Toneladas de cocaína pasan por Argentina, pero la Ministra Patricia Bullrich lo niega
Por Jean Georges Almendras-27 de marzo de 2019
“Nosotros hoy estamos trabajando en conjunto. Hemos abierto una oficina de la guarda de finanzas aquí en la Gendarmería Nacional, en Argentina, y estamos trabajando también con la policía italiana y hemos descubierto una serie de casos que se están trabajando en conjunto, respecto a cuáles pueden ser los caminos de la droga. Por suerte, Argentina, en los últimos tres años, no ha tenido ningún caso de descubrimiento de droga llegada desde puertos argentinos a Europa, así que en ese sentido estamos contentos. Pero creemos que el trabajo tiene que ser mutuo y permanente. Nosotros trabajamos mucho con Italia, mucho con España, con Portugal, con Francia, con Inglaterra, y también con la Unión Europea. En general tenemos un programa en común, y estamos todos trabajando para que esas alianzas mafiosas no se consoliden. Y no las vamos a dejar entrar en la Argentina”
¿Y cuál fue nuestra pregunta que arrancó esta respuesta a la Ministra de Seguridad del gobierno de Mauricio Macri, Patricia Bullrich? Una respuesta que entendemos (porque nuestras fuentes judiciales y fiscales son sólidas ) no se ajusta a la realidad: porque sabemos (y nos sumamos al famoso “Yo sé” emblemático de Pier Paolo Passolini) que desde hace algunos años toneladas de cocaína ingresan a la Argentina, en tránsito para puertos europeos, en el marco de operativos mafiosos fruto de muy fuertes alianzas entre elementos fuertes y poderosos (de la cúpula) de la N’Drangheta y mafiosos argentinos, y obviamente personajes (igualmente poderosos) e influyentes del gobierno argentino, obviamente en acción de complicidad (por los niveles de corrupción existentes) con la mafia italiana.
Y fue precisamente sobre este panorama que le hicimos la pregunta a la Ministra Bullrich, en el salón de actos del Congreso de la calle Rivadavia, de la ciudad de Buenos Aires, en ocasión de realizarse allí (por el término de tres días: 26,27 y 28 de marzo) el Seminario Antimafia Italo-Argentino en el que participan invitados especiales de Italia, estando entre ellos el Procurador Suplente Nacional Antimafia y Antiterrorismo, Dr. Antonino Di Matteo (cuya intervención está en nota aparte).
La respuesta de la Ministra, dentro del negacionismo (más flagrante), fue la punta del iceberg de una realidad argentina (que obviamente, como periodistas de una Antimafia seria y muy bien definida) nos preocupa, por sobre manera. Porque fue una respuesta que visibilizó que desde las filas del Estado argentino, no parecen estar muy claras las reglas del juego, en materia de frontalidad en la lucha contra el crimen organizado, siendo que el Seminario que nos ocupa nos permitiría interpretarlo como una herramienta muy útil para la Antimafia regional y mundial. ¿Pero ocurrirá realmente esto? ¿O no será que este Seminario en definitiva será solamente un elegante y diplomático (y hasta hipócrita) evento más, de los muchos que hay en la materia, empeñado en fortalecer nada más que fachada de un Estado, sin importar mucho la profundidad de un tema mundial y de extrema preocupación?
Pero a las claras, advertimos -desafortunadamente- que las palabras siguen siendo nada más que palabras y no hechos. Una Ministra de Seguridad que firmemente niega la presencia de la N’Drangheta y no alude a medidas precisas de su gobierno para esa realidad de tráfico de toneladas de cocaína y de alianzas entre mafias, es porque el panorama de corrupción parecer ser un mar de fondo que inevitablemente se encuentra muy presente (y muy protegido por el entramado de corrupción existente en filas mismas del Estado). ¿Por qué? Porque el crimen organizado (por ejemplo, la organización mafiosa N’Drangheta) opera siempre con la luz verde dada por lo poderosos elementos del gobierno que forman parte de las operaciones de transporte de la cocaína por el mundo. Y Argentina no es (ni iba a ser) la excepción.
Pero la Ministra Bullrich, no solo lo niega sino que además anuncia algo que ya no podrá ser. Anuncia que no se dejarán pasar esas alianzas mafiosas. Pero esas alianzas mafiosas (admítalo sra Ministra) ya pasaron. ¿Por qué Bullrich lo niega?
La previa a la firme (y polémica) respuesta de la Ministra Bullrich (a nuestra muy convincente pregunta, porque no fue una interrogante al azar o sin sentido) fue la realización del primer debate-taller del Seminario. Un debate en el que participaron el Procurador Nacional de Antimafia y Terrorismo Dr. Federico Cafiero de Raho (quien oportunamente, al momento de su ponencia, habló sobre los orígenes, las bondades, la estructura, la metodología y los logros de la Dirección Nacional Antimafia, entre otros temas); y el Senador Dr. Pier Ferdinando Casini, siendo el moderador el Dr. Patricio Di Giorgi Director del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad de Belgrano.
El debate tuvo diferentes puntos de interés y en esa lína debemos señalar que mientras que el Dr. Cafiero de Raho hizo una brillante exposición sobre los parámetros que rigieron el origen y la definición del delito de Asociación Mafiosa, subrayando que los controles en la política son importantes, lo mismo que a nivel a de la economía y los bancos; y que la legislación (para combatir a los organizaciones criminales) no es suficiente, el senador Casini destacó el valor del Seminario por la importancia del diálogo inter institucional, señalando que la relación mafia y política es un eterno duelo entre el bien y el mal, y que hoy los mafiosos no tienen el proto tipo rural. Pero también, en el curso de un profundo análisis que hizo sobre la mafia italiana, dijo que la N’Drangheta no solo opera en Italia, sino que se ha extendido por todo el mundo.
La Ministra de Seguridad de la República Argentina Patricia Bullrich, en su ponencia dentro del debate-taller, hablo de la meta de su gobierno en cambiar la cabeza de los operadores de las fuerzas de seguridad y de otros ámbitos para combatir las mafias, haciendo además una relación de logros de su administración en ese sentido. Y esa oratoria puso especial énfasis en señalar la necesidad de ganar territorio al narcotráfico para impedir que la población tome como referentes o modelos a los narcotraficantes, como ocurría en Colombia con Pablo Escobar. Así mismo anunció que en decomisos a narcos se incautaron en Argentina bienes y droga valorados en mil millones de dólares. Por último, y luego de reseñar el mejoramiento de recursos para la lucha contra las mafias dijo que su mayor interés, en ese contexto, fue revalorizar a las fuerzas de seguridad, específicamente a la Gendarmería Nacional.
Queremos recordar al lector, acorde con otros materiales que hemos escrito desde este mismo sitio ( y con nuestra firma bien delineada) que la gestión de la Ministra Bullrich ha sido (y sigue siendo) duramente cuestionada (a nivel nacional e internacional) por la sucesión de una seria de hechos acaecidos en el territorio argentino. Nos referimos a casos como la persecución a los pueblos originarios y a los inmigrantes senegaleses; el tristemente y famoso caso de desaparición forzada seguida de muerte de Santiago Maldonado (en el curso de una represión en la provincia de Chubut en agosto del 2017); el caso del joven mapuche Rafael Nahuel, muerto en Bariloche en una represión de la Prefectura; y el impulso que ella misma y el presidente Macri dieron a la llamada doctrina Chocobar, consistente en avalar y fomentar (aún en discrepancia con el marco legal existente en la Argentina) el abuso policial y el gatillo fácil en procedimientos de las fuerzas de seguridad; sin contar con la constante política impartida desde la Casa Rosada (Casa de Gobierno) de reprimir las protestas sociales y de avasallar el libre trabajo de los reporteros gráficos en esas circunstancias, y del periodismo en general.
Hecha esta salvedad, a propósito de la Ministra Bullrich. no puedo dejar pasar una situación que la vincula estrechamente con ella, que fue una de las ponencias del segundo debate-taller de la jornada, en el que participaron dos invitados italianos y la Licenciada Laura Alonso de la Oficina Anticorrupción del Gobierno argentino, el Dr. Federico Cafiero de Raho y el Senador Dr. Pietro Grasso, siendo el moderador el Dr.Luis Curaso
La ponencia a la que nos referimos: ponencia que en cierto sentido (lamentablemente) desarticuló (y empañó) la esencia y el sentido mismo del Seminario, fue la que hiciera la titular de la Oficina Anticorrupción, Licenciada Laura Alonso.
Pero como preámbulo a su extensa exposición, tanto el Dr. Cafiero de Raho como el Senador Grasso, aportaron valiosas puntualizaciones sobre el concepto de corrupción.
“La corrupción es un problema nacional de muchos países y es la misma mafia la que crea la corrupción. La corrupción es el instrumento por el cual las mafias entran en el sistema de los contratos. Por ejemplo, las organizaciones mafiosas son las que operan con obras de proyección internacional. Las mafias se infiltran en los entes públicos” dijo Cafiero de Raho agregando que urge crear formas para permitir que las personas denuncien.
Por su parte Grasso fue directo en señalar que las leyes las hacen los políticos, y que las leyes que hay en Italia, en su gran mayoría fueron hechas después de situaciones de emergencia, destacando que fueron necesaria muchas muertes, como las de Pio La Torre, el Gral Dalla Chiessa, los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borselllino, y tantos más para aprobar leyes. También afirmó que la corrupción es un delito sin testigos, sin víctimas y sin denunciantes; y que la corrupción mina la economía y que no és nada fácil la tarea de hallar pruebas para los casos de corrupción; y que está la corrupción que es sistémica.
Laura Alonso, Directora de la Oficina Anticorrupción de la Administración Macri, tomó la palabra y con ella sembró en la audiencia nada menos que las semillas de una descarada campaña electoral, desafortunadamente. Fue una constante suya intercalar en sus diferentes apreciaciones, directas críticas al gobierno anterior y directas loas al gobierno de hoy. Facetas de una ponencia que de hecho, y era visible advertir, habría generado cierto malestar entre los invitados que integran la delegación italiana. Ninguno de ellos lo expresó directamente, pero se pudo sentir, digamos, que la disconformidad o al menos cierto grado incomodidad. Pero la situación no pasó a mayores.
No obstante, lo más disonante de la intervención de Laura Alonso sobrevino al final, cuando el director de Antimafia Duemila Giorgio Bongiovanni (acusando recibo del anuncio del moderador de dar participación a la platea para hacer preguntas) formulo la suya, educadamente.
¿Cuándo hay organizaciones criminales que tienen la capacidad de corromper, ofreciendo 200 y hasta 300 millones de dólares a funcionarios en los países sudamericanos, su gobierno qué medida está tomando para aniquilar la mafia italiana que tiene células en Argentina involucradas con el narcotráfico mundial? ¿Qué medidas está haciendo el gobierno, el Ministerio del Interior, para aniquilar el gran tráfico de cocaína entre la mafia italiana y los narcos argentinos ?
La respuesta de la Licenciada Alonso puso más en evidencia, que durante aquella jornada de seminario, predominó más una burda campaña política que una respuesta concreta a una pregunta concreta.
Primero aclaró que esa era una interrogante para la Ministra Bullrich y cuando Bongiovanni insistió que era un tema de corrupción literalmente, y que era su tema exclusivamente, la Licenciada dijo: “La Ministra de Seguridad, que es probablemente la mejor Ministra de Seguridad que ha tenido este país, se ha encargado personalmente en el caso de puertas de seguridad, de establecer políticas de anticorrupción propias dentro de su ministerio para controlar desde el primer policía federal hasta el último gendarme en la Argentina. Respecto a las políticas anticorrupción sobran nuestros funcionarios públicos en el más alto nivel, y el mando medio. Nosotros controlamos permanentemente la declaración de activos y los intereses de los funcionarios públicos. Se han intensificado los controles en el organismo, como Aduanas, inspectores, puestos claves en la zona de puertos, aeropuertos y demás. Por supuesto que siempre hay fallas, sabemos que los riesgos existen y lo que se trata es de concentrar el control. Las drogas se secuestran, se destruyen y se enjuicia a inspectores e incluso a políticos. Hay intendentes que están presos. Eso en la Argentina no pasaba, antes de diciembre del 2015. El Ministerio de Seguridad tiene una política de control de cada policía, de cada gendarme, cuando se declaro la emergencia en seguridad en este país, porque esto era un colador, porque se instalaban los narcos, los lavadores…”
La respuesta de la Licenciada Alonso (que en realidad no fue una respuesta) se extendió por varios minutos y no escatimó ni elogios, ni calificativos positivos sobre medidas y resoluciones del gobierno al que representa.
Su respuesta, prácticamente fue otra ponencia. Una ponencia en la que no permitió a nuestro director una reformulación de la pregunta ni más comentarios. Fue una oratoria en la que además fue enumerando medidas preventivas para el tráfico de drogas al menudeo (como la compra scarnner, por dar un ejemplo) para revisar las valijas de los pasajeros, etc. ¿Acaso la Licenciada no sabe que las mafias transportan toneladas de cocaína en buques y con la complicidad de múltiples operadores de instituciones del gobierno, obviamente corrompidos a grado máximo ?¿ No lo sabe?
Quedó (y queda claro) que no lo sabe o prefiere no saberlo. Y quedó claro (y nos queda muy claro) que su intervención (estamos hablando de la Licenciada Laura Alonso) no fue más que una firme pata para la propaganda política del gobierno actual, que puede ser válida, pero no me parece que haya sido acertada hacerla en un evento Antimafioso internacional, porque en realidad lo único que se logra es incomodar a los invitados y minimizar un problema de grandes proporciones, y de raíces muy fuertes, en Italia y en la región.
Dos desplantes igualmente se visibilizaron: a las personalidades italianas invitadas y al periodismo libre.
Bueno, pero no deberíamos sentirnos mal, porque finalmente, las incoherencias y ciertos desatinos ya son moneda corriente en este gobierno. Solo que esta vez se nos hace que se les fue de las manos el apasionamiento político, que en realidad lo que hizo fue menoscabar (y desvirtuar) la lucha contra la mafia.
Presumo que a alguien se le olvidó que se trataba de un Seminario Antimafia.
Y verdaderamente, prefiero quedarme con esa presunción, y no pensar en algo peor.
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*Fotos de Antimafia Dos Mil
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