Reunión virtual coordinada por el Comando Sur de EEUU dirigida a varios países.Un aparente fin solidario, en realidad encubre intenciones estratégicas e imperalistas.
Por Antonella Mateu Bóveda desde Paraguay - 03 de Septiembre de 2020
A través de una videoconferencia llevada a cabo el pasado día jueves 27 de agosto se reunió el Comando Sur de EEUU (Southcom) con militares de Latinoamérica a fin de examinar el impacto del coronavirus en la región. Específicamente, fueron invitados jefes de Defensa de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Paraguay, Surinam y Uruguay. Además, la reunión virtual contó con representantes de Canadá, Guayana Francesa, España y Reino Unido. Del encuentro no se tiene grabaciones ni tampoco evidencias que garanticen el fin del evento.
¿Una mano solidaria?
El Comando Sur tuvo presente la ayuda que han brindado desde el mes de marzo a sus aliados en Sudamérica, Centroamérica y el Caribe. Por consiguiente, el Programa de Asistencia Humanitaria de Comando Sur ha proporcionado la adquisición y donación de insumos necesarios para hacer frente a la lucha contra el coronavirus.
Según el almirante Craig Faller, comandante del Comando Sur y responsable de las Fuerzas Armadas de EEUU en Latinoamérica y el Caribe, “la ayuda se ha ampliado con donaciones que totalizan alrededor de 17 millones de dólares repartidos en 300 proyectos”. La semana anterior se habían entregado tres hospitales de campaña a Costa Rica.
¿Cuál es el precio de esta supuesta solidaridad?
En el año 2018 la Dra. Sonia Winner (investigadora del Conicet y autora del libro Doctrina de la Inseguridad Mundial “Paraguay como laboratorio de Estados Unidos en la región”), declaró en el programa radial Frecuencia Joven de Rosario -Argentina- que la estrategia de la USAID (La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, organismo que trabaja en estrecha relación con el departamento de estado y sus dependencias) “es financiar a sectores civiles con ayuda comunitaria en temas como la lucha contra la corrupción, el medio ambiente, la transparencia judicial o la pobreza, entre otros, financiamiento que encubre sus verdaderos objetivos, los cuales son: a) identificar a sectores potencialmente insurgentes o que cuestionen los intereses de las agencias imperiales, campesinos o mujeres en muchos casos, y operar sobre ellos. b) Hacer tareas de espionaje estratégico de todo tipo, incluso sobre los bienes naturales del país, o sobre conocimientos ancestrales de los pueblos originarios, conocimientos que después las empresas de Estados Unidos puedan patentar, es decir robar, al igual que los bienes naturales y junto a cualquier información que consideren importante para su estrategia de seguridad. c) Reforzar o construir la oposición política, lo cual significa financiar a sectores opositores y afines a Estados Unidos. Es una injerencia directa en el plano político electoral. d) Formar una red de profesionales, de científicos expertos y de líderes en distintos sectores de la población que promuevan la mirada de Estados Unidos en la sociedad intervenida”.
No existe mucha información sobre estas reuniones que dicen ser benéficas ya que no hay ningún seguimiento por parte de los medios de prensa, esto nos lleva a preguntarnos ¿cuál es el motivo de tan poca cobertura sobre estos acontecimientos supuestamente importantes para cada país?
Otro tema debatido fue la lucha contra el narcotráfico para intercambiar ideas y experiencias para contrarrestar este mal a través de operaciones policiales.
Ahora bien ¿tuvo algún efecto positivo durante todos estos años? ¿O solo han quedado en meros discursos a fin de quedar bien con la sociedad? Puesto que no hemos visto avances significativos, por el contrario, sí se percibe una descarada protección entre grandes mafiosos, utilizando incluso instituciones del Estado para seguir encubriendo crímenes y continuar en la impunidad.
------------------
Foto de portada: www.efe.com