Martes 09 de Agosto de 2016
La Corte Suprema de Italia aprobó el referéndum sobre la reforma constitucional que impulsa el gobierno y aprobó el Congreso.
El gobierno del primer ministro Matteo Renzi tiene ahora 60 días para proponer una fecha, que luego será dada a conocer oficialmente por el presidente italiano, Sergio Mattarella.
La Corte Suprema de Italia aprobó el referéndum sobre la reforma constitucional que impulsa el gobierno y aprobó el Congreso.
El gobierno del primer ministro Matteo Renzi tiene ahora 60 días para proponer una fecha, que luego será dada a conocer oficialmente por el presidente italiano, Sergio Mattarella. Previamente habían sido recolectadas las 500.000 firmas necesarias para el referéndum.
Se trata de la reforma constitucional de mayor alcance en más de seis décadas en Italia. Prevé limitar el Senado, que dejará de ser electivo y tendrá poderes recortados y menos integrantes, y a organismos regionales en beneficio del gobierno central.
De esta manera, Renzi se propone acelerar y simplificar la gestión y la legislación en Italia, a la vez que busca que el sistema político sea más estable. El sistema bicameral había demostrado ser proclive a permanentes bloqueos.
"Ahora podemos decir: éste es el referéndum de los italianos", tuiteó Renzi tras la decisión de la Corte di Cassazione. Se considera que la votación podría tener lugar 20 o 27 de noviembre. Renzi vinculó la decisión de los ciudadanos sobre la reforma a su propio futuro político. En caso que la reforma sea rechazada presentará su renuncia.
Sobre todo la derecha se pronuncia en contra de la reforma. Algunos críticos aseguran que podría fortalecer excesivamente al Ejecutivo y socavar controles y balances democráticos. La opinión pública se encuentra dividida, según sondeos recientes.
Un sondeo de la RAI pronostica que 45 por ciento votaría a favor, el 36 por ciento lo haría en contra, mientras el 19 por ciento se manifesta indeciso.Esta votación es seguida con preocupación en la Unión Europea, porque una eventual crisis de gobierno por un triunfo del "no" podría llevar a elecciones y entregar el gobierno de Italia, tercera economía de la eurozona, al opositor Movimiento 5 Estrellas (M5S), radicalizado y euroescéptico
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