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georges almendras100x116Por Jean Georges Almendras-10 de noviembre de 2019

Evo Morales y Álvaro García Linera, renunciaron a la presidencia y vicepresidencia de la República Plurinacional de Bolivia luego de haber sido electos legítimamente el 22 de enero de 2006, hace 13 años. Este domingo 10 de noviembre abandonaron la casa presidencial a pedido de las Fuerzas Armadas del hermano país luego que Evo Morales anunciara el llamado a nuevas elecciones en función de la alta conflictividad reinante en Bolivia, que dejó un saldo de violencias sociales (que dejaron tres muertos y heridos), de confrontaciones virulentas entre bolivianos y por si fuera poco, de un motín de las fuerzas policiales a sus mandos naturales, en el marco de un duro reclamo que hizo la oposición para que Evo dejara el gobierno. Desatados todos estos conflictos sociales y desatados los apasionamientos partidarios fruto de las presiones ideológicas –de neto corte fascista y de una derecha al acecho- como resultado de unas elecciones nacionales que levantaron desde la oposición especialmente las sospechas de un fraude, progresivamente se fueron sucediendo una serie de hechos que desembocaron en un golpe de Estado cívico. Evo Morales, un histórico líder cocalero aymara debió de dejar su alta investidura y según sus propias palabras desde la región del Chapare “para que no sigan quemando casas, intimidando y amenazando a nuestras familias, por eso renunciamos”. En 13 años de gobierno ininterrumpido, Evo Morales y Álvaro Linera sembraron odios y amores, y en ese contexto las fisuras y las falencias de su administración, de hecho fueron capitalizadas por los sectores de la oposición, siendo sus principales exponentes el ex presidente Carlos Mesa (de centro derecha) de profesión periodista y Luis Fernando Camacho, de clara postura fascista.

¿Dónde y cómo se instrumenta este nuevo golpe a la democracia boliviana?¿Están los Estados Unidos (la CIA) involucrados, una vez más en este nuevo episodio de golpismo en Latinoamérica? ¿Qué internas dentro de la administración Morales contribuyeron o fueron determinantes para que se produjese este giro de tuerca en la vida política de Bolivia?

Sin perjuicio de que los intereses fascistas no están ausentes (como desafortunadamente no lo están en otras regiones de nuestra América Latina, que se desangra y se desangra) las complejidades se fueron sucediendo dentro del gobierno de Evo Morales. Los problemas sociales en Bolivia, y en particular los problemas relacionados con los cocaleros, fueron in crescendo. Y todo este panorama (vinculado a los cocaleros) que ya expusimos anteriormente en el artículo “Evo Morales y el peso de la coca” de Antimafia Dos Mil, de Erika Pais, http://www.antimafiadosmil.com/index.php/archivo-tematico/informacion-internacional/4660-evo-morales-y-el-peso-de-la-coca que publicamos el pasado 30 de setiembre de 2018, a propósito de la intervención de Evo Morales en la ONU (donde tuvo una voz anti imperialista ejemplar y que compartimos) no deberíamos ignorarlo ni ponerlo a un costado en estos días turbulentos en Bolivia. De ahí que es oportuno refrescarnos con las apreciaciones de nuestra redactora.

“¿Es Evo Morales un hombre valiente o es alguien que sabe perfectamente que no podrá ser tocado, diga lo que diga, acuse a quien acuse y haga lo que haga? La que sigue, en éste informe, no es una valoración moral o ética de una postura política y económica, ni es un intento de legitimar o deslegitimar un proceso social, sino que simplemente se busca arrojar luz sobre una realidad. Bolivia está ubicado en el tercer lugar mundial de productor de coca, luego de Colombia y Perú. Y su presidente Evo es aún hoy el líder vigente de los cocaleros de la zona del Chapare. Es quien podría bajar el dedo pulgar y detener en un segundo toda o casi toda la producción de coca del país. Esto lo convierte en un hombre intocable. Y eso, además, convierte a Bolivia en un Estado desde donde pueden salir las acusaciones, bien fundadas por cierto, hacia el gigante del norte y que tiene (y menos mal) la voz cantante y sin miedo alguno, de la denuncia desde los sitiales probos para hacerlas”

“En marzo del año pasado, impulsado por el oficialismo, fue promulgada la Ley 906, llamada Ley general de la coca, cuyo objeto sería: “Normar la revalorización, producción, circulación, transporte, comercialización, consumo, investigación, industrialización y promoción de la coca en su estado natural; establecer el marco institucional de regulación, control y fiscalización; y regular las tasas administrativas” “En pocas palabras, a la coca se le amplía el marco jurídico legal y lejos de luchar por disminuir los cultivos, más bien los multiplica y se reconocen 22.000 hectáreas cultivadas de coca frente a las 12.000 que regían desde el 1988. Una vez aprobada la ley las declaraciones de Evo lo dicen todo :“La hoja de coca se ha impuesto frente al imperio norteamericano, la coca ganó a Estados Unidos esta dura batalla porque Estados Unidos quiere cero de coca… queremos garantizar coca de por vida“

“Esta nueva ley, así como expande la producción de coca en la zona del Chapare, feudo político de Evo Morales y desde donde se catapultó a la vida política llevándolo a la presidencia, al mismo tiempo impone restricciones y la zona más afectada por estas restricciones serían los valles sub andinos de los Yungas. En su artículo 5, se explican algunos de los términos utilizados por la ley: Erradicación. Es el proceso de supresión completa y definitiva del cultivo de coca en la zona no autorizada, a cargo de las entidades competentes del Estado; Y es el artículo 6 el que nos dibuja un poco más claro el panorama: “La producción, circulación, transporte, comercialización, industrialización, investigación y promoción de la coca, quedan sujetas a regulación, control y fiscalización del Estado”

“Curiosamente es precisamente la coca que se cultiva en la zona del Chapare, la que se destina, en gran parte para la producción de cocaína y la que eludía todo tipo de controles legales y era considerada “excedente” o ilegal. Se contabiliza que menos del 10 % de la coca producida allí era destinada a fines legales. De hecho, es por allí que se han encontrado “cocinas” de coca y donde los campesinos eran perseguidos por la DEA. Con la Ley de Coca, se eliminan los impuestos, o sea que se fomenta la producción y es el Gobierno de Evo que controla (o protege) su comercio”.

“Mientras que la cultivada en la zona de los Yungas es destinada prácticamente en su mayoría para usos medicinales y consumo cultural y religioso. Con la nueva ley se amplía (o se legitima algo que ya estaba sucediendo) la zona pasible de ser cultivada en la zona de Chapare y se controla y erradica parte de los Yungas. Esto le costó a Evo (quien cuenta con cocales propios en la zona de Cochabamba también) duros enfrentamientos entre las dos facciones de los cocaleros. Gentes de los Yungas sostienen que el presidente no puede legislar siendo arte y parte, ya que Morales ha sido ratificado como dirigente sindical durante los últimos veinte años en Chapare, zona beneficiada por la ley. Donde además la inversión del gobierno en infraestructura es latente y clara, haciendo crecer la región y construyendo allí hasta un aeropuerto internacional…los fines de esto no son claros aún”.

“Estos enfrentamientos costaron la vida a más de un dirigente sindical durante represiones policiales por parte del Estado. Y también existen voces de dirigentes sindicales cocaleros que han denunciado que el tipo de hoja que se cosecha en la zona de influencia de Morales no es adecuada para el “pijcheo” (bambeo, forma de consumo habitual). Las matemáticas son exactas y estas indican que de las 22.000 hectáreas plantadas, aunque según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) a fines de 2017 se computaron en total unas 24.500 hectáreas, solo 14.000 se registran (aparentemente) como utilizadas para fines medicinales y legales. El resto…el resto imaginamos donde termina”

“Y mientras todo esto sucede, mientras algunos aplauden, otros piensan y otros investigan. Por ahora lo que nos queda claro es que Evo Morales, tiene el peso del poder sobre su dedo. El peso de la coca”.

evo morales golpe 2

A pocas horas de la salida de Evo Morales y de Álvaro García Linera del Palacio Quemado, de la Plaza Murillo de la ciudad de La Paz, inevitablemente nos vemos obligados a preguntarnos si toda esta interna de los cocaleros no tuvo mucho que ver con este desenlace. Pero hay más, porque en los últimos tiempos, desde tiendas de comunidades indígenas se hicieron públicas apreciaciones críticas a un Evo Morales admitiendo el acceso a la energía nuclear en territorio boliviano, involucrándolo además con los recientes incendios en la región del Amazonas, con la aprobación del decreto 3973 que habilitó un desmonte que provocó la quema de más de 2 millones de hectáreas. Los defensores de la tierra (de la Pachamama) señalaron que todas esas hectáreas serían aprovechadas para la extensión del monocultivo de soja y la industrialización de la hoja de coca.

A pocas horas de la salida de Evo Morales y de Álvaro García Linera del Palacio Quemado, de la Plaza Murillo de la ciudad de La Paz, inevitablemente también nos vemos obligados a denunciar el golpismo de los sectores derechizados de Bolivia que maquinaron para sacar del medio a un emblemático (y mediático) gobernante de los pueblos originarios.

A pocas horas de la salida de Evo Morales, resultó ser tan descarada la presencia fascista en la oposición, que uno de sus recalcitrantes exponentes: Luis Fernando Camacho (que se presenta a la sociedad boliviana como “cívico”) llegó al extremo de ingresar al Palacio Quemado (denominación de la antigua sede del gobierno) donde depositó en el suelo una bandera de Bolivia y una biblia.

¿Por qué no se aceptó la decisión de Evo Morales de llamar a elecciones nacionales, como forma de neutralizar las tensiones desatadas, precipitándose los hechos de pedido de renuncia y de tensos episodios, y de la renuncia misma del presidente en ejercicio? ¿Qué intrigas de Palacio estuvieron en juego, para llegar a este inesperado desenlace, a la vista de un pueblo enfrentado y a la vista del pueblo latinoamericano que quedó impactado y conmocionado por el alejamiento de Evo Morales de la presidencia de Bolivia?.¿Los mandantes del Norte están ahora festejando esta situación?

Todos los caminos llevaron a la caída de Evo Morales y ahora se ha abierto un camino regado de interrogantes: ¿Quién asumirá la presidencia? ¿Cuándo serán las elecciones? ¿Los mandos militares qué papel ejercen? ¿Qué harán los movimientos que respaldan a Evo Morales? ¿Cuál será el accionar de Evo Morales y de Álvaro García Linare, ambos instalados en la región de El Chapare?,

En horas de la noche del domingo, desde su cuenta Twitter , Evo Morales escribió para ratificar que su renuncia fue para que “Carlos Mesa y Camacho no sigan persiguiendo, secuestrando y maltratando a mis ministros, dirigentes sindicales y a sus familiares. Quiero que sepa el pueblo boliviano, no tengo por qué escapar, que prueben si estoy robando algo. Si dicen que no hemos trabajado, vean las miles de obras construidas gracias al crecimiento económico. Los humildes, los pobre que amamos la Patria vamos a continuar con esta lucha”

El día 22 de enero de 2006, al momento de ingresar al Palacio Quemado de la Plaza Murillo, en un acontecimiento sin par en Bolivia: por primera vez un indígena aymara asumía la primera magistratura del país, Evo Morales dijo: “Quiero decirles, para que sepa la prensa internacional, a los primero aymaras, quechuas que aprendieron a leer y escribir, les sacaron los ojos, cortaron las manos para que nunca más aprendan a leer y escribir. Hemos sido sometidos, ahora estamos buscando cómo resolver ese problema histórico, no con venganzas, no somos rencorosos. Y quiero decirles sobre todo a los hermanos indígenas de América concentrados acá en Bolivia: la campaña de 500 años de resistencia indígena-negro-popular no ha sido en vano; la campaña de resistencia indígena popular empezada en el año 1988, 1989 no ha sido en vano”

Los hechos históricos del ayer, cuando los “blancos ilustrados y racistas” cercenaban los caminos para que los indígenas lleguen alguna vez a gobernar Bolivia, se confrontan con los hechos históricos del hoy, cuando golpistas y fascistas (que desde el 2006 hasta el pasado 10 de noviembre, mal que les pese, vieron finalmente en el Palacio Quemado a un indígena) no cesaron en su lucha por recuperar posicionamiento y ganar otra vez terreno en los sitiales el poder en el hermano país. Y lo lograron.

Denunciamos el golpe en Bolivia, por el golpe mismo; denunciamos el quiebre del estado de Derecho en Bolivia, por el quiebre mismo del estado de Derecho; y denunciamos también la posibilidad de que los Estados Unidos hayan tomado parte, en la ruptura de la democracia boliviana en medio de una confrontación cargada de violencias. Las violencias que siempre genera el imperio del Norte. Y también denunciamos que la presencia del narcotráfico en el período de Evo Morales, no fue una faceta de la que él pueda enorgullecerse, porque en los últimos cuatro años el flujo de actividades de los narcos (desde Bolivia a Europa) se intensificó en Bolivia, seguramente con el concurso de complicidades en círculos de los más altos niveles de mando del país.

El pueblo boliviano, si se dan las elecciones nacionales (porque hasta el momento de escribirse estas líneas, hay un vacío de poder y no se ha fijado aún la fecha de acto eleccionario) tendrá la última palabra, para el retorno a la democracia.

Solo el pueblo boliviano tendrá la última palabra, aplicando el mayor discernimiento posible: un discernimiento ideológico profundo.

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*Fotos de: www.prensalibre.com 

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