26-11-2015
Argentina vive un "cambio esperanzador" y la UE apuesta por "un nuevo impulso a una vieja relación", explicó a Efe José Ignacio Salafranca, embajador de la Unión Europea en Buenos Aires, que confía en que el nuevo escenario contribuya a avanzar en el acuerdo entre Bruselas y Mercosur.
"Esperamos que la hoja de ruta con la UE pueda ser ambiciosa y nos permita apoyar este nuevo momento que está viviendo Argentina y que ha suscitado grandes expectativas en la comunidad internacional y en la UE en particular", señala el diplomático español en una entrevista con Efe.
El presidente electo de Argentina, el conservador Mauricio Macri, ha adelantado ya entre sus prioridades el impulso a las relaciones internacionales, en especial con sus vecinos de Mercosur, con Estados Unidos y con Bruselas.
Atrás quedan las tensiones que marcaron la relación entre el Gobierno de Cristina Fernández y el bloque europeo.
"Tenemos que pensar más en las posibilidades que presenta el futuro que detenernos en las diferencias del pasado", apunta Salafranca, que rescata los anuncios de Macri sobre los cambios en la política económica y la necesidad de generar confianza en Argentina.
"Creo que ha acertado al decir que el elemento fundamental y dinamizador de las inversiones extranjeras que parece que necesita el país tiene que venir de la seguridad jurídica, del respeto al imperio de la ley y del respeto a los compromisos adquiridos", continúa el jefe de la delegación de la UE en Buenos Aires.
Argentina, una de las grandes economías latinoamericanas y miembro del G20, puede ser "un socio positivo y activo de la UE", añade el diplomático, confiado en "dotar de un ambicioso contenido a la agenda bilateral" y "poder contar con Argentina como un socio importante en el contexto regional y en el contexto global".
Salafranca recuerda que el bloque europeo ha cerrado acuerdos de asociación ya con varios países de la región, como México, Chile o Brasil y con el bloque de América Central.
"La gran asignatura pendiente en el subcontinente es la conclusión de un equilibrado y ambicioso acuerdo entre la UE y el Mercosur", subraya, tras veinte años de negociaciones.
"Este tiempo se ha hecho ya demasiado largo y creo que es momento de dar un impulso a esta negociación", opina Salafranca, que puntualiza que el reciente intercambio de información entre las partes podría dar paso, antes de fin de año, a una eventual presentación de ofertas.
"Este momento que está viviendo la Argentina podría ser una circunstancia propicia para iniciar estas negociaciones", apunta el funcionario.
Solo el 10 % de los intercambios entre la UE y Mercosur afecta a productos sensibles, "por lo tanto es un tema de vocación política, y creo que si hay voluntad política siempre se puede encontrar un camino", continúa.
La UE "ha demostrado su voluntad de avanzar en estas negociaciones con Mercosur y muchas veces la voluntad política es condición necesaria, pero no suficiente", admite.
La Unión Europea es actualmente el segundo socio comercial de Argentina, después de Brasil, y el principal inversor en el país suramericano.
"Creo que si tuviéramos una arquitectura institucional que vendría a ser representada por el acuerdo de asociación entre la UE y Mercosur, estas cifras yo creo que podrían intensificarse y podrían multiplicarse", subraya.
En el bloque europeo, "queremos prestar una mirada a América Latina, una mirada atenta, una mirada en la que América Latina no es periférica, sino que es central, no es un continente emergente, sino que es un continente emergido", asegura.
"Pensamos que si tenemos un marco de relaciones transatlánticas y un horizonte muy ambicioso, las relaciones transatlánticas deberían de ser cosa de tres. La UE, América Latina y Estados Unidos", concluye.
http://agencias.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=2042946