Pin It
georges almendrasPactos, prisiones negociadas, omertá militar e impunidad.

Lo que dejaron las declaraciones del ex coronel retirado Gilberto Vázquez.

Por Jean Georges Almendras-7 de setiembre de 2020

La mayúscula crisis política desatada hoy en el Uruguay después de darse a conocer públicamente las actas de las declaraciones de militares represores de la dictadura uruguaya a los Tribunales de Honor de la FF.AA no es un asunto traído de los pelos, es la inevitable consecuencia de un inmoral entramado que hubo entre el poder político y el Ejército, en los tiempos de democracia. Como tampoco es traída de los pelos la masiva respuesta que a ésta situación se dio desde Madres de Familiares de Detenidos Desaparecidos en el Uruguay, otras organizaciones de DDHH, gremios estudiantiles, trabajadores y ciudadanos, el pasado viernes 3 de setiembre en la Plaza Libertad del centro de Montevideo, capital del Uruguay, donde fue unánime el grito de ¡¡basta de impunidad¡¡. La impunidad de la cual fueron cómplices –a diferentes modalidades- los cinco gobernantes de post dictadura cívico-militar: Julio María Sanguinetti (Partido Colorado), Luis Alberto Lacalle (Partido Nacional), Jorge Batlle (Partido Colorado), Tabaré Vázquez (Frente Amplio) y José “Pepe” Mujica (Frente Amplio).

El ocultamiento (frente a la Justicia) de una muy valiosa información en poder de los represores sobre violaciones de derechos humanos, que incluyen torturas, asesinatos y desapariciones forzadas, en el marco del Plan Cóndor, con la participación de militares de Uruguay y Argentina, en ambos países, hoy hace cimbrar los cimientos del gobierno de Luis Lacalle Pou. Repasemos: ya en el 2019 (en el gobierno frenteamplista de Tabaré Vázquez) se vivió una situación similar cuando salieron a flote las actas del coronel Gavazo, quien admitió haber arrojado (él personalmente) a las aguas de la laguna de Paso de los Toros, el cadáver del militante tupamaro Roberto Gomensoro Josman, en el año 1973. Y hoy, en pleno 2020, en un gobierno de coalición de derecha salen a flote las actas con las confesiones al Tribunal de Honor de otro militar: el coronel Gilberto Vázquez reivindicando las desapariciones del “segundo vuelo” (aprobadas por sus superiores), y lo que es peor, admitiendo su participación como represor (torturando y dando muerte a personas) y además, una serie de negociaciones respecto a su prisión, con sus mandos (y nada menos que con el consentimiento del Presidente de la República de turno: Tabaré Vázquez).

Haciendo foco sobre el particular hay que decir: corrían los meses de mayo y junio del año 2006 cuando el coronel Gilberto Vázquez, que estaba recluido (arresto administrativo) en una unidad militar de la Avenida Agraciada en Montevideo planificó su traslado al Hospital Militar desde donde se dio a la fuga, permaneciendo prófugo un par de días tras ponerse extensiones en sus cabellos, para simular ser una mujer. Una vez detenido, por haber cometido la deshonra de la fuga, fue sometido a un Tribunal de Honor, y en esa comparecencia (ante tres militares de alto rango) puso énfasis, entre otros temas relativos estrechamente a la represión, a las negociaciones que se hicieron entre sus superiores y el Presidente Vázquez, respecto a su prisión. Gilberto Vázquez dijo al Tribunal que su fuga (en el mes de junio) se debió a que el no estaba de acuerdo a ser extraditado a la Argentina (por delitos cometidos en el marco del Plan Cóndor) junto a los coroneles Jorge Silvera y Ernesto Rama. Dijo además, que en una reunión (de la que participaron los otros militares detenidos y jerarcas castrenses, en el mediodía del 24 de mayo) en la Unidad militar de la Avenida Agraciada, el Comandante en Jefe del Ejército Carlos Díaz le comunicó que se había llegado a un acuerdo en una reunión con el presidente Vázquez para cumplir prisión en el Uruguay (“sí o sí, para evitar la entrega” a los argentinos). Esta reunión con el Presidente no fue ni más ni menos que una burda negociación entre el gobernante izquierdista Tabaré Vázquez y los represores del Plan Cóndor, a través del comandante en Jefe del Ejército del momento : Carlos Díaz. Pero la reunión fue en realidad una cena de la cual participaron, además del Presidente y el comandante Díaz, los comandantes de la Armada y de la Fuerza Aérea, el Jefe de la Casa Militar y por si fuera poco el secretario de la Presidencia doctor Gonzalo Fernández. Se desprende entonces, tomando en cuenta los participantes, que el encuentro fue de carácter oficial, pero no fue hecho público. ¿De no haberse conocido (en el hoy) públicamente las actas con las confesiones de Gilberto Vázquez, la ciudadanía habría conocido algún día toda esa suerte de negociaciones y acuerdos entre militares y hombres del gobierno frenteamplista? No me parece. Rotundamente.

¿La casta militar represora –terrorista de Estado- estaba negociando (a espaldas de la Justicia Penal) con el poder político –con Tabaré Vázquez, el emblema del progresismo uruguayo, de la izquierda uruguaya- la prisión de militares responsables de crímenes horrendos de la dictadura? Sí. Rotundamente. ¿Una negociación para jopear a la Justicia argentina que los requería por la comisión de otros delitos graves? Sí. Rotundamente. ¿Una negociación en la que se acordó que Gilberto Vázquez se hiciese cargo de la muerte de Adalberto Soba, siendo que oportunamente la Jueza Aida Vera Barreto le había preguntado si aceptaba voluntariamente la extradición a la Argentina? Sí. Rotundamente.

Ironía brutal fue que mientras se llevaban a cabo las negociaciones entre militares y el presidente Vázquez –cena mediante, no olvidemos- y que días después Gilberto Vázquez y sus pares eran comunicados de esos acuerdos, en Montevideo se realizaba (como todos los 20 de mayo) la Marcha del Silencio, ajena absolutamente a todas esas componendas. Ironía brutal y que debería darle vergüenza al ex presidente Vázquez.

En este 2020 al difundirse desde el Ministerio de Defensa las confesiones de Gilberto Vázquez, coronel de Inteligencia que fuera condenado por 28 homicidios, la postura del gobierno de Luis Lacalle alimenta, o mejor dicho, quiere instalar que se trató de un gesto de transparencia. Pero en la vereda opuesta hay dudas sobre esa transparencia y más bien se interpreta el hecho como una operación de neto corte político, como lo dijimos en un artículo anterior. Más allá de que quizás ambas cosas formen parte del cimiento de este hecho, lo cierto es que Madres y Familiares, y la sociedad uruguaya tuvo que asumir intempestivamente que detrás del tema derechos humanos, desaparecidos y cuentas pendientes que tienen los militares con la Justicia hay un muy bien definido mar de fondo, al que se suma (y quizás no por casualidad) el tema del desafuero de Manini Ríos, que es de hecho un muy urticante tema de la agenda legislativa, ya que según lo que se resuelva podría tener o no toda una suerte de repercusiones: favoreciendo a unos y perjudicando a otros. Con el desafuero no logrado, los unos mantendrían intacta la coalición de gobierno (y seguramente la omertá de la casta militar se fortalecería) y los otros irremediablemente se verían afectados pero mantendrían intacta la lucha por la verdad, a sabiendas de que habrá que sacar muchos trapos sucios, aún.

Paso a paso estos hechos desnudan realidades que estaban en nuestras narices, pero no se querían ver. Y es “razonable” esa ceguera desde filas militares, o desde filas civiles encubridoras de los militares, pero no es nada razonable en tiendas de una izquierda, que mínimamente ya con todo esto, me atrevería a decir que tiene sus manos tintas de sangre, solo por los silencios (que son complicidades con el terrorismo de Estado), y que fueron y son muchos. Gobernantes blancos y colorados se arrodillaron para sostener la impunidad. Los gobernantes frenteamplistas fueron menos descarados (quizás ambiguos) pero en definitiva favorecieron a la impunidad, porque lisa y llanamente no hubo voluntad para agarrar el toro por las guampas, es decir confrontar militantemente a la casta militar.

que poderosos intereses 2

A propósito, viene a mi memoria el episodio en el que el presidente Tabaré Vázquez ordenó al comandante del Ejército Angel Bertolotti ubicar los restos de algunos desaparecidos, pero que no “quería nombres”, sino sencillamente dar vuelta la página y rápidamente. También viene a mi memoria la férrea postura militarista del hoy fallecido ( ex Ministro de Defensa) Eleuterio Fernández Huidobro ocultando información; tampoco puedo olvidar el súbito apartamiento de la Jueza Mariana Mota (en el gobierno de José Mujica) , que fue un punto a favor de la impunidad; tampoco puedo olvidarme que el ex presidente Mujica (que a nivel internacional se cuelga como un embanderado en defensa de los DDHH, entre otras “virtudes”) aportó a los jueces un claro mensaje, saludando y abrazando al general Miguel Dalmao que acababa de ser procesado. Y podríamos recordar muchas cosas más.

Resumiendo. Ignacio Errandonea, de Madres y Familiares, en la concentración de Plaza Libertad del viernes 3 de este mes afirmó al periodismo: “Los tribunales de honor muestran que los militares tienen la información. Es hora de que el poder político presione a los militares para que digan la verdad y de una vez por todas terminemos con este episodio que ha sido demasiado largo. Hace más de 40 años que estamos buscando a nuestros familiares y las Fuerzas Armadas siguen ocultando la información”.

Resumiendo. Jorge Zabalza, ex guerrillero del MLN se refirió al tema de las actas diciendo: “Mujica y Huidobro tienen muchísima responsabilidad en lo que pasó con las actas. Mujica y Huidobro facilitaron la impunidad en los últimos años. Después les explota en la cara cosas como las de ahora, como las de Gilberto Vázquez”.

Resumiendo. En un reciente editorial del semanario Brecha el periodista Samuel Blixen, dijo específicamente: ”A 35 años de recuperada la democracia, los saldos de la lucha contra la impunidad son extremadamente flacos, en especial si tenemos en cuenta que hemos avanzado en el conocimiento de cómo ocurrieron las cosas, pero no de quienes las cometieron”. “Las estructuras institucionales poco aportaron y bastante entorpecieron: el Parlamento con su ley de Caducidad, los Ministros de Defensa ocultando la información, e incluso el Poder Judicial, donde el esfuerzo de algunos jueces se estrellaba contra las decisiones de la Suprema Corte de Justicia. La excepción a la regla es la gestión de la Fiscalía especializada en delitos de Lesa Humanidad”. “Hay un concepto para resumir esta situación omertá, el pacto de silencio militar que funcionó y sigue funcionando porque no hay voluntad política para desmantelarlo”.

Resumiendo. No era ni traído de los pelos. Ni mucho menos una blasfemia. Ni mucho menos una expresión sin fundamento, cuando desde filas de la Antimafia Dos Mil y del Movimiento de Jóvenes Our Voice, desfilábamos los días 20 de mayo en la Marcha del Silencio y en otras movilizaciones con una visible pancarta: “Los responsables de la impunidad. Silencian la verdad” (que generó críticas y rasgaduras de vestiduras, hasta que un buen día nos la robaron de una camioneta en la que se encontraba) señalando a los responsables de la impunidad: Sanguinetti, Batlle, Lacalle, Vázquez y Mujica.

¿Con todo lo que sucede ahora, alguien todavía lo dudaría?

--------------------------

*Artículo relacionado de Antimafia Dos Mil: Coronel Gilberto Vázquez, la explosiva pieza del rompecabezas que faltaba.

*Foto de Portada y foto 2: www.elmuertoquehabla.blogspot.com

 

REDACTORES

anna.jpgbgeorges.jpgbgiorgio.jpgbjuan.jpgblorenzo1.jpg
Copyright (c) 2009. Antimafia Dos Mil Argentina