UN TEMA PARA LA POLÉMICA: ¿SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO?
SOBRE UN ANTEPROYECTO
Fecha Publicación: Sábado, 21 de Mayo de 2011
Dr. León Horacio Gutnisky
La Asociación en Defensa de la Soberanía Argentina, presentó un anteproyecto de ley, que propone la instauración del servicio militar obligatorio, con el propósito, según manifiestan, de que tenga un carácter técnico, educativo y no armamentista. La lectura de lo publicado nos lleva a confusión porque si se trata de un servicio militar, debe ser para poder preparar, a todo ciudadano argentino, a cumplir con lo dispuesto por el artículo 21 de la Constitución Nacional: “Todo ciudadano argentino está obligado a armarse en defensa de la patria y de esta Constitución”, y si se trata de impartir enseñanza técnica y educación, debemos llamarla de otra forma.
Según manifiestan los que propician este anteproyecto de ley, el mismo tiene la finalidad de contribuir a la defensa de la patria, con una duración de dos años.
Para defender a la patria, hay que recurrir a los preceptos del artículo 21 de la Constitución Nacional, es decir, prepararse para que llegado el momento pueda “armarse”, porque sin una instrucción militar previa no es posible armarse en defensa de nuestra soberanía y de la Constitución.
Hay que tener en cuenta que las fuerzas armadas no son un reformatorio, ni es su misión preparar técnicos, ni educar a los ciudadanos, sino como su nombre lo indica son instituciones militares.
No hay que tener reparos en hablar de un “servicio militar”, eso no significa volver a repetir los errores y horrores, del caso Carrasco, sino que un servicio militar, que destierre el estigma de “colimba” (corre, limpia y barre) sin perjuicio de lo que se enseñaba a los analfabetos y la asistencia médica que se les brindaba.
Yo hice el servicio militar en 1954, a los 20 años, y ya recibido de abogado. Como soldado raso, estuve 14 meses bajo bandera como se decía, y no se tuvo en cuenta mi capacitación adquirida en la Universidad de La Plata, ni tampoco se me enseñó a tirar un solo tiro, pese a que en mi Libreta de Enrolamiento figura que tenía cumplidas las prácticas de ti-ro.
Es decir, me enseñaron a armarme para defender a la patria, ni se aprovecharon mis estudios, aunque más no sea para escribir a máquina. En definitiva 14 meses perdidos.
Lo ocurrido durante 1954 y parte de 1955, creo que me convierte en un conocedor del tema.
Dejemos que las escuelas se ocupen de preparar a nuestra juventud, pero démosle una buena educación ya sea general o técnica, que para eso pagamos nuestros impuestos y dejemos a las fuerzas armadas que se ocupen de lo que ellos sa-ben: preparar a la juventud a armarse para defender a nuestra Nación.
Si lo que se busca es enfrentar el problema de los “ni,ni”, es decir, los que “ni trabajan ni estudian”, lo que es loable, hay que enfilar por otro camino y llamar a las cosas por su nombre, y no mezclar una cosa con otra.
Una propuesta de servicio militar
No tengo reparos en analizar un verdadero servicio militar, pero para ello debe eliminarse el famoso sorteo y de enero a junio, se debe incorporar en forma efectiva a los primeros 500 números, asignando a cada fuerza un número determinado de ciudadanos, es decir, la mitad de la clase, durante los primeros seis meses, y del 501 en adelante en el segundo semestre, pero nada de corre, limpia y barre. Se debe enseñar a armarse para defender a la patria, ante una eventualidad que espero nunca sea necesaria.
No podemos seguir dependiendo únicamente de los voluntarios que se incorporan buscando una fuente laboral. Todo argentino debe, sin excepciones, “armarse para defender a la patria y la Constitución Nacional” (art. 21 CN) para ello, debe tener una instrucción militar adecuada.
Lógicamente aquellos ciudadanos que no tengan aptitud física serán convocados y luego de la revisión médica pertinente, serán o no incorporados.
Al hacer esta propuesta, que no puede ser una decisión provincial, no me considero un militarista sino un fiel intérprete de la Constitución Nacional.
Lo que sí podemos hacer en el ámbito provincial, es intensificar nuestros esfuerzos para mejorar la educación pública y preparar con un buen sistema educativo a nuestra gente para enfrentar con éxito los tiempos por venir, y tanto los maestros como los profesores y el Gobierno provincial, tienen una gran responsabilidad. No todo empieza ni termina con la cuestión salarial que es tan importante como impartir y posibilitar una buena enseñanza, con maestros y profesores remunerados adecuadamente y que asuman la responsabilidad que se les da al entregarles niños, jóvenes y adultos para que los eduquen.
http://www.el-litoral.com.ar/leer_noticia.asp?IdNoticia=163274