En la noche del pasado martes 25 de agosto las fuerzas policiales del gobernador de la provincia de Salta, Argentina, Gustavo Saenz y el ministro de seguridad “negacionista” Juan Manuel Pulleiro, tildado así desde hace un tiempo por organismos de derechos humanos, reprimieron brutalmente para desalojar a unas 800 familias del asentamiento San Calixto- Ampliación Parque La Vega, provocando más de 30 heridos (entre ellos niños y niñas).
Alrededor de 800 familias se encuentran asentadas en la zona sur de la ciudad de Salta desde marzo, esperando respuesta al déficit habitacional que vive la provincia donde más de 72.000 familias no cuentan con un techo propio. Que ahora el gobernador Sáenz (con un lazo sentimental y políticamente sanguíneo en las políticas macristas) apele a la represión no es más que la expresión del fracaso rotundo de su maniobra. Dicha maniobra tiene como complemento el anuncio de la entrega de 12.000 lotes, que nunca dejaron de ser más que tan solo eso “un anuncio” y un intento de desmovilización de los trabajadores sin ningún tipo de solución de fondo.
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