OMAR JEREZ
Distribuirá un ejemplar del diario ficticio por cada víctima
Álbum: las 'performances' más polémicas de Omar Jerez en imágenes
Actualizado: 04/03/2015 08:27 horas
Caracterizado como un repartidor de periódicos, distribuirá ejemplares de 'Il Corrierre della Camorra' -un diario ficticio que él mismo ha impreso pero que simula estar editado por la propia mafia- en Nápoles.
Jerez, que repartirá 6.000 ejemplares, uno por cada asesinato de la Camorra, pretende así denunciar "la impunidad con la que opera una mafia que está incrustada profundamente en la sociedad italiana y que tiene ramificaciones en España, donde se refugian muchos camorristas, sobre todo en Andalucía", explica a EL MUNDO.
Como prueba del poder de la Camorra, el artista señala las dificultades que ha tenido para poder imprimir el falso diario: la primera empresa a la que se lo encargó, aun sabiendo que el objeto del mismo era una 'performance', le envió a última hora un 'mail' diciéndole que "sin la autorización de un tribunal" no podía hacerle el trabajo. El imprevisto ha supuesto un retraso en sus planes, ya que tenía pensado realizar la actuación el pasado lunes.
Con los 6.000 ejemplares del diario -"el primero de la mafia de Nápoles", que incluye en portada una falsa entrevista a don Lauro, un capo de la Camorra inventado y máximo accionista del periódico ficticio-, este miércoles por la mañana los distribuirá en Nápoles. Una actuación de la que EL MUNDO ofrecerá imágenes en exclusiva.
Sobre las reacciones que provocará su acto, cuenta que teme que los Carabinieri intervengan y lo detengan o que sea la propia Camorra la que actúe. "Siempre digo que en mi obra sólo hay dos caminos: denuncia o muerte. Y siempre me he caracterizado por manifestar con contundencia y sin ningún tipo de miedo mi opinión como ciudadano y mi visión como artista. No tengo el gen del miedo, no lo conozco", comenta desde su hotel en Nápoles.
Todas las escenificaciones de Jerez (Granada, 1980) han levantado ampollas, pero probablemente la más conocida es la que realizó en San Sebastián, en mayo de 2013, cuando se paseó por el casco viejo de la ciudad caracterizado como una víctima que acaba de sufrir un atentado y simulando que portaba un cadáver en brazos. Antes se encerró ocho días en un zulo de similares dimensiones al de Ortega Lara.
El año pasado se citó en una nave industrial de Berlín -él es judío- con ocho neonazis y, el pasado 8 de noviembre, el día antes de la consulta catalana del 9-N, hizo 'running' en la Plaza de Cataluña, en Barcelona, llevando la bandera española como capa.
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