comunidad, mientras que el IPC alcanzó en su tasa interanual el 2,1 por ciento, con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo, y el descenso en el consumo con sus repercusiones económicas. Sin contar el alza de los principales impuestos directos e indirectos (IVA e IRPF principalmente), y la creación de nuevos tributos como el céntimo sanitario que grava las gasolinas.
Así, las ventas del comercio minorista en Castilla y León se redujeron durante el pasado mes de junio un 5,2 por ciento en términos interanuales, una caída superior a la registrada en el conjunto de España, que fue del 4,7 por ciento. La Comunidad fue la región con una peor evolución en los últimos doce meses. Sin dinero no hay actividad, y 11.056 empresas desaparecieron entre el 1 de enero de 2008 y el mismo día de 2013, hasta un total de 162.153, con una merma del 6,3 por ciento, 8.000 de ellas de la construcción y el comercio casi a partes iguales, según el Dirce. "La pescadilla que se muerde la cola", que refleja el refranero.
La opinión de los expertos
Los catedráticos de Economía Aplicada de las universidades de León, Salamanca y Valladolid José Manuel Díez Modino, Rafael Muñoz de Bustillo y José Luis Rojo explicaron a Ical, que la consecuencia directa de la crisis ha sido el empobrecimiento general de la población, un aumento de las desigualdades y un deterioro de los servicios públicos y de las conquistas sociales alcanzados durante los últimos años. Entienden estos expertos que la solución debe llegar desde la UE, dentro de un entorno globalizado, a través de políticas de estímulo, pero también con actuaciones tendentes a un cambio del modelo productivo, para lo que apuestan claramente por la educación y la innovación.
El profesor de la ULE José Manuel Díez Modino expuso que "efectivamente, la crisis ha alcanzado a la clase media española, o al menos a lo que se suele denominar media baja". "Esto no conlleva, al menos por ahora, la destrucción de esa clase media, sino su reducción: la clase media va perdiendo efectivos por abajo, de forma que una parte de sus integrantes desciende un peldaño en la estructura social".
Asimismo, defendió que quienes mantienen el status, lo hacen en "condiciones inferiores, ya que ven reducida su renta disponible por la pérdida de poder adquisitivo de los salarios y por la subida de los tipos impositivos y las tasas". "Todo ello, unido a que las clases más altas mantienen o mejoran su situación, implica necesariamente un mayor grado de desigualdad en la sociedad española", dijo.
Díez Modino detectó que "hasta ahora la situación se ha podido ir manteniendo gracias a los dos grandes paraguas protectores: el estado del bienestar por un lado y la familia por el otro". "Entre ambos han hecho posible que esta realidad de más de seis millones de parados no se vuelva insostenible". Sin embargo, advirtió de que uno de los resultados más importantes de la crisis actual, y el "más importante desde el punto de vista estructural, será el debilitamiento del estado del bienestar". "Un debilitamiento que se produce no tanto como consecuencia directa de la crisis, sino a causa de las políticas que se vienen aplicando con la intención de superarla".
Un concepto escurridizo
Por su parte, el profesor de la Usal Rafael Muñoz de Bustillo remarcó que el concepto de clase media es "escurridizo y elástico" y expuso que durante los primeros años de la crisis son los segmentos de renta más baja los que más se vieron afectados por la crisis, pero con la duración de ésta "el impacto ha ido trasmitiéndose hacia segmentos de ingresos más elevados, de forma que cada vez a menos grupos de población que estén protegidos de ésta". "Lo que sí es cierto es que las clases medias, ven como se deterioran sus ingresos y aumentan sus gastos, a lo que se suma que pueden deteriorarse los servicios públicos que utilizan, lo que claramente aumenta la presión sobre ellas", dijo.
Este experto advirtió de que si no cambia nada "nos dirigimos hacia un país más pobre, mucho menos solidario, donde no van a estar seguros muchos de los logros que creíamos en el pasado que eran conquistas sociales que estaban aquí para quedarse: acceso a la salud igualitario y de calidad, pensiones suficientes, movilidad social mediante acceso a educación superior, etc".
Por su parte, José Luis Rojo explicó que la denominada clase media incluye un grupo heterogéneo en su tipo de actividad, coexistiendo pequeños empresarios y autónomos con asalariados. En este sentido, comentó que es preciso distinguir dos efectos superpuestos, uno estructural y otro coyuntural. El efecto coyuntural, dijo, "va ligado a la crisis actual, y ha implicado un empobrecimiento de las clases medias, y no sólo de ellas, como consecuencia del mayor coste de los préstamos, la subida impositiva en impuestos directos e indirectos y la caída de la actividad y, por tanto del empleo y del consumo por la disminución de las rentas y el empeoramiento de las expectativas". Sin embargo, desde el punto de vista estructural, comentó, "la consolidación de las clases medias no parece haberse visto dañada". Observó en este punto que una parte del "efecto riqueza" previo a la crisis "se basaba, no en un incremento de la riqueza, sino en la facilidad del endeudamiento".
El también integrante del equipo de Hispalink en la Comunidad desde la UVa, destacó que este año la economía nacional y la regional se seguirán contrayendo y se podrían alcanzar tasas "levemente" positivas en 2014, y recuperaciones "algo más notables" en años sucesivos, en parte "como rebote técnico ante la importancia de los retrocesos más recientes". Sin embargo, advirtió de que "no parece que la recuperación compense los descensos de los últimos cinco años (si exceptuamos a 2011)". "Esta contracción, seguida de crecimientos bajos, dificultará la recuperación del empleo que, probablemente, no presentará incrementos significativos hasta la segunda mitad del decenio", sentenció.
Presión fiscal sobre las grandes rentas y patrimonios
En cuanto a las posibles soluciones a la situación generada, José Manuel Díez Modino manifestó que la reducción del gasto público está impidiendo el aumento de los ingresos, lo que implica que en el intento de reducir el déficit sólo se pueda contar con los gastos, cuando lo razonable sería aumentar los ingresos públicos; eso sí, sin afectar negativamente al consumo. Al respecto, defendió que "si el aumento de la presión fiscal recae sobre las grandes rentas y los grandes patrimonios, los ingresos aumentarán y el consumo no se verá afectado".
Asimismo, explicó que la Unión Europea podría implicarse más y agilizar sus propias reformas -y la toma de decisiones- y promover las armonizaciones que parecen propias de cualquier unión, comenzando por la fiscal. En cuanto a la economía nacional, destacó que en el medio y largo plazo se impone un cambio radical del modelo productivo, pero para que éste pueda alcanzarse hay que tomar decisiones de forma inmediata en cuestiones como educación, investigación, innovación.
Abogó al respecto por "decisiones en sentido contrario a las que se están tomando: si uno de los problemas más graves de la economía española es la falta de competitividad, habrá que intentar mejorarla, pero no por la vía de las reducciones salariales, ya que difícilmente podremos competir en eso con los países asiáticos". "La mejora de la productividad y de la competitividad ha de lograrse a través de la innovación, para lo que se necesita hacer un sobre esfuerzo en educación y en investigación", sentenció.
Unión bancaria
Por su parte, Rafael Muñoz de Bustillo expresó que lo primero que hay que hacer es cambiar las imposiciones comunitarias en materia de gestión de la crisis. "Si no hubiera sido por la 'política de reducción de gasto forzada desde la UE y adoptada acríticamente por los gobiernos españoles desde 2010 muy 'probablemente la crisis habría acabado en 2012 y ahora se estaría creando empleo", dijo.
En este sentido, también abogó por poner en marcha de una vez por todas la unión bancaria europea, movilizar al máximo las capacidades de intervención del Banco Central Europeo y diseñar una estrategia de crecimiento que pasa, en primer lugar, por "relanzar la demanda efectiva en toda Europa y especialmente en los países, como Alemania, con un fuerte superávit externo". En este sentido, indicó que "las cortinas de humo como el reciente plan de desempleo juvenil son pequeñas acciones que no van a cambiar nada". "Hace falta un cambio de mentalidad, la alternativa es el estancamiento económico y el hundimiento social del país y, probablemente, el fin del sueño europeo", vaticinó.
Apuesta por el medio ambiente
Por último, José Luis Rojo trasladó que Castilla y León puede mejorar su posición en la salida de la crisis a medio plazo, si tiene en cuenta varias lineas maestras. En primer lugar, reforzar las inversiones en innovación y formación y, en general, en el marco de la economía del conocimiento. En segundo lugar, dijo, "aprendiendo a convivir con el envejecimiento y con el despoblamiento, lo que implica mejorar la atención a la inmigración y propiciando el desarrollo de una economía tecnológicamente avanzada que sustituya trabajos penosos y permita el mantenimiento de la actividad en edades más avanzadas".
Finalmente, apostó por avanzar en las oportunidades que una economía basada en el medio ambiente y volcada en él, presenta para Castilla y León, por su imagen de región "natural y limpia", entendiendo el medio ambiente, "no como una carga ni como un gasto, sino como el eje de las economías avanzadas en la primera mitad del siglo XXI".
http://www.massalamanca.es/castilla-y-leon/13903-seis-anos-de-crisis-economica-hacen-desaparecer-la-clase-media.html

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