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sombra200Son tentáculos culturales, psicológicos, ideológicos y materiales que se van atravesando en nuestros pueblos como una forma de penetrar y de dominar la región, dice la socióloga Sonia Winer. Pero nosotros tenemos la razón y el amor de nuestra parte y debemos organizarnos y resistir porque la vida de nuestro planeta depende de eso, agrega.

Por Inés Lépori

La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (en inglés: United States Agency for International Development, USAID),

es una institución encargada de proporcionar ayuda exterior de carácter no militar. A pesar de ser un organismo independiente recibe directivas del Departamento de Estado y entre sus actividades está la de asistir a los países receptores en áreas económicas, agrícolas, sanitarias, políticas y humanitarias.

Fundada en 1961 por el Presidente Kennedy, la USAID, ya sea en forma directa o a través de triangulaciones subsidiarias, tiene como objetivo acompañar y fortalecer la política exterior estadounidense, para lo cual trabaja en estrecha colaboración con la CIA. En este aspecto se ocupa de preparar el terreno y crear las condiciones necesarias para desestabilizar a los gobiernos que no estén debidamente alineados con la política de Estados Unidos, aún en el caso de que sean democráticos.

A la USAID, a la forma en que implementa sus actividades y a la influencia ejercida en los últimos años sobre América latina, se refirió la Dra. Sonia Winer, egresada de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), actual investigadora del Conicet y autora del libro Doctrina de la Inseguridad Mundial (Paraguay como laboratorio de Estados Unidos en la región) en una entrevista radial (Frecuencia Joven, 92.7 FM AZ, Rosario, Argentina) realizada el 22 del 2018.

Con conceptos sumamente claros, la Dra. Winer perfila una telaraña de intereses imperialistas que inciden desde hace más de cincuenta años en la región: “La USAID fue fundada como Agencia Internacional para el Desarrollo en el año 1961 – dice - para intervenir en diversas regiones del mundo, sobre todo en las consideradas pobres y en las que, en ese momento, Kennedy temía que se generaran las condiciones favorables a otras opciones de organización política y social que no fueran las capitalistas. Era una estrategia de intervención sobre determinados segmentos de la población en países en los que, en ese momento, existía el peligro de que prendieran las ideas comunistas, socialistas o nacionalistas. La idea era convencer a ciertos segmentos poblacionales de las bondades del American way of live (modo de vida americano). Es una agencia que no puede pensarse por fuera de la estrategia de la política exterior de Estados Unidos y mucho menos por fuera de la CIA, ya que tienen estrechos vínculos estratégicos orientados a la seguridad”.

Al analizar las estrategias de la USAID en los últimos años, Winer explica por qué trata en su libro específicamente el caso de Paraguay: “En ese momento veníamos siguiendo las estrategias de golpes de Estados, el primero había sido Honduras y el segundo golpe exitoso, porque en el medio hubo tratativas de golpes de Estado en Venezuela, Ecuador y Bolivia, fue el de Paraguay en el año 2012, el que se gestó a través de la embajadora de Estados Unidos, Liliana Ayalde, que había sido la representante de la USAID en Colombia y que es trasladada, ni bien gana Fernando Lugo, al Paraguay, para gestar la desestabilización del proceso de democratización nacional que se abría en ese país. Después del golpe de Estado contra Fernando Lugo es trasladada a Brasil, donde permanece hasta el golpe contra Dilma Rousseff”.

Expresa luego que la estrategia de la USAID es financiar a sectores civiles con ayuda comunitaria en temas como la lucha contra la corrupción, el medio ambiente, la transparencia judicial o la pobreza, entre otros, financiamiento que encubre sus verdaderos objetivos, los cuales son: a) identificar a sectores potencialmente insurgentes o que cuestionen los intereses de las agencias imperiales, campesinos o mujeres en muchos casos, y operar sobre ellos. b) Hacer tareas de espionaje estratégico de todo tipo, incluso sobre los bienes naturales del país, o sobre conocimientos ancestrales de los pueblos originarios, conocimientos que después las empresas de Estados Unidos puedan patentar, es decir robar, al igual que los bienes naturales y junto a cualquier información que consideren importante para su estrategia de seguridad. c) Reforzar o construir la oposición política, lo cual significa financiar a sectores opositores y afines a Estados Unidos. Es una injerencia directa en el plano político electoral. d) Formar una red de profesionales, de científicos expertos y de líderes en distintos sectores de la población que promuevan la mirada de Estados Unidos en la sociedad intervenida.

En lo que hace específicamente a la injerencia de la USAID en nuestro país, puntualiza que la misma: “Opera a través de la Fundación Libertad o triangula con la cooperación española. Se la encuentra en organizaciones vinculadas al PRO -partido actualmente en el gobierno-, entre ellas una que se llama Voces Vitales, creada por Laura Alonso, que aparenta promover el liderazgo femenino y en cuyo directorio hay mujeres del mundo empresarial, algunas con cargos importantes en la empresa Cablevisión, porque el vínculo de esta agencia se establece con empresas multinacionales extractivas de bienes, o vinculadas a los medios de comunicación, o proveedoras de servicios, o las llamadas corporaciones militares, y a otras que promueven el pensamiento de los intelectuales de la “nueva” derecha en la región. También financian otro tema estratégico que se debería investigar más y que son los Encuentros del Poder Judicial. … A través de los wikileaks se supo que la embajada en Argentina, a través de la USAID, financiaba los viajes de Ricardo Lorenzetti (juez de la Corte Suprema de Justicia) a Estados Unidos y promovía que agencias de Estados Unidos asesoraran a la justicia argentina en todo lo relativo a la reforma tecnológica del Poder Judicial. Este es un caso en el que se transfiere información estratégica de los procesos judiciales argentinos a Estados Unidos. … La USAID además ha financiado el asesoramiento de juristas para los llamados procesos de transición democrática en los años 80. … Por eso no es casual que hayan prevalecido las democracias de tipo representativo y no las de corte participativo y popular. Incluso en algunas constituciones como la nuestra, en que se incorporó la participación popular, nunca se reglamentó. Son tentáculos culturales, psicológicos, ideológicos y materiales que se van atravesando en nuestros pueblos como una forma de penetrar y de dominar la región”.

Sostiene también que entre los objetivos estratégicos de la USAID está el de construir conflictos en la sociedad, sobre todo en las regiones donde hay procesos de democratización real, de empoderamiento de los sectores populares y de redistribución de la riqueza. Allí se construye el conflicto y para lograrlo hay que estigmatizar a un sector de la población, es decir convencer de que hay un enemigo interno para habilitar las estrategias de seguridad, la represión, la ejecución sin juicio y la violación del Estado de derecho.

Ante la pregunta sobre la “grieta” que actualmente divide a nuestra sociedad y el hecho de que la misma haya sido creada o difundida por el periodista Jorge Lanata, dice Winer que, en Argentina, Jorge Lanata y el escritor Mario Vargas Llosa, son asiduos concurrentes a los encuentros de la Fundación Libertad. Allí nace lo que se va a conceptualizar como la grieta con la cual los medios de comunicación, pero también las redes sociales y las ONGs en su supuesta apoliticidad, lograron implantar la división en la sociedad e inhabilitar el debate de ideas, porque en el fondo lo que quieren es que no haya debate de ideas. Entonces se genera un conflicto, pero no un conflicto que visibilice tensiones y que se pueda dirimir en un debate, sino un conflicto que lleve a la violencia, a enfrentamientos violentos para justificar una intervención aún más violenta. Se necesita armar un espiral de violencia y para eso se construye un conflicto, se lo alimenta en el plano psicológico, en el plano cultural, después se diseña una figura estratégica terrorista, en el caso de Argentina pueden ser los mapuches, o en algún momento los docentes, como los campesinos en Paraguay, es decir, se estigmatiza a la dirigencia social que cuestiona el orden dominante, para después tener la justificación para perseguirla, asesinarla, reprimir y vulnerar sus derechos”.

No obstante ser un mecanismo de colonialismo psicológico y cultural muy perverso que toma y usa negativamente las banderas históricas de las luchas populares, como por ejemplo los derechos humanos, también ha mostrado sus limitaciones en los últimos tiempos. Al respecto sostiene Winer que: “En la última represión en el Congreso ante la sanción de la ley de reforma previsional, cuando se quiso estigmatizar a quienes eran reprimidos, empezaron a salir espontáneamente los sectores medios urbanos a golpear cacerolas y eso marcó un límite a los mecanismos de colonialismo psicológico y cultural. Porque aunque no se vean, nuestros pueblos tienen mecanismos de defensa, a pesar de los multimedios con su gran poder de fuego y su bombardeo informativo. Y sin embargo se ve que el pueblo va desarrollando progresivamente mecanismos de resistencia y de crítica, que a veces son incipientes o no operan en los tiempos que uno desearía, pero que en cierto momento se activan y empiezan a funcionar. Eso fue lo que pasó en el caso de Santiago Maldonado”.

En referencia a la estrecha relación que existe entre la intervención cultural y la militar, expresa que: “Se tenía muy claro que en toda la región había que imponer, por un lado la doctrina de la seguridad nacional, crear un enemigo interno, estigmatizar segmentos poblacionales, pero por otro lado había que construir en el plano social y cultural cierto consenso para la represión. Se combina el colonialismo psicológico y cultural con la intervención militar, se complementan, no se puede pensar una sin la otra”. Y sigue diciendo: “La militarización de la región y el debilitamiento del Estado de derecho en nuestros países vienen de la mano de una represión que cada vez se anticipa más, hasta llegar al asesinato selectivo preventivo de los drones del Pentágono o, lo que es lo mismo, asesinar por las dudas a personas de sectores que puedan cuestionar, por ejemplo, la disposición y el uso de la tierra y de los recursos estratégicos en la Patagonia, o que puedan cuestionar en Argentina que, con la desarticulación de los proyectos Arsat, se le esté dando la soberanía satelital a agencias del complejo militar industrial británico”.

Este retroceso tan importante en materia de soberanía pretende militarizar anticipadamente la región para garantizar los intereses imperiales. El tema de la Patagonia no sólo tiene que ver con los mapuches y con la distribución de la tierra sino tiene que ver también con la base británica en las Islas Malvinas y con la estrategia de seguridad de Gran Bretaña y Estados Unidos y, sobre todo, con el interés de ambas potencias imperiales y de las empresas vinculadas a ellas de origen americano y europeo, en especial la Marina de Estados Unidos, de hacerse con el control de la Antártida y de los recursos estratégicos de la misma. Esa es la clave para pensar por qué se está construyendo un enemigo interno en la Patagonia Argentina y porque está avanzando el complejo militar industrial británico de la mano del israelí y del estadounidense en esa región de nuestro país. El gran objetivo es la Antártida lugar en el cual es muy difícil construir un enemigo interno.

A raíz de la hasta ahora inexplicable desaparición del submarino argentino ARA San Juan afirma Winer que es muy extraña la cantidad de personal y de fuerzas de inteligencia que había en el Atlántico Sur en ese momento, razón por la cual dice que “hay quienes creen que lo del ARA San Juan fue una explosión por un ejercicio no autorizado por el Congreso en el que participaba el Comando Sur que en el Atlántico Sur opera asociado al complejo industrial militar británico, otro tema que hasta ahora ha sido poco investigado”.

Ante la pregunta final de cómo pueden enfrentar los pueblos el poderoso despliegue imperialista de agencias como la USAID, sostiene: “Yo creo que lo primero que hay que hacer es investigar, ser serios en nuestros fundamentos y tratar de conseguir pruebas de lo que decimos. Tienen gran capacidad de recursos, precisión tecnológica y mucha impunidad, por eso publican sus objetivos y sus planes y es fácil acceder a ellos. Ellos tienen todo eso, pero nosotros tenemos la razón así que, como sabemos que tenemos la razón, que nuestra supervivencia como pueblo, como país, como personas y como futuro va en eso, no nos queda más que tener paciencia, insistir, organizarnos y hacerlo con la convicción de que tenemos la razón y de que tenemos también el amor de nuestra parte porque la vida de nuestro planeta depende de eso y creo que sabiendo que tenemos que tener paciencia, convicción y amor, lo que hay que hacer es insistir, brindar argumentos, organizarse y resistir. Es difícil, creo que lo más difícil es no enojarse, no perder la paciencia, por eso digo que la convicción y el amor son fundamentales. Y seguir insistiendo porque ¿qué otra opción tenemos?”

Audio de entrevista completa: https://www.frecuenciajoven.com.ar/single-post/2018/01/22/Programa-del-22-de-enero-2018

 

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Foto de portada: sonawiner.blogspot.com

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