Plan nuclear Argentino llega a Bolivia, a la ciudad sagrada de los pueblos del altiplano.
Entrevista de Agustín Saiz del Movimiento Antinuclear Rep. Arg. (MARA)- enero de 2019
Existe lo subliminal, que es aquello que está en el límite de lo perceptible y también lo supra minal, que es aquello de lo cual formamos parte sin que lo sepamos. Al integrar el MARA (Mov. Antinuclear Rep. Argentina) desde Zarate nos propusimos denunciar a nuestra ciudad, como promotora del plan nuclear nacional, para responsabilizarla y mostrar el alcance del impacto a miles de kilómetros de distancia que tiene este proyecto (Rio Negro, Chubut, Mendoza, La Rioja, Córdoba, Formosa). De este modo, queríamos movilizar todo Bs. As., imitando a Rio Negro que consiguió una ley provincial antinuclear y así ponerle un punto final al tema. Un reactor no funciona con dos botones, uno rojo y otro verde, como mucha gente así lo cree. Sino que consume uranio y para ello hay que volar una montaña (luego hay que transportarlo por miles de kilómetros, elaborarlo, volver a trasportarlo miles de kilómetros) para más adelante desechar el producto de la fisión, como basura en algún cementerio nuclear de por vida (lugar pendiente a definir por los grandes "cráneos" de la CNEA". Hemos hablado con muchos ciudadanos nuestros e incluso con algunos operarios de Atucha (y no exageramos) que se asombraban al conocer lo contaminante y peligroso que es la minería de uranio. Simplemente no lo sabían, por lo que intentamos explicarles uno por uno, la responsabilidad que tenemos todos nosotros, al permitirnos vivir con un proyecto nuclear, que habilita además a los proyectos uraníferos del resto de las provincias (en Chubut, Mendoza, La Rioja) y que moviliza a tantas localidades por su propia supervivencia.
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