Miles de niños de la República Democrática del Congo estarían desapareciendo a medida que la crisis de desplazamiento en el país empeora.
04 de julio de 2018
Augustine no ha visto a su hija de seis años en más de un año. Ella se ha preparado para lo peor. “No hay ninguna esperanza”, dice ella. “No volveré a ver a mi hija”.
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Augustine, desplazada por la violencia en la provincia de Tanganyika en República Democrática del Congo, vive ahora en un alojamiento para personas desplazadas internas en la capital de la provincia, Kalemie. Y ahora es parte del gran grupo de padres y madres en duelo que viven aquí.
“Los rebeldes vinieron a nuestra aldea, se llevaron a nuestros niños y desaparecieron con ellos”, dice ella. “Ellos violan a las niñas y las cortan con machetes”.
Ndiba Kaité, por otro lado, es una de las pocas afortunadas. Sus cinco hijas adolescentes fueron secuestradas en diciembre de 2016 y estuvieron retenidas durante cinco meses en los bosques, donde pasaron hambres, agresiones y abusos.
“El día que encontré a mis hijas estaba muy feliz, porque la mayoría de los secuestrados nunca vuelven”.
Ndiba realizó una desesperada búsqueda para encontrar a sus hijas. Eventualmente, gracias grupos de ayuda, pudo negociar su liberación. Sin embargo, el severo trauma físico y psicológico que sufrieron sus hijas aún las persigue.
“Cuando las encontré, estaban en terribles condiciones”, dice. “Estaban muy delgadas. Sus pies estaban heridos. Su color de piel era diferente. Sus ojos estaban llenos de tristeza. Pero el día que encontré a mis hijas estaba feliz, porque la mayoría de los secuestrados nunca vuelven”.
Las personas que huyen para salvar sus vidas de la provincia de Tanganyika, una zona con tres veces el tamaño de Suiza, han compartido historias de horrible violencia con el personal de protección de una organización socia de ACNUR. Entre los actos de violencia hay asesinatos, secuestros y violaciones que se realizan mientras las aldeas son atacadas.
Cada vez se reportan más niños desaparecidos a medida que la crisis de desplazamiento empeora. El número no se conoce, pero los trabajadores humanitarios creen que se podría tratar de miles de casos.
ACNUR y sus socios visitan regularmente los alojamientos para desplazados, ayudando a identificar niños separados o no acompañados, para poder brindarles una mejor protección y eventualmente, reunificarlos con sus padres.
http://www.acnur.org/noticias/stories/2018/7/5b3cfc364/las-madres-de-los-ninos-perdidos-del-congo-rompen-el-silencio.html