El día 16, sobre narcotráfico y política, en el Paraguay, América Latina y el mundo
Evento virtual, organizado por el Movimiento Our Voice y Antimafia Dos Mil
Por Jean Georges Almendras-12 de octubre de 2020
Manos criminales, empuñando armas de fuego, acabaron con la vida del periodista paraguayo Pablo Medina: esto ocurrió en las primeras horas de la tarde del día 16 de octubre de 2014, en un apartado camino rural de la zona conocida como Villa Igatimí, a no más de 5O kilómetros de la ciudad de Curuguaty, en el departamento de Canindeyú. Las fauces del narcotráfico se abrieron y devoraron sin consideración a nuestro colega (y además colaborador de Antimafia Dos Mil y Antimafia Duemila) y a su asistente Antonia Almada. Pablo tenía 53 años (hoy tendría 59) y Antonia tenía 19 años (hoy tendría 25). A seis años de este atentado a la libertad de prensa, que fue uno más en el Paraguay, después del advenimiento de la democracia tras la caída del dictador Alfredo Strosner, el mejor homenaje que podemos hacer a Medina y a Almada, y a todos los periodistas que fueron asesinados en el Paraguay en años democráticos, es materializando –en plena pandemia- el Primer Foro Internacional con el nombre Pablo Medina, y que en su edición inicial será virtual y tratará sobre la narcopolítica en toda su dimensión. Porque la realidad en Latinoamérica, en materia de narcotráfico, nos lleva de la mano, obligatoriamente, a crear conciencia a nivel de la sociedad humana que la incidencia de las personalidades políticas y del poder, en el mundo narco, es literalmente brutal y de una gravedad indiscutible e indescriptible. Una incidencia que se apoya y se desarrolla de la mano de la impunidad: la impunidad como herramienta casi sacrosanta para delinquir en los más altos niveles del poder, dentro de una sociedad democrática, que equivocadamente cree que las instituciones están exentas de corrupciones y de turbiedades, de neto corte criminal, con el saldo de víctimas y de deterioros de diversa índole.
El Primer Foro Internacional Pablo Medina, que es organizado por el Movimiento Internacional de Jóvenes Our Voice -que lucha contra la mafia a través del arte- y por las redacciones de Antimafia Dos Mil de América Latina e Italia, contará con expositores especializados en crimen organizado y en narcotráfico, de diferentes áreas; también con referentes de la lucha contra la mafia mundial, siendo uno de sus más importantes ponentes desde Italia, el periodista Giorgio Bongiovanni, fundador y director del sitio italiano www.antimafiaduemila.com , especializado en crónica judicial y considerado como uno de los más visitados en su género, participando además los líderes y referentes del Movimiento Our Voice: la actriz y activista italiana Sonia Bongiovanni, su fundadora, y el periodista argentino Matías Guffantti, en su calidad de coordinador del Movimiento, a nivel de América Latina.
Este evento permitirá conocer, a través de variadas personalidades de la lucha antimafiosa, las diferentes realidades en cuanto a la grave presencia del narcotráfico en el mundo de la política, de la economía y de la justicia, de países como Argentina, Colombia, Chile, México, Paraguay, Uruguay e Italia.
Periodistas, juristas y referentes de la antimafia mundial, en una extensa trasmisión online, brindarán sólida información sobre los alcances de la narcopolítica en el Paraguay y en la región, al tiempo que sentarán las bases para que se fortalezca una labor de lucha integral, frente a la integral penetración de un sistema criminal, en las sociedades del continente americano, que con absoluta impunidad erosiona las democracias de los pueblos, básicamente corrompiendo a funcionarios públicos al más alto nivel. Socavando además al sistema político, a las fuerzas de seguridad y a funcionarios de los gobiernos en los cuales el narcotráfico se encuentra instalado, operando no solo con los narcos locales, sino además con poderosos personajes de la mafia italiana, como es el caso de la organización de Regio Calabria, conocida como ´Ndrangheta, cuyo protagonismo hoy por hoy en el tráfico de cocaína desde América del Sur a Europa, es realmente alarmante.
Verdaderamente son múltiples los daños que ocasiona el narcotráfico, cuando abraza al sistema político en los países donde instalan sus bases operativas, con la logística adecuada, obviamente con montos de dinero equivalentes a varios PBI juntos, que además, estarían destinados –dramáticamente- al financiamiento de campañas electorales de determinados partidos políticos que les ceden espacio bajo parámetros que hacen más al crimen, que a una vida política transparente y ajustada a los valores éticos, de un país verdaderamente democrático, o que se precia de serlo, cuando en realidad, subterráneamente padece del cáncer llamado: mafia, o narcopolítica.
El mundo narco está literalmente sumergido en las entrañas mismas de los sistemas de poder; o al menos entre ambos viven un connubio estremecedor, que deja consecuencias nefastas, no solo en las economías de una nación, sino además en la vida democrática: subyugando a funcionarios públicos o atentando burda e impunemente a la libertad de prensa, especialmente cuando el periodismo hace denuncias públicas (revelando a los involucrados en la narcopolítica) como las que hicieron en el Paraguay casi una veintena de periodistas, entre ellos nuestro colega y compañero de tareas Pablo Medina, quien pagó con su vida haber optado por el camino de desenmascarar a las mafias y a los políticos que en su tierra servían más al crimen que a la Ley, en sus publicaciones para el diario ABC Color. Sus asesinos fueron sicarios, pero los ideólogos seguramente son personalidades del mundo de la política que actúan y ordenan desde las sombras. Y la nuestra no es una apreciación caprichosa. Es una apreciación que se sustenta en las evidencias y en los hechos criminales que nos superan. En los entramados y en las telarañas del poder político paraguayo, hasta el hartazgo conocido como un poder cooptado por la corrupción. En el caso Pablo Medina, el ideólogo de su crimen y el de la joven Almada, era al momento del hecho, nada menos que el Intendente en actividad de la ciudad de Ypejhú por el Partido Colorado, Wilson “Neneco” Acosta, hoy encerrado en la cárcel de Tacumbú de Asunción, condenado a muchos años de prisión, como autor intelectual del doble homicidio. Quienes apretaron los gatillos de las armas asesinas están detenidos después de largos meses de impunidad, aguardándose los procesos respectivos.
Entonces, son muchas las razones por las cuales se hacía necesaria la realización de un Foro Internacional de esta naturaleza. Una oportunidad que seguramente será el punto de partida para fortalecer en la región, no solo la cultura de la legalidad, sino la conciencia de que el narcotráfico internacional (y la narcopolítica) no son expresiones mafiosas aisladas o la expresión de un romanticismo criminal como se puede llegar a interpretar cuando seriales de televisión o filmes tratan sobre criminales como Pablo Escobar, Los Sopranos o El Padrino, entre otros.
La participación en el Primer Foro Internacional Pablo Medina de Paraguay, de ponentes serios, solventes y consustanciados con los temas de la criminalidad organizada o del periodismo libre de América Latina y allende el Atlántico, y de los integrantes del Movimiento de Jóvenes Our Voice, dan cuenta de que el evento tendrá un alto nivel de convocatoria y se constituye como un pionero en la lucha contra un Sistema Criminal Integrado, que está atenazando , no solo a hombres y mujeres de gobierno , operadores de justicia, políticos , integrantes de fuerzas de seguridad, periodistas, jóvenes y ciudadanos del mundo, sino además a quienes bregan por defender las democracias honestas, como los funcionarios públicos, los jueces, los fiscales, los aduaneros, los políticos y los parlamentarios, que practican la honestidad y la transparencia en su función cotidiana.
Que a juzgar por los hechos que nos ocupan, no parecerían ser la mayoría ideal y necesaria para contrarrestar a quienes se dejan encandilar por las mieles de la criminalidad.
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*Afiche de Portada: Our Voice
*Foto 2: www.eurasiahoy.com /Pablo Medina