30/01/2015
Facebook hierve en estos momentos con los comentarios de madres y padres marfileños que han decidido impedir que sus hijos vayan al colegio mientras no se solucione la ola de raptos de menores que vive el país. Medios como Le Monde, BBC y Jeune Afrique se han hecho eco que desde diciembre del año pasado han desaparecido 25 niños, según el gobierno del país. Todos los menores secuestrados, salvo en un caso, han aparecido muertos. Según el Ministerio del Interior marfileño, cinco de ellos presentaban mutilaciones y señales de violencia que señalan a un crimen ritual y al tráfico de órganos.
Según el Ministerio del Interior marfileño, cinco de ellos presentaban mutilaciones y señales de violencia que señalan a un crimen ritual y el tráfico de órganos. En un ambiente caldeado, marcado por una creciente paranoia, ya se han dado incidentes cuando la población se ha enfrentado a posibles casos de secuestro. Según el testimonio del bloguero Julien Appia para los Observadorse de France24, ayer hubo asaltos de padres aterrorizados en varios colegios en el barrio de Yopougon (Abiyán) para forzar las puertas y recuperarlos ante rumores de dos nuevos secuestros. También ayer se produjo un mínimo de cuatro agresiones a sospechosos de raptar niños que se suma al linchamiento a otro sospechoso y su muerte.
La situación ha creado auténtico pánico en el país, de manera que se han formado grupos de protesta con acciones en Facebook y otras redes sociales y también sobre el terreno, donde las manifestaciones casi espontáneas de padres proliferan. Se prevé una nueva protesta organizada por Facebook en Abiyán, el 15 de febrero, organizada por el movimiento Je suis contre (l'enlèvements de nos enfants, et toi?). Sin embargo, las autoridades marfileñas han mostrado poco interés por el tema hasta que el clamor en redes sociales ha sido ineludible, forzando al ministro del Interior, Hamed Bakayoko, a poner en marcha una estrategia concreta, aprobada este miércoles, 28 de enero, casi tres meses después de que se denunciaran las primeras desapariciones.
La BBC explicaba ayer que unos 1.500 agentes de policía, gendarmes y soldados patrullan las zonas más sensibles de Abiyán, incluyendo las áreas escolares, los descampados y los pozos. Las fuerzas del orden también controlan los cibercafés donde pueden operar los brouteurs (estafadores informáticos). Mientras, Unicef ha criticado la cultura de la impunidad del país y la incapacidad del gobierno para investigar crímenes contra los niños y hacer frente al temor popular.
Los desaparecidos suelen ser niños de barrios populares, como Yopougon, donde se rumorea que han desaparecido ya ocho menores. Los secuestros infantiles se relacionan entre la población con las figuras de poderosos y brouteurs, aconsejados por sus marabúes y gurús. Algunas fuentes, como la periodista Tamasin Ford (BBC), denuncian que las oleadas de secuestros y asesinatos infantiles suelen coincidir con períodos convulsos, como el pre-electoral (2006, 2010, 2015). También hay fuentes policiales que hablan de la necesidad de dinero por las fiestas navideñas, el comienzo del año electoral y, de nuevo, los brouteurs. Precisamente Hamed Bakayoko habría desestimado la relación entre asesinatos rituales y elecciones y declarado que conocen este tipo de crímenes y saben perfectamente quién los comete, habitualmente para conseguir dinero y poder. De momento, el gobierno marfileño asegura que se ha detenido a tres sospechosos.
La preocupación de las familias crece porque no son sólo desconocidos los que perpetran los secuestros, que afectan principalmente a la capital económica del país, Abiyán, pero también han alcanzado zonas del interior del país, como Gagnoa, donde una mujer se hizo pasar por un miembro de la familia lejana para introducirse en un hogar y secuestrar a un niño, según refleja un artículo de Le Monde.
Daouda Coulibaly, periodista radicado en Abiyán, compartía ayer en su muro de Facebook un comentario que refleja el miedo de muchas familias de la capital económica marfileña: "La sicosis ha alcanzado su paroxismo. Frente a la lasitud o la impotencia de las autoridades competentes, la población se toma la justicia por su mano ahora. Mi consejo para no ser confundido con un secuestrador de niños: 1. evite asumir los hijos de otros, 2. evite comunicarse con un niño que no sea suyo 3. incluso si es el suyo, evite tener un desacuerdo con él en la calle (nunca se sabe)". Un mensaje que puede parecer cómico, pero que refleja bien el clima social de un país donde las desapariciones están provocando una histeria creciente entre los ciudadanos. a social de un país donde las desapariciones están provocando una histeria creciente entre los ciudadanos.
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