Sólidas opiniones que denuncian la decadencia del sistema político y judicial
Por Eduardo Godoy y Agustín Saiz, desde Agentina - 24 de octubre de 2020
El caso de Facundo Castro conmovió a la Argentina porque dejo expuesto el tenebroso mundo en el cual se articula la dirigencia política. Un mundo paralelo que solo es posible que conviva y se desarrolle entre nosotros, por medio de nuestra complacencia e hipocresía. Diferentes negocios son los que sostienen y alimentan al aparato del poder, mientras el dispositivo mediático pone la mirada en una realidad truncada y artificial para nuestro regocijo y banalidad. Del otro lado de la cortina están los millones de dólares de los negocios de mayor rendimiento… los del narcotráfico, la trata de persona, las armas... Y dentro de ese pacto de silencio e indiferencia cada tanto aparecen disrupciones que abren el velo. Al igual que en la feroz época de la dictadura donde la vida civil se desarrollaba mientras desaparecían las personas de nuestro alrededor, hoy lo mismo sigue ocurriendo. ¿Cambio algo? ¿Cuánto se refinó la perversión de nuestra matriz cultural que lo permite? ¿Cómo es posible no verlo?
Leandro Aparicio trajo a la luz este inframundo y nos lo muestra con el solo hecho de exponer uno de los tantos caso que representa: Facundo Castro. Junto a su amigo y colega Luciano Peretto van detrás dándole soporte a su mamá Cristina Castro en la búsqueda de la verdad. Y es con cada paso que dan, que va dejando expuesto el funcionamiento de ese organismo articulado, que reacciona bajo una especie de coordinación secreta para permanecer tras las sombras y seguir parasitando al Estado. Sus brazos ejercen presión y trabajan para que todo quede en el olvido, así los medios de comunicación preparan el próximo somnífero para adormecer las conciencias, el poder judicial afila sus dientes para atacar a los familiares de las víctimas que osan presentar pelea y la dirigencia política baja la cabeza no por resignación o impotencia, sino por obediencia.
“No solo es el caso de Facundo, es por todos los casos de los chicos fusilados en comisarías, desaparecidos, que son historias invisibilizadas, tapadas y que en la de Facundo no lo pudieron hacer, trataron, pero no pudieron. Hay cosas que están pasando que no puedo explicar racionalmente, soy agnóstico, creo que hay gente que tiene una sensibilidad, poder, saber y Cristina (mamá de Facundo Castro) es una de ellas y seguimos lo que ella dice, no vamos a parar hasta que estén presos todos, todos, todos. Hay un montón de cosas que van a seguir pasando en este contexto, mientras la policía este formada como está, mientras el narco cruce a policías, fiscales y políticos, mientras pase todo esto. Vamos a llegar a ser como México si no advertimos estas conexiones. No es un pueblito tranquilo Pedro Luro, es un pueblo narco, como lo es Monte Hermoso que es un pueblo narco, como lo es la ciudad de Bahía Blanca que se encontró el cargamento de cocaína más grande de la historia Argentina”.
Quien habla, conoce la casuística detrás de todos estos crímenes, de los desaparecidos que se repiten bajo las mismas metodologías de encubrimiento, rebelándonos que lo que está detrás tiene un comportamiento específico. Leandro Aparicio además de patrocinar el caso de Facundo Castro es abogado de Katherin Moscoso “chica discapacitada, asesinada por los patovicas amigos del intendente (de Monte Hermoso) dueños del boliche”, de Angel Almada “tirado de un puente del mismo puerto donde se encontró el cargamento de cocaína más grande de la historia Argentina”, de Daniel Solano “sacado de un boliche por 7 policías y desaparecido, todo en un contexto de una trama de trata laboral, de narcotráfico, con policías, fiscales y jueces denunciados” y de Sergio Ávalos, un estudiante neuquino que nunca pudo salir de una bailanta en Neuquén, custodiada ilegalmente por miembros del Ejército. “Su papá tiene 87 años y lo sigue buscando y esperemos que este año por lo menos pedir las detenciones en muy breve tiempo. Trato de calmarme, son 5 años que pasamos por esas causas. Agradezco a ustedes por darme la posibilidad de contar estas historias, no por mí, sino por Facundo, por todos ellos. Estamos tranquilos, estamos esperanzados y confiados en el trabajo que hemos hecho. La verdad no se puede tapar, no se puede tapar el sol con las manos”.
El Caso Facundo Castro y las contradicciones que están a la vista
En el entramado de los negocios sucios que funciona como el esqueleto de la vida política, es donde quedo entretejida la causa de Facundo Castro. Recientemente se hizo público el dudoso informe del cuerpo de profesionales forenses que trabajaron en la autopsia. Uno tiende a pensar que la ciencia médica es precisa y debería ser determinante en sus juicios, sin embargo incluso este ámbito, se puede también nublar de grises, de dudas y dejar conclusiones abiertas para que las sombras se muevan. “Ese informe es una posta más en el camino. Para nosotros es la confirmación de algunas circunstancias que nuestra perito nos había dicho (Creimer). Por otro lado quedan acotaciones vagas y ambiguas del informe que tienden a confundir y a otorgar una especie de manto de impunidad. Nosotros sabemos, junto a dos de los fiscales que llevan adelante la investigación (porque el tercero esta denunciado por nosotros, es amigo de genocidas y nunca ha hecho nada por la causa) por las pruebas en el expediente, de que Facundo en un contexto de pandemia, el día 30 de abril, fue interceptado por la policía cuando se iba a dedo a Bahía Blanca sin el permiso. Los oficiales Sosa y Curuhinca se comunicaron con la comisaria y en uno de los mensajes les dicen: si se hace el pajero, bájalo. ¿Qué significa esto? Significa que si hubo una discusión en lugar de infraccionarlo y dejarlo seguir, se lo llevaron para la comisaria”.
Entre otros elementos de la causa que quedaron al descubierto a los ojos de todos, está la llamada desesperada de Facundo hacia a su mama diciendo: “vos no sabes dónde estoy, vos no me vas a ver más”. También hay testigos que lo vieron caminando rumbo a Bahía Blanca (antes de ser interceptado por la policía) y otros que luego lo ven tirado a Facundo en la ruta. “Nadie se tira a tomar sol en la ruta. ¿Cuál es la versión oficial? Que Sosa y Curubinca (oficiales) lo paran a Facundo y lo dejan seguir. Que la hermanastra de Curubinca dice que lo levanta en la ruta y lo deja en teniente Origone a las 13hs, lo cual se contradice con la hora de la llamada que tiene la constancia de la empresa telefónica y con el testimonio de la mama. Luego aparece un policía Gonzales, que dice que lo llaman porque un chico estaba caminando entre los alambrados cuando en realidad lo vieron tirado. “Supuestamente” habla con Facundo, le saca una foto al carnet de conductor, escribe unas anotaciones muy raras (que todavía no puedo decir nada porque es objeto de investigación) y dice después que una camioneta lo levanta y lo lleva a Facundo”. La localidad de Origone es el lugar donde el policía dice que habló con Facundo. Allí también encontraron posteriormente, en un calabozo, el souvenir perteneciente a Facundo con forma de la vaquita de San Antonio.
El 8 de mayo, un Toyota Ethios de la policía de Bahía Blanca estaba cerca del lugar donde se encontró el cuerpo de Facundo. Ese automóvil también fue peritado y se halló el otro objeto perteneciente a Facundo, una turmalina. ¿Cómo hacer para no hablar de encubrimiento? “El encubrimiento es un protocolo que viene desde la dictadura, es un calco. Mientras tanto tenemos secretarios de DD.HH y ministros no sé de qué… porque los testigos siguen igual, muertos de miedo, mientras estos señores hacen propaganda de los DD.HH en nuestro país. Estamos hablando de una reforma judicial, donde yo creo que no puede venir nada bueno de quienes quieren hacerla, hay muchos que están manchados. La justicia federal que interviene en esta causa son en su mayoría jueces de servilleta, de la época de Menen, me refiero a los jueces de la Capital. Y los jueces de acá, de hecho la jueza Dra. María Gabriela Marrón es subrogante, no es una jueza natural. Es designada porque el padre militar fue amigo de Alfredo Astiz y ella está casada con un oficial militar. El fiscal federal Santiago Ulpiano Martínez esta denunciado por el CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), denunciado por HIJOS, denunciado por organismos de DDHH… es el fiscal que no acompaño con ninguna medida de prueba, que fue denunciado por nosotros y recusado en dos ocasiones. Los políticos como Patricia Bullrich, vienen a presentarse a ver que pueden caronchar en esta causa, cuando todavía tienen que responder por lo de Santiago Maldonado. Al igual que Macri que viene desde Francia “consternado” y que también quiso venir a sacar algún rédito. Como Berni que está en un movimiento que dice que son muy progres, que están con los derechos humanos y lo tienen a este pichón de Bolsonaro ahí”.
El 18 de junio, Cristina Castro fue junto al otro abogado, Luciano Pereto a Mayor Buratovich donde se llevó adelante el rastrillaje. Aunque la echaron del lugar llegó a cruzar pocas palabras con el oficial que supuestamente dijo que se encontró con Facundo. Cuando la mamá lo caréa con preguntas concretas, el oficial baja la cabeza y le responde que no puede hablar por orden de sus superiores: “allí siente Cristina que a su hijo lo mataron, porque a ella una semana después la llaman los testigos diciendo que lo vieron subir a un patrullero. También ese mismo día aparece el primer testimonio de una persona que dice que se fumó un cigarrillo con Facundo y que supuestamente le comento que se iba para Villa devoto, en Buenos Aires, con otros dos amigos. Esta persona hace otra declaración el 6 de julio y allí dice que tiene un kiosco y que vino alguien y le toco timbre para vender bolsas (de residuos) y era Facundo... Aleluya! Se encuentra supuestamente con Facundo y le dice que al final no se fue a Villa Devoto y que por eso estaba allí”.
Esta persona se llama Galarza y es un ex policía. Cuando declara en la justicia federal el fiscal le pregunta por qué no le dijo a Facundo cuando supuestamente lo atendió en su comercio que lo estaban buscando. Galarza desde entonces no declaro más, se le secuestró el teléfono y hasta el día de hoy no se sabe qué información contiene dentro. “Todo esto lleva a acreditar la participación de la policía, en el contexto de la represión durante la pandemia a quienes violaban el aislamiento social y obligatorio se armó una especie de bola donde empiezan a intervenir todos hasta llegar a quién es todavía ministro de seguridad de la provincia de Buenos Aires (Sergio Berni), nuestro pichón de Bolsonaro, ex carapintada, ex espía infiltrado, ex jefe de los gendarmes caranchos el también forma parte de esto, el que lo desapareció a Facundo es el Estado".
Un proyecto nazi gestado en el corazón del progresismo de izquierda
Que el Estado encubra estas desapariciones delante de todos, nos muestra a las claras la decadencia del sistema político y judicial. Pero es también consecuencia de una degradación, en la que la sociedad misma empieza a transformarse en algo que jamás imaginamos que podíamos llegar a ser.
Mientras en las últimas décadas el discurso a favor de los DDHH caló hondo en las masas populares y se instaló fuerte en algunas áreas del Estado, hoy es dentro de esos mismos espacios políticos desde donde se protege y se proyecta la carrera política del ministro de seguridad: “Si las encuestan le dan, lo van a poner a Berni como candidato, están incubando el huevo de la serpiente. En Brasil, nadie hubiera imaginado que después de Lula estuviera un Bolsonaro, pero llegó. Todos esos poderes también están acá. Es a través del Estado que están haciendo todo esto y los distintos gobiernos se apoyan para ver cómo pueden ir surfeando la situación. No puede venir nada bueno ni ningún cambio de estos tipos, que están hace 30 años viviendo de todo esto. Haciéndose que se preocupan y la gente está cada vez más cagada de hambre, más hambreada, en un país envenenado por el glifosato, envenenado por el cianuro en todas las provincias extractivistas… Ahora nos queman todo para seguir plantando soja y se hacen todos los boludos. Estamos condenados a ser una sociedad cada vez más desigual si no nos levantamos y nos damos cuenta de todo lo que está pasando. Yo tengo un cierto privilegio, a mí no me hubiera pasado lo que le paso a Facundo, porque tengo auto y es a una franja social la que persigue la policía... Una policía que está inmersa en el narcotráfico porque acá el narcotráfico no corre sin el conocimiento de la policía”.
Estamos hablando de pobres vulnerados solamente por su condición. Son muchos los casos que no tienen voz. Pero gracias a Cristina Castro ocurrió algo inusual, su fuerza y su necesidad de justicia hizo que su caso llegase como una bandera de batalla a la opinión pública masiva provocando una reacción en cadena. El impacto llegó como una ola gigantesca que superó los dispositivos de defensa del establishment del poder, golpeando a las máximas esferas de las autoridades políticas.
Ahora les toca “a ellos” salir del jaque y hacer la próxima jugada en este ajedrez. ¿Qué es mejor? ¿Esconderse e interrumpir la exposición pública indeterminadamente para evitar cada vez más una caída de imagen? Elegir un chivo expiatorio y mostrar públicamente la cabeza de un dirigente como una victoria para que todo siga igual? “Han sido amenazados varios testigos, compañeros de Facundo, hemos planteado un habeas corpus. A Luciano (Peretto) le ponen la camioneta en la puerta, a Cristina la persiguen cuando sale de la estación de servicio donde trabaja y vuelve a su casa, a mí me han filmado en la cochera donde guardo el auto. Hay que cuidarse, tener precauciones y denunciar todo lo que está pasando. Y por supuesto que lo que sucedió en Buenos Aires con la sedición de la policía, tanto en Olivos en la residencia del presidente y en la Plata con la del gobernador, son cuestiones que no responden a temas salariales, sino con el caso Facundo que ha entrado en ese terreno de negociación".
Esta batalla recién comienza, no alcanza con un lavado de cara o la renuncia de un político o funcionario del Estado. El que está enfermo es el cuerpo de un Estado en su conjunto. La lucha por la justicia de Facundo Castro se desarrolla como una lámpara que va iluminando todas las partes gangrenadas, mostrándonos claramente aquellos gusanos a los que hay que extirpar. Y el esclarecimiento de esta causa puede ser la mejor oportunidad de hacerlo. Por eso es importante comprender a fondo lo que está en juego en esta nueva versión argenta de David vs Goliath. Depende solamente de nosotros tomar conciencia. Los responsable políticos de la muerte de Facundo Castro apuntan a lo más alto y esta vez, es el pueblo, el que tiene en sus manos el camino abierto para alcanzar la justicia. El enorme sacrificio de todos los chicos víctimas de esta versión moderna del terrorismo de Estado, no puede, ni quedará en vano.
Nunca más, es nunca más.
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